Día lunes de nuevo y mi mamá anda de fuga en un avión que va a París.
Me levanto súper temprano, me cambio para ir al colegio y me sirvo un plato enorme de cereal con dos cucharas de azúcar, sabiendo que este día estará lleno de dramas y explicaciones.¡Qué va!
¿Quién dice que un lunes debe ser malo?
Salgo de casa y tomo mi bus hasta el colegio. Cuando llego me dirijo a mi casillero a sacar mis cuadernos y a "no esperar a Leo".
Mis cuadernos comienzan a caerse de uno en uno en un desorden total, me agacho a recogerlos y cuando levanto la cabeza de nuevo, me doy un golpe contra la puerta abierta del casillero.
Este será un buen lunes...
Vuelvo a agacharme del dolor e instantáneamente llega Leo a hacerse el héroe.
-¿Estás bien? -Pregunta tratando de no reír.
-Sí, todo en orden -Respondo agarrándome la cabeza y sosteniendo los cuadernos con la otra mano.
-Vengo en paz, lo juro -Dice apoyándose en los casilleros.
-Comienza Leo, te escucho...-Respondo rodando los ojos y fingiendo que su presencia no me pone nerviosa.
-La noche del bosque fue espectacular y todo estuvo divertido, pero me fui porque mi papá me amenazó -Lo interrumpo.
-¿A qué te refieres?
-Él dijo que si no me veía llegar en 10 minutos sin ninguna chica en el carro, me echaría de la casa, gracias a que mi actitud no ha sido muy buena con las últimas...¿Qué? ¿10 chicas? Sí, tal vez 15...-Dice poniéndose pensativo en sus estupideces.
-Genial, he escuchado suficiente, ¿Es todo lo que tienes? -Pregunto a punto de irme.
-Y...Tenía planeado ir a buscarte luego, pero te fuiste y luego no me diste explicación de a dónde ibas, así que te seguí hasta el aeropuerto y tu avión ya estaba despegando, y...Lo siento -Añade.
-A veces yo creo que tú no lo sientes...-Me doy la vuelta decepcionada pero me toma del brazo hacia él.
-¿Sentir qué? -Pregunta confundido.
-¡Lo que yo siento! -Le grito.
-¡Ay vamos! Estábamos ebrios, rotos y queríamos diversión, ¿No es así? -Pregunta dándome un empujón de amistad.
-¿Diversión? -Pregunto mientras los recuerdos aparecen en mi mente.
-Tú siempre has sabido como soy yo, pero quiero tenerte en mi vida...
-No cambiarías, ¿No es así? -Pregunto mientras escucho que el timbre suena detrás de mi.
-No lo puedo creer...¿Tú sientes algo por mí realmente? -Dice soltándome asustado.
-Esto no es un juego, y si para ti lo es...Perdí, ¿Estás feliz? -Respondo mientras me voy corriendo hasta mi clase.
Entro a la clase con el ceño fruncido y el alma algo partida, abro mi libro y comienzo a subrayar todo lo que la maestra de literatura nos indica. Emma se cambia de lugar para estar a mi lado y comienza a cuestionarme.
-¡Psst! -Hace una señal casi muda para que la maestra no nos regañe.
-¿Qué pasa? -Susurro.
-Sé que tuvieron una charla y quisiera saber que estás bien y que no debo partirle la cara.
-Prácticamente se asustó por la noche que pasamos en el bosque, huyó con su papá y luego no quiso enfrentar que algún día deberá enamorarse, sea de mi o de alguien más, y por último me dijo que todo era diversión y que no quiere que salga de su vida y blah blah blah...-Digo tratando de no gritar de cólera.
-Señorita Emma, ¿Algo que compartir con la clase? -Exclamó la maestra mientras me encogía de hombros en mi asiento.
-No...Disculpe, seguiré apuntando -Respondí mientras le hacía señas a Emma para que parara de hablar.
-¿Entonces...? -Susurró de nuevo Emma.
-Él no es para mi, y yo no soy para él, es todo.
-No creo que sea así Alessa, él está asustado, ¡Él no quiere quererte! -Gritó pero afortunadamente el timbre sonó a tiempo para que no nos regañaran.
Salimos al pasillo y ella continuó dándome sus terapias.
-Dale tiempo, pero no pierdas el tuyo, ¿Entiendes? -Levanta las cejas y lo busca con la mirada.
-Iré a hablar con él, ya vengo -Dije mientras lo observaba desde el otro pasillo.
Caminé hasta allá y finalmente al estar frente a frente le dije lo que debí haber dicho hace mucho.
-Leonardo, yo no debí haber hecho todo lo que hice, y si crees que soy el tipo de chica con el que te "diviertes los viernes", te corrijo y te digo que yo no soy así.
-Yo no creo que tú seas así, pero no necesito que sientas nada por mí, ni que te vuelvas débil por mi culpa -Respondió desviando la mirada.
-Tú eres el que tiene miedo, no yo -Dije señalándolo.
-Escucha...-Lo interrumpo.
-¡No quiero escucharte ya, es hora de que tú me escuches a mi! -Le grito.
-Tú no entiendes, yo no quiero perderte así de fácil...
-¡Pues haz algo! Porque creo que esto solo está empeorando con cada cosa que me dices, yo solo quiero que me respondas algo -Digo mientras me acerco hacia él.
-¿Tú me quieres? -Pregunto seriamente esperando un "sí " de respuesta.
-¿Tú me quieres? -Devuelve la pregunta astutamente.
-Te quiero, pero me quiero más a mi...-Respondo con coraje.
-Entonces, ¿Qué haces aquí aún? -Pregunta negando con la cabeza.
-Jugando un poco, igual que tú, pero no te preocupes, no volverás a escuchar mis preguntas porque no quiero preguntarme toda la vida si tú realmente me quieres o solo seré un capricho más en tu vida...No lo haré -Me abro paso entre la gente y salgo de ahí tratando de no llorar.
-¡Alessa! -Me llama gritando mientras me persigue.
Decido no responder las primeras veces, y luego solo me giro a verlo.
-Leonardo, ¿Qué mas quieres de mí? Me acabaste...Deberías estar feliz -Reprocho.
-No quiero nada más de ti, yo te quiero a ti -Baja la mirada confundido sin siquiera entender lo que él dice.
-¡Entonces demuéstramelo! -Exclamo siguiendo su mirada.
Sin decir palabra alguna se acerca a mi y yo me quedó paralizada mientras trato de adivinar qué hará. Me abraza amigablemente con fuerza. Su aroma siempre es el mismo, desde la fiesta en la que nos conocimos, hasta este momento que huele a un inicio de final.
-Alessa no me arrepentiría de nada de lo que ha pasado... -susurra mientras me suelta.
-¿Pero...? -Preguntó mirándolo a los ojos.
-Sé que es difícil lo que vendrá, y no quiero hacer difícil tu vida.
-Venga lo que venga yo estaría contigo, y no me pidas que me vaya... -Lo miro.
-No te pediré que te vayas, pero no permitiré que te quedes -Responde.
-¿A qué te refieres? -Niego con la cabeza sin entender.
-Alessa, no prometo nada...Y no quiero que te enamores de mí -Se ríe tratando de enfatizar.
-Tú me confundes Leo... Y no necesito la confusión en mi vida -Lo encaro furiosa.
-Jamás podría herirte luego de todo lo que hemos pasado, ¿Comprendes?
Me quedo callada tratando de entender y digerir todo.
-Quiero jugar, quiero seguir viviendo así mi vida... -Da un paso hacia atrás.
Le sonrío fingidamente y me alejo caminando hasta mi bus.
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¿Cuál fue la razón? (TERMINADO)
RomantizmUn cliché total que le dará vueltas a tu punto de vista sobre el romance, en donde el rompecorazones es roto y la rota es cosida. ¿Qué se siente que jueguen contigo? ¿Qué se siente jugar con alguien? Y peor aún... ¿Qué se siente enamorarse? Alessa e...