—Recuerdas... ¿Recuerdas aquella ocasión... Luna? —dijo la princesa del sol, divagando entre sollozos. Mirando su corona tirada en el suelo desde su trono—. Aquella vez, no sabíamos que éramos... o lo que habíamos hecho...
La princesa Luna y sus jóvenes acompañantes, Glamour y Sunset llegaron a la sala del trono, sintiendo pesadez de inmediato, pues el ambiente no era amigable y la mancha de rojo férreo en el suelo del portal no ayudaba en lo absoluto.
Discord estaba de pie al fondo de la sala, junto al trono. Tenía un semblante débil y la mirada caída. Sus manos juntas por detrás de su espalda indicaban que algo no iba bien.
Incrédulas, Glamuor y Sunset intentaron no llamar la atención, se encogieron de hombros frente a las princesas, escondiéndose torpemente en medio de dos vitrales reales. Luna por su parte se acercó hacia su hermana, mirando de reojo al amo del caos y tragando saliva de manera nerviosa, al ritmo de sus herraduras de plata impactando contra el suelo.
"¿Recordar?" Pensó la princesa de la noche, intentando entender a qué se refería su hermana. La mirada de las Alicornios de cruzaron y como si los destellos de luz rebotando en las lágrimas de Celestia fueran la respuesta, la princesa Luna recordó.
Ya hace casi 3 mil años de la catástrofe de los Windigos. Y la historia de los ponis que combatieron ferozmente contra el mal frío, se enseña en las escuelas, en los asilos o simplemente en una noche de alientos cálidos frente al fuego. ¿Pero que sigue después? Las leyendas pasaron a ser héroes inmortales, figuras de honor y coraje... Pero ¿qué hay del resto?
La memoria de la princesa Celestia dio un paso hacia atrás, recordando todo lo que había vivido, su niñez llena de regalos y lujo, la mejor educación para la primogénita de la familia más acaudalada del reino, aplausos y sonrisas donde quiera que pasaba. Aquella vez cuando se dignó a mirar hacia abajo, se dio cuenta del hambre y pobreza de los terrestres, la pobre unicornio sintió tristeza por quienes no tenían techo, pero tampoco les iba a construir uno. Miro hacia arriba, para ver ese dulce arcoíris de colores pastel, imaginando que había glaseado de sabores al final. Mas bien pudo ver a los pegasos, regios, fuertes, orgullosos. Pero solo por fuera. Sus uniformes pesados, los duros entrenamientos, el estrés y la depresión estaba acabando con ellos, pero ella no les iba a abrazar. Miro hacia el frente, y pudo ver unicornios envueltos en ropajes de telas finas, riendo, celebrando con sidra de calidad, traicionando a sus semejantes y hablando a sus espaldas, inmaduros, egoístas, monstruos embriagados por el glamur y la riqueza, pero ella, la pequeña Celestia no los podía cambiar. ¿O si?
Recordó sus años como estudiante de Star Swirl y como sus padres le prohibieron ser amiga de Clover Clever por ser de una familia humilde. Recordó la primera vez que conoció al Rey Bullion y como le arrancaron sus sueños a Clover, para esclavizarla como consejera de su hija, la princesa Platinum.
Todo. Todo lo que había pasado antes de convertirse en un símbolo, una leyenda enmarcada por dos alas y el título de "Alicornio"
—¿La coronación? —dijo la princesa Luna acompañada por el último paso de su andar—. ¿Debería preocuparme por ti?
—Deberías, preocuparte por todos, Luna —respondió Celestia de manera retadora."El Imperio de Cristal" dijo un joven rey dentro de un recuerdo. Un valiente unicornio de mirada dulce y semblante reconfortante. ¡Clink! Las copas del brindis chocaron y cada portador tomó su bebida, pues el nombre del nuevo reino estaba decidido. "Así que el Reino de Cristal... ¡Que Dramático Umbrum!" Dijo Discord, dándole una palmada de apoyo en su lomo, a lo que los demás respondieron son una sonrisa. "Creí que después de la caída del rey Bullion, YO seria la única realeza" bromeó una poni adornada por follaje, llena de vida. "No todos pueden ser de una nueva raza, Chrysalis" río una joven unicornio de cuerpo morado claro y crin rizado color menta, abrazando a su marido, el nuevo rey.
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Arcoíris Crepuscular
FanfictionTwilight Sparkle y sus amigas viven felices en la tierra de Equestria, donde la igualdad y la armonía florecen en los corazones de cada pegaso, terrestre y unicornio. Sin embargo toda calma es relativa, pues un nuevo mal acecha la tierra del sol y l...