El apartamento o piso según Martín, está reluciente. Lo cierto es que siempre suele ser así. Vivo sola y ensucio poco. Además un día a la semana limpio a fondo. Mamá lo hace así en casa y las costumbres son costumbres.
Pasados veinte minutos, suena el portero.
- ¿Alex? – Quiero corroborar que es él.
- ¿Cómo que Alex petarda? – Ahora sí que me da un chungo.
- ¿Lara eres tú?
- Sí guarrona ábreme la puerta. – Pulso el botón para abrir abajo y quiero pensar lo más rápido posible. - Sí claro whassap y avisaré a Alex para que no vuelva- Pienso.
Así lo hago mientras que mi mejor amiga sube por las escaleras, gracias a que no le van los ascensores me dará tiempo a reaccionar.
Alex no subas a casa. Mi amiga está subiendo.
Lo siento te invito otro día.
Mañana te veo en el trabajo.
Cuando termino de escribir la última palabra, Lara está entrando por la puerta.
- ¡Hola amiga! – Grita enérgica.
- Buenas tardes noches ¿Dónde vas a estas horas por aquí? – Quiero saber el motivo de su inesperada visita.
- ¿Interrumpo algo?
- Anda ya. – Intento disimular que sí, que acaba de interrumpir uno posible polvazo con el jefe.
- Mejor entonces. Pues pasaba por la zona en el bus y decidí bajarme para hacerte una pequeña visita. Sabía que estarías por aquí, siendo domingo... - Sonrío, ya que está muy segura de que llevo aquí todo el día.
- Lo cierto es que acabo de llegar. He salido a dar un paseo ¿Quieres tomar algo? – La verdad que me encanta estar con ella, pero hoy de lo que tengo ganas es de darme una duchita cenar y dormir para estar lista para afrontar una larga semana de trabajo. Además no me apetece contar a nadie en el embrollo que me he metido.
- No, sólo quería verte y darte un achuchón. Ya lo he hecho así pues me marcho y ya sabes donde vivo... cuando quieras o vienes a verme o quedamos. No me abandone amiga.
Se encamina hacia la puerta y yo la acompaño para abrirla. Cuando la abro no puedo creer lo que mis ojitos están viendo.
- ¿Alex? – Sí efectivamente, ¿Es tonto este tío? ¿Ha pasado de mi whassap o qué?
- Buenas tardes, Ali, te has dejado en mi coche esto... me entrega mi plumón. ¿Y esta chica tan guapa? – No sé por dónde salir, seguro que mi cara está más blanca que la leche.
- Ali, acaso ¿No nos vas a presentar? – Esta Lara que tiene más cara que espaldas no podía callarse. No sería ella entonces.
- Pues claro. El es Alex, mi jefe. Y ella es Lara, mi mejor amiga de facultad y a día de hoy sigue siéndolo. – Se saludan con dos besos y el pesado tiene que guiñarme un ojo cuando la está abrazando. – no entiendo cómo puede ponerme tanto.
- Encantada responde Lara. Pues como te iba diciendo Ali. Yo ya me marcho. Ya te dejo bien acompañada. - ¡Serás perra! - Pienso para mí.
Lara se marcha y él se sale con la suya.
- ¿No vas a dejarme entrar? – Lo hago pasar y cierro la puerta.
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Querido psicologo particular...
RomanceNunca podemos saber en un determinado momento de nuestra vida lo que el destino nos depara. Y en esta historia podemos darnos cuenta de ello, desde inicio a fin. Este es el caso de Alison Jones Smith. Una chica madrileña, hija de Ingleses, recién gr...