CAPÍTULO16

71 23 1
                                    

                                     

El apartamento o piso según Martín, está reluciente. Lo cierto es que siempre suele ser así. Vivo sola y ensucio poco. Además un día a la semana limpio a fondo. Mamá lo hace así en casa y las costumbres son costumbres.

Pasados veinte minutos, suena el portero.

- ¿Alex? – Quiero corroborar que es él.

- ¿Cómo que Alex petarda? – Ahora sí que me da un chungo.

- ¿Lara eres tú?

- Sí guarrona ábreme la puerta. – Pulso el botón para abrir abajo y quiero pensar lo más rápido posible. - Sí claro whassap y avisaré a Alex para que no vuelva- Pienso.

Así lo hago mientras que mi mejor amiga sube por las escaleras, gracias a que no le van los ascensores me dará tiempo a reaccionar.

Alex no subas a casa. Mi amiga está subiendo.

Lo siento te invito otro día.

Mañana te veo en el trabajo.

Cuando termino de escribir la última palabra, Lara está entrando por la puerta.

- ¡Hola amiga! – Grita enérgica.

- Buenas tardes noches ¿Dónde vas a estas horas por aquí? – Quiero saber el motivo de su inesperada visita.

- ¿Interrumpo algo?

- Anda ya. – Intento disimular que sí, que acaba de interrumpir uno posible polvazo con el jefe.

- Mejor entonces. Pues pasaba por la zona en el bus y decidí bajarme para hacerte una pequeña visita. Sabía que estarías por aquí, siendo domingo... - Sonrío, ya que está muy segura de que llevo aquí todo el día.

- Lo cierto es que acabo de llegar. He salido a dar un paseo ¿Quieres tomar algo? – La verdad que me encanta estar con ella, pero hoy de lo que tengo ganas es de darme una duchita cenar y dormir para estar lista para afrontar una larga semana de trabajo. Además no me apetece contar a nadie en el embrollo que me he metido.

- No, sólo quería verte y darte un achuchón. Ya lo he hecho así pues me marcho y ya sabes donde vivo... cuando quieras o vienes a verme o quedamos. No me abandone amiga.

Se encamina hacia la puerta y yo la acompaño para abrirla. Cuando la abro no puedo creer lo que mis ojitos están viendo.

- ¿Alex? – Sí efectivamente, ¿Es tonto este tío? ¿Ha pasado de mi whassap o qué?

- Buenas tardes, Ali, te has dejado en mi coche esto... me entrega mi plumón. ¿Y esta chica tan guapa? – No sé por dónde salir, seguro que mi cara está más blanca que la leche.

- Ali, acaso ¿No nos vas a presentar? – Esta Lara que tiene más cara que espaldas no podía callarse. No sería ella entonces.

- Pues claro. El es Alex, mi jefe. Y ella es Lara, mi mejor amiga de facultad y a día de hoy sigue siéndolo. – Se saludan con dos besos y el pesado tiene que guiñarme un ojo cuando la está abrazando. – no entiendo cómo puede ponerme tanto.

- Encantada responde Lara. Pues como te iba diciendo Ali. Yo ya me marcho. Ya te dejo bien acompañada. - ¡Serás perra! - Pienso para mí.

Lara se marcha y él se sale con la suya.

- ¿No vas a dejarme entrar? – Lo hago pasar y cierro la puerta.

Querido psicologo particular...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora