Un terrible futuro.

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Para Loon no había ser más perfecto que Fred, era un policía tan decidido y dedicado que no podía evitar querer ser como el. Su error más grande fue enamorarse de Deuz su jefe, claramente fue rechazado pero el más alto siempre le tenía una asombrosa consideración, el pecoso sabía que sólo era porque le tenía lástima pero poco le importaba, su jefe sólo estaba logrando meterse aún más en su frágil corazón. Si era como Fred probablemente Deuz comenzará a enamorarse de el y esa idea no sonaba tan loca para una persona desesperada.

- Oh Fred ¿Ya te vas? - preguntó observando como el azabache estaba guardando sus cosas. No quería sonar demasiado entrometido pero su curiosidad era más fuerte.

- Oh Loon - Fred habló con un tono amable - Yo ya no volveré a trabajar aquí.

Eso lo dejó en shock, nunca volverá a ver a su mejor amigo y modelo a seguir. Sabía que estaba exagerando no sólo porque decir que jamás lo volverá a ver es demasiado dramático, sino porque a penas y conocía a Fred para decirle "Mejor amigo" pero para Loon el merecía cada letra de ese título.

- Pe-pero ¡No! ¡No! ¡No! - gritó furioso - ¡¡No quiero que te vayas Fred!! ¡¡TE NECESITO!!- grito sin pensar, sabia que sus palabras podian ser malinterpretadas por el azabache y eso era lo que menos queria.

El de piel pálida sólo sonrió y tomó el mentón de el castaño haciendo que lo mirara, vio sus ojos eran hermosos y sin pensarlo. Sacó la jeringa de su saco y aprovechando que el castaño lo miraba le inyectó el tranquilizante. No le dio tiempo a Loon para reaccionar pero pudo escuchar algo.

Me voy de aquí porque estaban a punto de descubrir que yo soy el líder de la banda pesadilla.

- No puede ser, el puto me está secuestrando, ah y es el líder de la banda pesadilla - pensó Loon antes de quedar inconsciente.
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Hoy les presentamos:
Un aliado cobarde.

¿Cómo pudo ser tan ciego? Era bastante obvio que ningún policía sería tan perfecto, era obvio que sólo era una máscara pero aún así, simplemente no quiso afrontar la realidad y termino viendo una falsa vida. Loon comenzó a aceptar todo lo que pasaba y comprendió todo.

Amaba a Fred, ni siquiera supo como o porque se enamoró de el, quizás y sólo quizás lo atrajo su increíble atractivo o su asombrosa seguridad, no lo sabía con exactitud pero el azabache le provocó sentimientos que ni siquiera Deuz lograba hacerle.

Si tan sólo no fuera el líder de la banda que busco la mitad de su carrera, no, no debía tener esos pensamientos, el era un monstruo y no tenía justificación.

Cuando despertó se encontraba atado a una silla, giro un poco su cabeza visualizando la habitación y aparte de la camara y la puerta no había nada más. Escucho la puerta abrirse y se preparo mentalmente, vio a una chica asiática pasar y no pudo evitar sonrojarse.

- Pa-parece un ángel - fue lo que pensó.

La chica sólo sonrió al verlo ruborizarse y comenzó a sacar su pistola, el castaño al verla se puso pálido no hacía falta ser un genio para saber que tenía miedo, eso sólo le pareció divertido y comenzo a reírse con locura.

Loon dejó de considerarla un ángel en ese momento, se armó de valor y preguntó.

- ¿Por qué sigo vivo? - pregunto con determinación.

- Le agradas al jefe - respondió sin titubear.

- ¿Qué quieren de mi? - pregunto mirándola a los ojos.

- ... -

Hubo silencio y eso sólo logró hacer más dudas en su cabeza.

- Te necesitamos, maldito policía cobarde -

Señor y señor GUITARRA SMITH 《Fon》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora