Kosmos (Supercorp)

7

- Ring ring ring - dejé su mensaje después del tono. - ¿Lena dónde estás?  se supone que hoy vamos a cenar con mis padres para decirles sobre nuestro compromiso, por si lo habías olvidado, llámame en cuanto puedas, soy Sam, por si no te acuerdas de mi. 

Lena se encontraba en su habitación pensativa sobre su relación con Sam. Habían sido meses increíbles con ella, pero a veces su comportamiento posesivo y agresivo le hacía dudar sobre su amor. La quería pero no la amaba, así de deprimente se sentía. - Nadie me va a querer como ella, que al menos no le causa miedo mi apellido -. Eso pensaba Lena sobre ella misma. Después de la destrucción que comenzó Lex, su mundo se vino abajo; burlas y acoso por personas que decían quererla, hasta que conoció a Sam en un viaje de negocios. Se llevaron bien, no tenía problemas con el apellido de Lena, no fue amor a primera vista, porque Lena no se sintió en el cielo, pero aceptada sí, y eso le bastó. 

Salían a cenar, hablaban sobre negocios, el amor sólo era esporádico, apenas se besaban pero Lena se sentía a gusto a pesar de todo lo que había hecho y lastimado.

Cierta vez antes de que se comprometieran, Lena iba saliendo de una junta importante para mudarse, iba a ser una sorpresa para Sam, a su vez le pediría matrimonio, ya estaban estables y no les faltaba nada, eso pensaba Lena, cuando vio salir a Sam de la mano de una chica, a Lena jamás la tomó de la mano en público, Lena sintió como su corazón se partía y las lágrimas cayeron solas sobre sus mejillas rosadas. No supo como reaccionar ante tal crueldad de Sam. Lena llegó a su apartamento destrozada, cuando le llegó un mensaje de Sam : - Lena, hoy no podemos vernos, surgió algo importante en el trabajo. Te quiero, besos -. Lena estática le contestó: - Ok Sam, mañana espero verte... necesito hablar contigo -. 

Se encontraron en la cafetería de siempre. 

- Hola Lena, - la abrazó - ¿qué pasó? vi tu mensaje y me asustó. 

Armada de valor ante semejante cinismo, Lena entró en acción 

- Ayer te vi Sam, de la mano de otra chica, ¿qué pasa? ¿por qué eres así conmigo y me castigas de esa manera? hay formas de decir que no quieres estar conmigo, no viéndome la cara. 

Sam se agachó con vergüenza.

- Lo siento Lena, pasó de repente, pero no es nada. Contigo estoy bien, ¿recuerdas? somos una pareja de ideas. 

- ¡Pero tu nunca me quieres tomar de la mano Sam!, parece que te doy pena. 

- ¡No digas eso Lena por favor! - la tomó de sus manos -.  Prometo que todo estará mejor bebé

- ¿Bebé? nunca me ha dicho bebé y menos amor u otro adjetivo. 

- Ya no la veré, sólo fueron unas semanas.

- ¡Cínica! ¿cómo te atreves? - sollozó Lena -. 

- ¿Pues qué quieres Lena? Sólo te la pasas trabajando. ¿Cómo quieres que actúe? 

Las mesas de al lado las quedaban observando ante su discusión elevada de tono. 

- Trabajo porque no es fácil llevar este apellido, ¿sabes cuánto he sufrido? ¡Oh !, no recordaba que tu no sabes lo que es sufrir. Además estaba preparando una sorpresa para las dos, pero ahora todo se ha venido abajo. - Lena llorando -. Te quiero y yo creo que estábamos listas para dar otro paso, pero a ti no te importa nada de eso. 

Sam tomó a Lena de sus mejillas, dándole un beso en la frente, - Lena discúlpame por favor, ya no volverá a pasar te lo prometo te quiero y también pienso como tú. 

- ¿De verdad Sam? 

- Sí - la besó -. 

Estuvieron bien esos meses ante los preparativos de su boda. Lena fue a conocer a su familia, con la cual se llevo bien, no tenían clichés contra ella y su apellido. Sam hizó todo para mejorar como novia y prometida; pero Lena no pudo con tanto, no pudo perdonar el engaño de Sam. Así que horas antes de anunciarles el compromiso formal a sus padres, Lena decidió hablar con Sam. 

- ¿Cómo puedes hacerme esto Lena? Pensé que ya estábamos bien, ¡hasta iba a tus tonterías de congresos de nuevas ideas tecnológicas!, sabes que eso me aburre yo soy más de termodinámica u otras cosas. Y jamás volví a ver a Patricia. La dejé por completo. ¡Mis padres!, te odiaran como la mitad del mundo lo hace y estarás sola para siempre. 

- Sam... 

- No digas nada Lena, me voy, ¡espero que nunca seas feliz, y te lo digo con el corazón en la mano!. Adiós. - azotó la puerta y salió llena de rabia del apartamento de Lena -. 

Lena se quedo parada ante semejantes palabras de Sam, cosas que nunca le había dicho, le hicieron decir la verdad acerca de Lena, que no sabía como actuar, si hizo o no lo correcto, pero se sentía liberada de alguien que no la iba a ser feliz, y que ambas no lo iban a ser.