Capítulo 14: Encuentro con Voldemort

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PoV Severus Snape:

Camine hacia el despacho de Dumbledore pensando en que era lo que Voldemort querría, camine dando pasos largos y certeros, podía sentir como mis talones golpeaban el piso con tal fuerza que dolía, pase una de mis manos por mi cabello y la otra por mi frente, sentí como el sudor frío la recorría, llegue a la entrada y pronuncié "pastel de Limón" La gárgolas comenzó a subir lentamente, subí a ella y ascendía con ella, al llegar a la entrada dude un poco en tocar mi cabeza me decía entra, pero mi cuerpo me decía vete.

Entra muchacho -la voz de Dumbledore me saco de mis cabales el muy viejo sabía que yo estaba ahí- no me hagas esperar y pasa.

Abrí la puerta y entre con decisión intentando no mostrar inseguridad, vi al anciano tras su escritorio, al verme bajo sus lentes y me vio con un duro semblante- Señor -dije con voz firme y fría.

Ya lo veo muchacho, ya lo veo -dijo sin dejarme decir algo- debes acudir a su llamado, no te dejara en paz

Señor necesito sus instrucciones -dije tomando una copa y sirviendome de la mejor bebida del anciano- ¿Que debo hacer?

Esta vez no te daré instrucción alguna, deberás guiarte por tu instinto -dijo fríamente viendo como me servía una segunda copa- debes ser prudente y saber jugar con su mente, eso no es un impedimento para ti.

No estoy seguro de ello ahora -sonreí de medio lado mientras me bebía esa segunda copa para volver y servirme una tercera- haré lo que este en mis manos.

Harás lo que este correcto -dijo con dureza- no expondrás al chico

-Levante la ceja izquierda, aprete la mandíbula, tome la copa con ambas manos y la tire al piso quebrandola- crees que esto es muy fácil para mi Albus -dije en un grito- si sigo en esto es para librarme de la maldita culpa que tengo

Tranquilo muchacho -Se levantó el anciano de su silla, rodeó su escritorio y fue hacia mi, me tomo el hombro derecho y me miro a los ojos- se que lo que estoy pidiendo es demasiado para ti, pero esta tarea sin ti es la más difícil.

-Lo vi a los ojos y vi en ellos reflejada una gran pena, asenti con la cabeza e intente sonreír- Esta bien, dalo por hecho -camine a la salida, me gire por última vez para ver a Albus- nos vemos

Suerte Severus -fueron sus únicas palabras, abrí la puerta y salí reprimi lágrimas, camine con velocidad a las afueras de Hogwarts, abrí las grandes Puertas y salí pisando el desconocido piso de las afueras del colegio para desaparecerme.

Narrador Omnisciente:

En la ya abandonada mansión Riddle estaba el Señor Tenebroso, mejor conocido como Lord Voldemort haciendo su llamado a los mortífagos esperando a que llegará su mortífago más leal, Severus Snape.

-Caminaba con desesperación de un lado a otro en el gran despacho, paso sus manos por su calva encajando sus uñas, dió un fuerte resoplido y gritó tan fuerte que se podía sentir las paredes vibrar, segundos más tarde se abrió la puerta.

Mi Lord -dijo un muy inoportuno mortífago cuyo nombre era Gérard Rosier- ¿Se encuentra bien?

Eso no te interesa Gerard -saco su varita y apuntó al susodicho- AVADA KEDAVRA -un destello verde pego de lleno en en el cuello del mortífago el cual murió instantáneamente- Estúpido como se le ocurre molestarme al idiota.

El señor tenebroso tomo asiento después de este suceso, agudizó su oído y escucho como por los pasillos de la mansión se lograron a escuchar fuertes y nerviosas pisadas, llamaron a la puerta y en ese instante el señor reconoció al dueño de aquello, Severus Snape

Diamante (Snarry)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora