La Profecía del Salvador Oscuro ©

Tomo 1: Capitulo 10

Si alguien dijera que el fin de un problema se marca con el inicio de otro seguramente estarían hablando de la gran rivalidad de Aaron y Luk, impulsada sobre todo por una marcada diferencia de opiniones acerca de la vida y la muerte, quien merecía morir y quien no, Aaron por su parte respetaba demasiado la vida al punto de darle asco a un Luk que se prestaba como juez y verdugo al mismo tiempo, pero su pelea no llego a mayores, Luna era mas importante que Luk, y es por eso que Aaron, ignorando las ganas de pelear con su semejante, fue a ayudar a su hermana

–¡Luna!– grito Aaron mientras llegaba donde su hermana

–¡Ah! ¿Te acordaste que existo? ¡Gracias!– exclamo ella enojada

–Perdón- respondió Aaron cabizbajo –¿Como sigue esa pierna?–

–Sangrando y doliendo ¡Lo demás super!–contesto Luna

–¡¿Fractura expuesta no?!–Grito a lo lejos Luk mientras se acercaba

–Nada mas ni nada menos–Sentencio Luna mientras veía a Luk pisar nuevamente el suelo

Luk se acerco a Luna y observo la herida unos momentos, la nieve y el frió habían "apagado" los nervios de Luna y no le dolía tanto, pero la hemorragia era lo que le preocupaba a Luk, quien no tardo mucho en reconocer que necesitaba ayuda profesional

–Tenemos que llevarte a un medico, estas perdiendo mucho Elxsir– sentencio Luk

–¿Hospital? pero ellos podrán...bueno...no es sangre-–respondió Luna

–Donde te llevare saben como tratarme, ademas nuestra anatomía y curaciones no varían mucho- afirmo Luk –Bueno ¿Ya estas? Vamos–

Luk intento alzar a Luna pero al querer moverla origino una reacción en cadena que finalizo con un grito de dolor desgarrador de parte de la joven Adnata debido a que su herida fue puesta en movimiento, Luk inmediatamente la devolvió al suelo y una vez se quedo pensando que hacer, finalmente separo la mano de los labios y chasqueo los dedos

–Ahí vuelvo –exclamo Luk, acto seguido se había desmaterializado

No trascurrieron mas de diez minutos y Luk volvió con 3 pesados de troncos, los acerco a Luna y los acomodo alrededor de su pierna, sirviendo como entablillado, y usando la campera de la chica como un tapado en la parte superior. Con todo listo Luk sostuvo nuevamente a Luna en brazos y comenzó a despegarse del piso lentamente por miedo a causarle mas daños

–Volvamos a China, en las cercanías a Hong Kong hay un hospital donde trabajan amigos míos, atenderán a Luna, ¡sígueme el paso!– Le indico Luk a Aaron

–¡¿Hong Kong?! Eso queda en el extremo sur del país, estamos bien al Norte– exclamo Luna

–Bueno es eso o nunca mas caminas, ¿Que preferís?–respondió Luk mirándola fijo

Luna en brazos de Luk y Aaron salieron a toda velocidad de la zona, tras media hora dejaron las zonas nevadas de Mongolia, cruzando nuevamente a China, eran aproximadamente las 8:00 a.m, con lo cual las calles de las zonas cercanas a una de las ciudades mas importantes de China estaban llenas de gente, estando todavía a 1 km Luk decidió descender al suelo y entrar a la ciudad caminando, llamar la atención en ese momento no era buena idea, comenzaron a transitar las calles de Shenzhen, finalmente tras largas cuadras y de atraer varias, sino todas, las miradas de los transeúntes llegaron al Hospital, si hubo algo de lo que no podían quejarse en nada fue la atención medica recibida, ni bien cruzaron la puerta tres jóvenes, dos chicos con cortaduras y lesiones menores y una chica con una pierna fracturada los enfermeros y médicos se abalanzaron a ellos, Aaron y Luk fueron llevados a dos camillas donde los médicos los curaron y desinfectaron, mientras que Luna fue atendida por un grupo grande de especialistas que luego de retirarle el provisorio entablillado y examinar las heridas fue llevada directamente a quirófano para operar su pierna