Tomo 3: Cápitulo 2

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Los días de escuela de Aaron nunca habían sido tan tranquilos para el joven Adnato, sus nuevos compañeros lo respetaban y pronto más de uno pasaría a ser ya un amigo, sus días eran básicamente iguales: Amanecía en la base lunar junto a su hermana y a Luk, desayunaba y asista a una secundaria de modalidad acelerada, ubicada  en su país natal: Argentina, las clases se impartan de 8 a 17 y las materias eran las típicas de cualquier secundario, en ese lugar incluso para Aaron las matemáticas eran bastante sencillas, no había mucho que decir, el joven proveniente de Adnat se sentía realmente cómodo.
Luna y Luk por su parte pasaban mayoritariamente el tiempo a bordo de la nueva nave/ hogar del trió de oro, Luna de tanto en tanto intentaba retomar la charla iniciada en Sauvan, pero solo seguía recibiendo portazos por parte de Luk, quien cada vez quedaba más claro que un invierno muy contundente y poderoso vivía y se sentía a gusto en su corazón, y tras intentos fallidos Luna finalmente o se alejaba o directamente se dirigía a la Tierra

—Luna es tu culpa que ocurra esto — sentencio Luk —No paras de insistir y reinsistir con un tema del que sabes perfectamente que no va a salir nada bueno —

—¿No podes una vez? ¿Una maldita vez abrir tu corazón? —

—Luna, el corazón miente y te engaña — aseguro su amigo —Te hace enloquecer y terminas viendo en el otro cosas que no son —

—¿Y que ves en mi? — inquirió solloza Luna

—Nada Luna, no veo nada — sentencio Luk —Yo no "razóno" con el corazón —

—¡Ok Luk! — exclamo Luna ofendida —¡Ya no te voy a discutir más! —

Luk no respondió, simplemente se dio media vuelta, y de espaldas a quien rogaba por su amor se dirigió a una sala de entrenamiento, Luna seco las lágrimas de las ventanas de su alma con la manga izquierda de su buzo; y dándose cuenta de una realidad que constantemente negaba; abrió la puerta de la nave, miro de reojo una vez más el interior de la misma, acto seguido la joven Adnata viajaba rumbo a la Tierra.

—¿Entendieron entonces lo que significa cuadrado de un binomio? — pregunto la profesora a los alumnos

Todos los aprendices en la clase asintieron con la cabeza y un "si" en su gran mayoría

—Muy bien — indico la profesora Treviño —La clase ya termina pero mañana ampliaremos el tema —

En ese momento un chirrido que se escuchó en el colegio anuncio como costumbre el fin del primer turno de clases, dejando a los estudiantes una hora para salir a almorzar o descansar, y como de costumbre los alumnos salieron del  establecimiento como toros en una corrida, Aaron fue el único en agarrar su mochila, ordenar sus hojas y carpetas y colgando su mochila sólo en el hombro derecho se dirigió a la salida, puso un pie sobre la vereda y su celular comenzó a sonar, la canción "Master Of Puppets" de la banda Metallica — de la cual Aaron era increíblemente fanático — se comenzó a reproducir automáticamente en su celular indicando una llamada entrante de un "número desconocido", Aaron por un momento pensó en rechazar la llamada pero una corazonada lo hizo atender

—¿Hola? — dijo Aaron creyendo que seria una llamada para un ofrecímiento o publicidad de alguna empresa

—Hola ¿Habla el señor Aaron Ohlin? — pregunto una voz masculina del otro lado

—Si ¿Quien me habla?.

—Aaron, soy yo, Skender, tu abuelo — contesto el maestro del joven Adnato—¿Cómo estás? —

—¡Hey! Por ahora todo bien ¿Y por allá? — inquirió su nieto

—Todo en marcha — Afirmo Skender —Aquí Olen y Aida te extrañan—

La Profecía del Salvador Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora