Tomo 3: Cápitulo 6

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Una explosión seguida de el vuelco de un auto interrumpió violentamente el viaje de Aaron y Emma, acto seguido una mano recubierta con una armadura negra tomo del cuello a Emma y la saco del interior del auto.

— ¡Ayuda! — Gritaba Emma invadida por el miedo — ¡Que alguien me ayude por favor! —

Aquel extraño ser parecía no importarle en lo absoluto estar caminando por el medio de la calle con Emma a cuestas, el misterioso sujeto comenzó a cruzar la avenida por la que transitaban Aaron y Emma en el momento del choque, causando que los autos que pasaban por la zona frenaran de golpe provocando choques en cadena de hasta diez autos, eso sin mencionar el terror que este ser dotado con su armadura negra infundía en los transeúntes, haciendo que todos se alejaran corriendo de la zona, a simple vista Emma pudo divisar a uno de ellos que sacaba su teléfono celular y realizaba una llamada ¿A la policía? Eso deseaba Emma.

— ¡Suéltame! — gritaba Emma a los cuatro vientos

Finalmente los ruegos de Emma fueron escuchados, sirenas de patrullas policiales comenzaron a escucharse, el sonido iba en aumento rápidamente, tras cinco minutos al menos treinta patrulleros de la policía formaron un círculo alrededor de aquel sujeto, encerrándolo

— ¡Suelte de inmediato a la chica y pongas las manos detrás de la nuca! — grito unos de los oficiales a través del altavoz de la patrulla

El extraño realizo un giro de 180° para ver a todos los oficiales, acto seguido volvió a posar su mirada sobre el oficial que le había hablado

— Sus armas no herirán a nadie más que a ustedes — exclamo aquel ser, su voz era gruesa y oscura

El extraño ser dio un paso y uno de los oficiales abrió fuego contra este, en ese instante aquel ser lanzo violentamente a Emma hacia arriba y decidió enfrentar a los policías, quienes ante tal acto decidieron disparar todos, por unos instantes todo se detuvo, los relojes del mundo dejaron de avanzar, y tras unos segundos de pausa volvieron a funcionar, dejando ver a varios policías heridos y patrullas agujereadas producto de las balas disparadas, después de tal hecho tan solo un oficial intento golpearlo con su macana solo para darle una excusa a aquel ser de demostrar lo poco humano y terrorífico que podía ser : basto con que la macana tocara la zona abdominal para que este ser la absorbiera dentro su cuerpo junto con el cuerpo del policía, y como habiendo calculado el tiempo desde antes el ser estiro su brazo derecho para atrapar a Emma en caída libre.

— Maldita sea ¡Déjame ir! — Vociferaba Emma asustada — Por favor, no me mates —

Habiendo concluido la corta pelea con la policía el extraño ser continuo caminando unos metros más donde volvió a detenerse, acto seguido extrajo de entre su armadura un aparato igual de extraño que la identidad de su dueño, el cual oprimió el único botón que Emma logro ver y lanzo el aparato al suelo, este aparato de forma rectangular se adhirió fuertemente al asfalto y se abrió en sus cuatro esquinas, liberando cuatro líneas de energía color violeta eléctrico, en ese momento el ser dejo caer a Emma sobre dichas líneas las cuales sujetaron y aprisionaron las cuatro extremidades de la joven terrícola. A 200 metros de allí Aaron estaba recién despertando

— Maldita sea ¿Qué diablos paso? — pregunto Aaron totalmente desorientado y sin siquiera haber abierto los ojos

El joven Adnato, a pesar de su resistencia altamente superior a la humana, fue el que se llevo la peor parte, estaba atrapado entre la carrocería del auto, y presentaba contusiones dolorosas en la rodilla del lado derecho y en su pie izquierdo, el cual estaba atrapado bajo mucha presión, a medida que se iba despertando el dolor era más fuerte

— ¡¿Emma!? ¿Estás bien? — pregunto Aaron creyendo que ella seguía dentro del auto

En el momento en que Emma no respondió la desorientación de Aaron se fue a la basura, abrió los ojos y vio el interior del coche destruido, el chofer seguía ahí pero Emma no, la desesperación lo invadió, su energía estaba dispersa, en ese momento no podía invocar su luz para salir de allí, pero Emma importaba más que cualquier otra cosa en ese momento, y cargando la pesada mochila representada por el gran dolor corporal que sentía el joven Adnato comenzó a moverse para salir del coche

La Profecía del Salvador Oscuro ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora