𝚌𝚊𝚙𝚒́𝚝𝚞𝚕𝚘 8: ¡𝙾𝚢𝚎 𝚝𝚞! ¡𝙱𝚎𝚜𝚝𝚒𝚊!

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[𝓚𝓪𝓻𝓮𝓷]






¡Instituto de nuevo! ¡Que hermoso! Ojalá se note el sarcasmo.

Seré las más inteligente, la alumna más amada de los profesores, pero muy dentro de mi odio del colegio, es tedioso y aburrido, más si eres como yo, una antisocial que los únicos amigos que tengo están dentro de unos libros, nadie me habla, algunas veces pienso que soy invisible, salvo esas ocasiones en que tanto chicas como chicos me miran con cara de asco, a veces pienso que debo ser muy fea como para que me miren así o puede que tenga mal olor, no lo se, la cuestión es que no tengo a nadie, en secundaria tenía amigas, muy pocas pero las tenía, pero al egresar perdimos contacto, me dejaron apartada, lo sé porque hace unas semanas las vi a todas juntas riendo y charlando en el centro comercial, a veces la vida es cruel pero nos dejan enseñanzas valiosas y nos hace abrir los ojos.

Bufo al tiempo que saco mis libros de mi casillero, los recuerdos de la noche anterior vienen a mi mente, aunque sea ridículo esa noche fue la primera vez que me sentí completa en familia, lo se, se que Brock y los chicos no son de fiar, ni son la gente con la que me debo juntar, pero esa noche entre risas, bromas, bailes y charlas me sentí diferente, mi parte fiestera y alegre salió y sin la ayuda de ningún libro, por fin compartía una de esas locas noches de adolecentes que antes las leía en libros, y les aseguro que es tal y como la cuentan, el correr de los carros, los gritos eufóricos de la gente la adrenalina se sentía en el aire. Una sonrisa boba surca mis labios al recordar esa noche, y fue la primera vez que vi una faceta diferente del galán deportista Nash Grier el chico pijo. Esa noche no importó que seamos de diferentes ámbitos y de naturaleza distinta, congeniamos como si fuéramos amigos desde siempre.

- Muévete nerd, no ves que estorbas.- una voz gruesa resuena a mis espaldas.

La sola mención de ese adjetivo me pone alerta, giro sobre mi eje sólo para ver al grupo de maleantes que Brock y Jace dirigen, pero ellos no están, sólo son su séquito, enfocó mi vista y lo veo, Dylan se encuentra tirado en el corredor, sus libros están esparcidos por el lugar mientras tres chicos con no muy buena pinta lo rodean, mi corazón se estruja al imaginarme lo que va a pasar, y sin esperarlo lo veo, uno de ellos lo patea en el estomago, dejándolo sin aire, luego otro de ellos lo levanta del suelo mientras lo sostiene y el mas corpulento de ellos le atesta un golpe a puño cerrado en la cara haciendo que su nariz sangre.

Debo hacer algo, lo van a matar si siguen así.

"Karen no seas imbécil te triplican el tamaño, te van a usar de sonajero, mejor toma tus cosas y vete a clases como la cobarde que eres."

La vocecita en mi cabeza me empieza a irritar, miro por el corredor con la esperanza de que algún alumno o profesor este cerca para pedir ayuda, pero es en vano las clases ya empezaron hace horas quizás, mi vista se dirige de nuevo al pobre chico al sentir un grito de su parte, lo van a matar.

"No se te ocurra meterte en donde no te llaman, como ya te dije toma tus cosas y vamos a clases"

No, ésta vez no, a la mierda con los abusadores estos, me cansé, hoy no se van a salir con la suya. Con paso decidido camino en su dirección, el miedo amenaza con debilitar mis piernas, y temo caerme en medio del trayecto, respiro profundo justo cuando los tengo a unos centímetros de distancia.

- ¡De...déjenlo! - demandó entre tartamudeos.

Uno de ellos me mira con burla en sus ojos mientras levanta como si fuera peso pluma a Dylan del suelo de su cabello.

- ¿Y si no quiero que?- reta con su mirada fija en mí.

- Déjalo...- mi voz se vuelve una súplica.

El tipo niega con su cabeza mientras se ríe entre dientes y sin pensarlo dos veces lo tira con la mayor fuerza contra el suelo, un grito de escapa de mis labios ante tal acción, por inercia mis pies se mueven y a los segundos me encuentro al lado de Dylan, con su cara entre mis manos, su nariz sangra mucho, tiene un pómulo hinchado, y le cuesta moverse.

- Dy..lan Dylan, ¿estas bien?.- interrogo, mientras inspecciono su rostro.

"¿Enserio le acabas de preguntar al chico casi moribundo en el suelo si se encuentra bien? Por supuesto que esta bien mírale nomas la cara de alegría que tiene, es más esta por pararse a abrazar a los chicos que le dieron la paliza de su vida."

Ashh ya cállate mente inútil.

De reojo puedo ver cómo uno de los chicos se acerca a nosotros, y como acto reflejo me paro sobre el cuerpo de Dylan con cada pierna a sus costados, estoy como una mamá leona defendiendo a sus hijos, pronto me encuentro encerrada entre los tres chicos.

- ¡Aléjense! Lo... lo digo en serio.- mi voz me traiciona.

El mas bajo de ellos se aproxima a mi, y sin pensarlo estampa mi puño en su cara con toda la fuerza que tengo mientras cierro los ojos, siento el impacto de mis nudillos en su nariz, al abrir los ojos lo veo con cara de sorpresa y ¿Dolor?. Todo sucede en menos de un nanosegundo, tengo al más fortachón sobre mi, sus manos se ciernen en mi cadera y me levanta del suelo para colocarme en su hombro.

- ¡Oye tu! ¡Bestia!- el grito de una chica me hace levantar la vista sólo para ver a la morena y a su lado Nash.

- ¡Déjala en el suelo si no quieres que te envíe al hospital!- grita el castaño de ojos color zafiro.


















































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Eʟ Cʟᴜʙ ᴅᴇ Dᴇᴛᴇɴᴄɪᴏ́ɴ (Eᴅɪᴛᴀɴᴅᴏ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora