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Narra Dylan.
Con pasos apresurados me adentro en un local, mis músculos se relajan al ser recibidos por el aire tibio proporcionado por el aire acondicionado. Dejo escapar un suspiro de satisfacción cuando puedo sentir que mis músculos abarrotados por el frío comienzan a relajarse. Mi vista se enfoca en los distintos elementos, reliquias, collares, anillos, pulseras, objetos, todos ellos en sus respectivos estantes, protegidos tras cajas de cristal.
Con pasos cansinos me acerco al mostrador, donde una mujer joven, intuyo de unos treinta y tantos años me recibe. Me recibe con una gran sonrisa amistosa mientras con voz dulce pregunta
-¿Qué se le ofrece joven? ¿O solo ésta mirando?- inquiere con tranquilidad. Le devuelvo la sonrisa.
-Estoy buscando, algo para regalar para las fiestas, algo para mí grupo de amigos.- le informo.
-¿Busca un regalo individual para cada uno de sus amigos, o busca algo más grupal?- pregunta mientras comienza a colocar diferentes objetos sobre el mostrador.
-¿Y que tiene para algo en común?- inquiero con curiosidad.
-Tenemos brazaletes si son chicas, y si son chicos, creo que les encantaría unos collares.- me informa.
-No tiene algo más... ¿simbólico? Algo que tenga significado.
-Creo que tengo algo que te puede gustar.- la veo desaparecer tras una puerta, para luego regresar con una caja de madera con un estilo antiguo, entre las manos.- estas son unas viejas reliquias totémicas, ¿Algo así es lo que buscas?
-Es exactamente lo que estaba buscando. Me los llevo.
No espero para poder ver el rostro de los chicos cuándo vean sus regalos. Espero que sirvan como un gran y hermoso recuerdo.
(...)
Narra Brock.
Dejo la vajilla junto con los cubiertos ubicados sobre las mesas, coloco las servilletas, mientras coordino a las hermanas pequeñas de Jace para que coloquen unos hermosos centros de mesas hechos de flores del jardín. Las niñas lucen unos bellísimos vestidos blancos. La morena aparece tras unos minutos con copas de cristal en sus manos, las ubica en los diferentes lugares, con ayuda de Karen. Las dos muchachas traen puesto unos hermosos vestidos, la morena lleva un vestido color salmón que le queda perfecto para el tono de su piel, mientras que Karen lleva puesto un vestido negro pegado al cuerpo con un pequeño saco a rayas blanco y negro.
-Emily, ven aquí.- llamo a la más grande de las hermanas de Jace.
La pequeña no tarda en llegar a mi lado.
-Ve a buscar a la cocina más servilletas.- le pido.
-Está bien.- me regala una sonrisa, antes de desaparecer tras la puerta que dirige al patio trasero de su casa.
