Sus ojos cafés tan simples pero tan diferentes a la vez centran su vista en un punto fijo detrás de mi, y sin pedir permiso las palabras salen...
- "Al cumplir 13 años mis padres fallecieron, según los médicos encargados de la situación fue todo un accidente, pero los policías, mis abuelos, yo, todos sabían que mis papás fueron asesinados, no fue un simple accidente...
Luego del funeral, mis abuelos y tíos debatían mi custodia y la de mi hermana, al final el juez decidido ceder la custodia de mi hermana a mis abuelos y yo quedé en manos de mi tía, en el fondo sabía que era lo mejor, aunque me dolía separarme de mi hermana, lo hice, prefería sufrir yo a que mi hermana lo hiciera, pondría mi vida en riesgo con tal de mantenerla a salvo.
Los primeros dos meses en la casa de mi tía fueron llevaderos, porque la asistente social venía de visita todos los días para cerciorarse que estuviera bien y que mi tía cumpliera con todo con respecto a mi persona, pero luego todo empeoró, la mujer dejó de venir, entonces mi tía me mandó a dormir al sótano de mi casa, sus hijas se quedaron con las habitaciones junto con ella, desde entonces aprendí a cocinar para ellas, les limpiaba, perdón les limpi las habitaciones, el baño y la sala, me revele varias veces en contra de mi tía, negándome de seguir sus órdenes, a lo cual me encerraba en mi habitación sin comer ni beber nada en días, no podía ir al baño, me supieron tener una semana encerrada, a lo cual me deshidraté, me debilite mucho, tuvieron que internarme en una clínica, eso requirió muchos gastos por parte de mi tía, así que al volver a casa se las cobro una por una, al cumplir mis quince años todo mi mundo se vino abajo, mi tía tenía deudas de juego, no pagaba la las cuentas, pasábamos días sin ingerir alimento solo para que ella despilfarrar el dinero en sus juegos y en cosas innecesarias, entonces me uso como forma de pago. Me violaron, demasiadas veces, perdí la cuenta ya de cuantas veces fui usada y manoseada por hombres repugnantes, mis primas no podían decir nada, porque ellas iban a sufrir lo mismo que yo si se atrevían a abrir la boca, además ellas disfrutaban de mi sufrimiento porque atreves de mi cuerpo obtenían el dinero para darse todos los lujos."
Su voz se quiebra al final y sus palabras quedan flotando en el aire, sus ojos no tienen lágrimas, sólo están vacíos y oscuros, su semblante es tranquilo, su vista fija en un punto incierto frente a nosotros.
- Karen... yo sufrí algo parecido- la voz de la morena nos saca de balance.- se que duele, pero se que luego el dolor se va y se vuelve rencor, odio, lo mejor es dejarlo pasar, cada quien recibe su merecido a la larga.- afirma.
- ¿Qué te pasó?.- mi voz sale ronca, la curiosidad tiñéndola, Karen se acomoda contra mi costado, descansando su cabeza en mi hombro.
- "Era grande recién entraba en la adolescencia, cuando mi padre asesinó a mi madre, la apuñaló frente de mi, vi como mi madre suplicaba piedad, yo estaba atada en la baranda de la escalera, le gritaba que la dejará, la vi desangrarse, luego se fue, me dejo ahí atada con el cuerpo muerto de mi madre por días, días estuve frente al cuerpo inerte de la mujer que me dio la vida, días sintiendo como el mismo empezaba a larga un hedor espantoso. Hasta que la policía llegó a mi casa, creyeron que yo era la asesina, que me había atado, que fue todo armado por mí, me mandaron a la correccional de menores, hasta que cumplí los dieciocho años, mientras el animal de mi padre sigue suelto, lo último que supe de el fue que tenía una nueva mujer la cual estaba embarazada."
- Que hijo de puta.- la voz de Shawn sale con furia, mientras pasa su brazo alrededor de los hombros de la joven.
- Creo que mi historia no es nada a comparación de la de ustedes.- el nerd habla por lo bajo, acomodándose los lentes, y posando su vista en la morena.
- ¿Qué te pasó?- pregunta la misma.
- "No es nada fuera de lo común, sólo que crecí en un orfanato, no recuerdo nada de mis padres, lo único que tengo es el recuerdo de la voz de mi madre, tenía una voz melodiosa, dulce y tranquila, siempre me cantaba cuando niño para calmarme, también recuerdo su perfume, siempre olía a jazmines, lo único que no recuerdo es su persona, siempre que intentó armar su rostro y cuerpo en mi mente, pero no puedo, sólo es una imagen borrosa. En el orfanato no tenía muchos amigos, sólo unos cuantos, lo único malo que tuve o tengo no se si todavía está, es un álter ego, una segunda personalidad conocido como trastorno de personalidad múltiple, la cual fue por culpa de uno chicos del orfanato, me golpearon muy fuerte, tuve una fractura de cráneo, y unas costillas rotas, estuve tres meses internado, a partir de ahí cree una segunda personalidad, una fuerte, mala, llena de odio, la cual salía a flote solo cuando esos chicos venían a molestarme. Un día logré lastimar mucho a un compañero, logré fracturarle la pierna, eso me lo hicieron saber las maestras del lugar, me sentí tan mal, que tuve que ir a un psicólogo le conté todo, me desahogue de tanto con el hombre, y él me hizo saber sobre mi trastorno, todavía estoy bajo tratamiento."
- ¿Te digo algo?- habla el castaño de ojos marrones, Dylan asiente.- me esperaba todo, menos eso.- admite.
Unas risas leves salen de todos nosotros.
- Y tu Shawn, ¿Qué nos puedes contar sobre ti?- interroga la pelinegra entre mis brazos.
- Nada, tengo a mis hermanos, y mi madre, mi padre se fue de casa después del divorcio y nunca más lo volvimos a ver.- informa.
- Chicos.- la voz del profesor nos saca de balance.- he escuchado cada una de sus historias y los entiendo, se que están tan rotos por dentro, que la mayoría de la gente que quieren los traicionó, los decepcionó a tal punto de hacerles mucho daño, de dejar marcas permanentes.- habla ganándose nuestra atención.- pero no todas las personas son así, hay gente que nos daña, que nos lástima, pero también hay gente que nos ayuda a sanar, gente que nos cura nuestras heridas, que nos ayuda a levantarnos, a seguir y a veces esas personas están tan rotas como nosotros y estando juntos se ayudan a curar, a sanar, a veces solo hay que abrir los ojos y confiar una vez más, yo los entiendo, yo pasé por cosas parecidas.- admite, al tiempo que se sienta en el reposa brazos del sillón donde están ubicados Dylan, Shawn y la morena.- Miren todo lo que lograron, están aquí en este lugar hablando de sus vidas con gente desconocida pero a la vez tan igual, han progresado mucho, han logrado abrirse y de un modo inimaginable cerrar algunas grietas, para seguir adelante, mírense chicos, enemigos, de clases diferentes, pero de personalidades iguales, todos están aquí dispuestos a ayudarse, todos están aquí apoyando a una compañera que esta grave, si eso no es un ejemplo de amistad y de que no todo está tan mal como creíamos entonces no se lo que es, observen todo lo que han progresado en tan solo unas pocas semanas.- señala.
- No todos estamos aquí.- hay decepción en la voz de la morena.
- ¿Quién falta?- interroga Miley apareciendo en la sala junto con un Nash cargado de bolsas con comida.
- Yo pensé que estábamos todos- habla el ojos claros antes nombrado, depositando las bolsas en la mesa ratona de en medio.
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