dos

7.2K 423 266
                                    


Las batallas habían terminado, personas quedaban menos. Nina no dejaba de chillar y sonreír.

Se había acercado un chico a nosotras y habló algo con mi amiga sin que yo escuchara.

–¿Que te pareció Vir? –habló él desconocido.

Lo miré incrédula, no lo conocía y él sabia mi nombre.

–¿Esto? –señale a mi alrededor –Es un asco.

–Ehh wacha, tranqui.

–Vir –me llamo Nina –Él es Valen, un amigo mio.

Ni siquiera lo miré.

–¿Nos podemos ir?

–No sin antes ir a tomar algo –me interrumpió él individuo de nombre Valen.

–Obvio que si, Wos –respondió Nina.

–Obvio que no –le corregí.

–Voy a buscar a los pibes –se retiro, dejándome con mi amiga.

–Nina, yo te voy a matar, antes nos vamos y después te mato.

–Virginia, no te escucho, ¿que decís?

–Que me trajiste a este lugar lleno de personas fumando, drogándose y sabias que no puedo venir a lugares así, me podría a ver muerto –sentía ganas de llorar, realmente me había afectado venir.

–Pero no paso, ahora nos vamos a ir a tu casa y toda tranqui.

–¿A mi casa?

–Si, a tu casa con algunos amigos mios.

–¿¡Que!? No,no,no, ¿me estas jodiendo?

–¿Todavia no te relajaste nena? –escuche detrás mía.

Gire mi cabeza y no solo vi a Wos, con él estaban cuatro chicos más. 

–¡Hey!

Mi amiga abraza a cada uno de estos chicos, mientras yo me quedó parada sin decir nada.

–Hola hermosa –me saluda un morocho –Soy Ecko.

No respondo. Todos me miran.

–Ella es mi amiga, Virginia, les hable ¿se acuerdan?

–¿La virga?

Entrecierro mis ojos al escuchar esa pregunta. Mis dientes se aprietan con fuerza pero aún no respondo nada.

–Virgo vos –es lo único que sale de mi boca, mirando al rubio fijamente.

–No mamita, a vos te voy a desvirg...

–Paulo, ya esta –Wos lo interrumpe, tenso.

Esto era demasiada humillación. Por este motivo evitaba salir y juntarme con personas.

.

Un taxi nos había traído hasta casa, los amigos de mi amiga nos seguían en sus autos. Todo él camino, discutí con Nina pero al fin ella ganaba.

–Pasen –dije cortante.

Los cinco primeros ingresaron, él que falto de entrar fue él rubio del comentario machista y repugnante, quién se quedó mirándome en la puerta.

–¿Vas a pasar o que?

–Si –su voz era fuerte y segura.

–¿Por que no te gusta él freestyle? –preguntó Dam, él estaba sentado a mi lado.

–Lo único que hacen es decir insultos machistas y capacitistas –solté contra él.

–Algunos usan esos comentarios – Ecko murmuro hacia a mi –Otros usan cosas poéticas y lindas.

–A Vir no le gusta nada –escupió mi amiga.

La miré con cara mala y ella se disculpo en silencio.

Me acomodé en él sillón, donde estaba sentado junto a Dam; Nina y Wos, mientras que los otros tres, Mauro, Paulo y Ecko estaban sentados en él piso del living.

Jugaba con una pulsera que tenía en mi muñeca, hacia girarla de un lado a otro; la desprendía, la volvía a prender. ¿Que me tenía tan nerviosa? Solia hacer esas cosas cuándo algo me inquietaba.

La desprendí por ultima vez y está cayo al piso. No me levante, sólo me agache para buscarla, la remera que traía puesta se corrió para adelante y recordé...

¡No tenía nada debajo!

De golpe levanté mi cuerpo y lleve mi mano a mi pecho y lo apreté. Dirigí mi mirada a mi frente, mis ojos marrones se encontraron con unos ojos claros que estaban mirando fijamente mi pecho y luego se dirigieron a mi mirada, haciendo poner mis mejillas rojas.
Él rubio del comentario repugnante estaba sentado a mi frente y no dejaba de sonreír.

.

chica rara → Paulo Londra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora