chica rara → Paulo Londra

veinte

'Quizás sea de cobarde y estoy fallandote una vez más pero espero que sepas entenderme.
Es difícil para mí, una mezcla de sentimientos se atraviesan por mi cuerpo ahora mismo. Desde un principio supuse que no iba a encontrar mi príncipe azul, él hombre que me dijiera poemas de amor o quién realmente enseñara a amar de verdad porque en estos tiempos ya no hay nada de eso, pero cuándo te conocí todo cambio. Todo. Cambiaste mi mundo, hiciste que sintiera cosas que nunca sentí y te agradezco.

Recuerdo cuándo te conocí, en la plaza, dijiste una frases memorable (notase mi sarcasmo) cada vez que la recuerdo, sólo de mí sale una risa. Igual, agradezco que hayas hecho que me enojase, que riera, peleara y defendiera lo que tanto quería.
Probablemente este papel arrugado tenga algunas palabras desfiguradas y no se noten bien, ¿el motivo? estoy llorando y riendo sin cesar, porque causas eso en mi y muchas cosas más.

Estoy orgullosa de vos, de todo lo que estás logrando y que todavía te falta mucho por hacer. No cambies, sos un hombre de acero, verdadero, bondadoso, comprensivo, con mucho talento y si tengo que seguir describiéndote vas a estar infinitamente leyendo esta carta. Dijiste que encontraríamos una solución a este gran problema, pero no quiero que sea así, porque no quiero verte sufrir. No, no quiero eso.

No te olvides de mí. Yo no voy a olvidarme de vos, nunca. Y estoy rezando por volver a verte en algún momento, aún somos jóvenes y tenemos mucho por delante. Fuiste mi primer amor, mi único amigo, él primero que amé y todavía lo hago.

Te amo, Paulo. Y no lo olvides, no olvides que cambiaste mi vida y gracias. Gracias por todo.

Con mucho amor, tu chica rara, Virginia.

{...}

fin