diez

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A Nina se le ocurrió hacer una joda en mi casa, ya que sabía que esta noche mis papás salían de viaje.

Estábamos las dos acostadas en mi cama, cada una con su celular y escuchando Vete de Khea (la amo chax)

–Ya les avise a los pibes –grita sobre la música.

–Okey.

No quería que Paulo se cruzará con Matias, tenía la idea de que algo malo podría pasar entre ellos o conmigo.

.

La puerta de mi dormitorio se abrió agresivamente.

–¡Baja ahora! –gruño mi amiga.

–Ni loca, mira lo que me hiciste poner –señale la ropa.

Nina eligió mi look, un vestido rojo corto que está pegado a mi cuerpo y me puse mis vans negras.

–Estás muy sexy, dale vamos.

Agarro mi codo y me sacó de ahí. Me solté de ella cuándo empezamos a bajar las escaleras.
Lleve mis manos detrás de mi espalda cubriéndome él trasero.

Un silbido se oyó en toda la casa, alce la viste y vi de quién se trataba.

Ecko.

Le sonreí y él me guiño un ojo.

No encontré la mirada de Paulo, porque él estaba viendo otra cosa. Estaba mirando a Matias.

–Hola –lo saludé llegando a Paulo.

Este me miro y me agarro de la cintura, haciendo chocar su cuerpo con él mío.

–¡Marcando territorio! –el comentario provino de Wos y todos rieron.

–Ese vestido que queda tan bien, pero –susurro en mi oído –Me dan ganas de sacártelo.

Reí por su dicho y enrede mis manos en su cuello. Lo abrace y sentí su mano bajar por mi espalda hasta caer sobre mi culo.

–Paulo... ahora no.

–¡Virchu! –una voz hizo que me separará del rubio –¿Donde pongo estás botellas?

Matias señalo las cervezas.

Escuche a Paulo soltar un suspiro.

–Ahora vengo –le dije y asintió.

En camino hacía la cocina, salude a algunos chicos que no conocía, mientras que Ecko me los presentaba.

–Estas linda wacha.

–Gracias Mati, vos también estas lindo.

–Perdón por lo de ayer, no quise que te sintieras incómoda –murmuro penoso.

–No pasa nada Ecko, posta –toqué su hombro –Tranqui.

–No quiero tener problemas con vos ni con Paulo –continuó.

–Hey –mis manos pararon en sus mejillas –No paso nada, en serio.

–Vir... es que va a pasar –fruncí mi ceño.

–¿Eh?

De un momento a otro, estampó sus labios con los míos, formando un beso cálido pero ligero.

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15 votos y continúa.



chica rara → Paulo Londra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora