chica rara → Paulo Londra

dieciséis

{Virginia}

Mi pierna subía y bajaba con rapidez. Nina me miraba sin entender.

–¿Que carajos te pasa?

–Nina... –me quedé callada.

Tenía miedo de decirlo, hasta de pensarlo.

–Vir, estas pálida ¿te hicieron algo?

–No, pero...

–¿PODES TERMINAR DE DECIR LO QUE QUIERAS DE UNA VEZ POR TODAS? –exclamo con frustración.

Solloze en seco.

–Me-me tendría que... haber venido

La boca de Nina de entreabrió.

–Vir... –se agachó tomando mis rodillas –¿Estas segura?¿No se cuidaron?

No le contesté.

De mis ojos caían miles de lágrimas, mientras que Nina me consolaba.

–¿Sabes que vamos a hacer? –me sonríe –Vamos a ir al ginecólogo y después nos comemos unas ricas hamburguesas.

Mi cabeza bajo y subió asintiendo, aún lloraba y sollozaba pero más calmada.

En él médico, me hicieron algunos estudios y me pidió que volviera en unas tres horas, así que mi amiga me llevo a comer.

No le dije nada a Paulo, en realidad temía de su reacción, fue él motivo por que no le dije.

–Todo va a estar bien –una y otra vez, me decía Nina con una sonrisa.

–No quiero pensar, por favor –le pedí y asintió –Contame como te va con Dani.

–Ay amiga, nunca me enamoré así –murmuro embobada –Me trata bien, me acompañada y apoya, me siento tal bien a su lado...

–La primera vez que te veo tan boba –reímos.

–Vir, ¿Paulo sabe?

Un suspiro sale de mi boca. Apoyo mi mano en mi mejilla y bajo la mirada.

–Si... pasa –ladeo la cabeza –Le voy a decir.

Y si no, me lo llevó a la tumba.

{...}

Le muestro una sonrisa al doctor, este tenía él sobre en sus manos y también me sonreía.

–Señorita Virginia.

Mis manos tiemblan cuándo agarro él sobre. Siento a mi amiga abrazarme por la espalda.

Sacó él papel de adentro, lo analizo y no lo entiendo mucho ya que no se leer análisis, pero veo debajo de todo algo.

'Negativo'

Cierro los ojos con fuerza y abrazó a mí amiga.

–Gracias doctor –también lo abrazo y él señor de unos cuarenta años ríe.

–Usted es joven para ser madre, me alagra que él resultado le agrade –dice este –Aquí le dejo unas pastillas diarias, para que su ciclo vuelva y se regule. ¡Y no olvide cuidarse si no quiere ser madre aún!

–Muchísimas gracias señor, espero verlo en mucho tiempo no ahora.

Él doc se ríe y se despide.

–¡Que alivio!

Saltó sobre mi amiga.

–Ahora en serio Vir, cuidate –suelta en un largo suspiro –Casi me muero yo también, ya me imaginaba vos diciéndole a tu papá.

–Ahora es serio, Nina –me burló –Nada sale de esa bonita boca, ¿okay?

–Le tendrías que decir –niego –Las mentiras tienen patas cortas.

–No le estoy mintiendo –contraataco –Estoy ocultando algo que nos podría a ver cambiado la vida.

Ella alza sus hombros no tan convencida.

No.

Paulo no puede enterarse.

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hello cotto ahre

les vengo a decir que mañana me voy de vacaciones😎 y que no creo poder actualizar, así que les dejo este capítulo. Puede que mas tarde publique otro pero no lo confirmó.

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