7 La Lista

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Géneros cruzados 7

"la lista"

Estaban de mal humor, un muy mal humor.
En todo el tiempo que habían invertido en buscar a cada persona y artefacto que los pudiera ayudar, solo se habían topado conque nada ni nadie tenía suficiente poder o conocimiento como para serles de utilidad.
Recorrieron gran parte de Japón de un lado a otro y con cada fracaso ellos se irritaba aún más.

La última persona que visitaron lea dijo lo mismo que los anteriores, su poderes solo los afectaría de forma individual y ellos necesitaban algo que los afectará juntos para que el hechizo se rompiera, de ese modo solo quedando la opción de cazar a la nueva extensión de naraku y obligarlo a deshacer su hechizo.
Bueno...

En realidad había otra cosa por intentar en la lista, pero kagome no había dicho nada y lo había descartado en el momento en el que el árbol sabio lo había susurrado a su oído.
Jamas
JAMÁS sucedería.
Prefería pasar su vida siendo un hombre a morir por su insistencia de ser mujer a manos de su acompañante.

Estaba exhausta física y mentalmente así que sesshomaru se detuvieron en un prado y decidió acampar ahí, ya era muy de noche y sabía que el humano no tenía tanta resistencia como los youkai, kagome estaba tan cansado que apenas tocaron suelo se acomodó en el pasto y se durmió profundamente dejando que las cosas pasarán a su alrededor mientras en sus sueños trataba de hallar una solución a sus problemas.

Se preguntó donde estarían sus amigos, qué habría pasado con inuyasha y kikyo, se preguntó si ya la habrían olvidado por completo y a pesar de que no habían pasado más de 17 días, se preguntó si la extrañarían siquiera.

Estaba triste, por más que se esforzará en sonreír, la verdad era que en el fondo era la más desdichada, su mente daba vueltas y ataba cabos sobre todas las veces que inuyasha desaparecía y sus amigos la distraían con alguna tontería, seguramente era para que ella no notara que el hanyou se iba con su cadáver y disfrutaban de un tiempo a solas, se sentía traicionada por ellos, se supone que eran amigos!!!
Y, aun así, no le mostraron la verdad, la mantuvieron ciega ante la traición, la distrajeron y manipularon a su antojo, claro, después de todo ella era la única que podía ver los fragmentos sin que se preocuparan de que se los entregara a naraku como la otra sacerdotisa.
Kikyo.

Estaba mal odiar a alguien?
Ella tenía muchos motivos para odiarla y seguramente le darían razón de hacerlo, pero seguía en su afán de ser una chica buena, pura e inocente, quizá eso era lo que la había condenado, quizá de haber cedido a inuyasha éste la hubiese elegido a ella y no a kikyo, de no haber sido tan ingenua y estúpida, no habría roto la perla, no habría huido, no habría confiado en ello, no hubiese sido lastimada y no hubiera conocido a sesshomaru....

Sesshomaru....

Él, sorprendentemente, era el único en quien confiaba ahora, no al 100%, pero ciertamente era más digno de su confianza que el resto de los que la rodeaban.
Él era un caballero en toda regla, no atacaba por la espalda, siempre lo hacía de frente como un hombre y a pesar de las múltiples ocasiones en las que habían luchado como enemigos, él nunca la mató, no era que ella fuera tan fuerte sino más bien, él quizá nunca tuvo intensión de dañarla y el único motivo por el cual eran enemigos se trataba de inuyasha.

Sin él en medio, ambos habían convivido mucho y se habían ayudado mutuamente, no se insultaban ni peleaban, nos más de lo que harían dos buenos amigos o hermano, peleas sin sentido por cosas absurdas que al final olvidaban de inmediato, él no era desconsiderado pies, la cargaba aunque se viera extraño, siempre iba delante suyo como protegiendola del peligro, no le gritaba, no le daba órdenes por capricho, no la insultaba, no le exigía nada ni tampoco renegaba de lo que ella le daba, se comía todo lo que ella le diera sin dudarlo y con mucha educación sin dejar migajas siquiera, no decía nada pero, sin duda eso ya era mucho para ella.

Había aprendido a ver en él a un buen amigo sin inuyasha cerca de ellos para arruinar el humor con sus imprudencias, sesshomaru era tan diferente, tan educado y fino, era un príncipe en toda regla y tras pensar mucho en él decidió que no estaría mal involucraron en sus sueños así que se imaginó junto a él.

Sus manos con garras pasando delicadamente por su cuerpo, sus labios rozando los suyos suavemente, su cabello blanco callen donde a un costado como una cortina ocultando el beso prohibido entre ambos, su cuerpo musculoso y pesado sobre ella mimandola a salirse con la suya, tan caballeroso y delicado que haría quedar en ridículo a cualquier otro hombre del mundo.
Fuerte y elegante, un caballero cuidadoso de cada movimiento, cada roce, cada caricia entre ellos, su respiración al oído y su voz grave susurrando su nombre, llamándola.
"kagome...... Kagome.."
-hey, miko. - había dicho en un tono más alto.

Kagome abrió los ojos, sentía frío y calor al mismo tiempo, tardó un par de segundos en identificarlo, él la miraba desde encima de ella, parecía intrigado y concentrado en mirarla.

Entonces cayó en cuenta de que estaba despierta.

Que él era nuevamente un hombre.

Que ella era una mujer

Y que ambos estaban desnudos uno sobre el otro.

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