13 Siendo Un Demonio Cruel

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"siendo un demonio cruel"

Se había quedado frotando su mejilla enrojecida mientras se recriminaba a sí mismo lo que había hecho, acababa de causar una gran herida al corazón de la miko, y por desgracia tendría que romperlo por completo para que ella pudiera abrir los ojos.

No tenía caso darle tiempo pues eso solo la haría sufrir el doble, era mejor terminar con todo de una vez, aunque fuera demasiado cruel de su parte abrirle los ojos de esa manera, tomó sus cosas y se vistió siguiendo el rastro de la chica, en esas condiciones no había ido muy lejos de ahí.

Luego de un breve tiempo caminando la halló tirada sobre el pasto llorando desconsolada y aún semidesnuda, no tenía ánimos para siquiera vestirse de nuevo con aquel kimono negro, esta desesperada y adolorida.
¿Por qué sesshomaru había hecho eso?
Ella le había depositado su confianza y asi había terminado.

De todas las personas.... Porque tenía que ser él quien la traicionara?!

-miko.-dijo esa voz fría desde atrás..
-cállate! Te dije que no quería volver a verte, déjame en paz!!! - le gritó ella sin atreverse a mirarlo, tan solo se medio acomodó la ropa para no ser tan exhibicionista.
-hay algo que debes saber.
-no quiero escucharte más!!! - le gritó cubriendo sus oídos con ambas manos, estaba actuando como una niña pequeña y no le importaba, el demonio se acercó a ella y la hizo voltearse para darle la cara, le quitó las manos de los oídos por la fuerza y la tiró al pasto obligandola a escuchar..
-me vas a escuchar aunque no quieras! Inuyasha y la mujer cadáver te han estado viendo la cara durante meses! Todos los sabían, incluso tus amigos sabían de sus encuentros y nadie te dijo nada.
-no! No quiero escuchar!
-todos te traicionaron, por eso hice lo de hace un momento! Era necesario para que inuyasha te dejara en paz..
-no, mentiroso!!!
-él nunca te quiso, solo te usaba para recolectar los fragmentos sin arriesgar a la otra mujer, siempre te mintió, todo lo que te dijo fue mentira!!!
-ya basta! Por favor no sigas!!
-no hasta que entiendas! Ellos solo te usaban para su propio beneficio, tu nunca les importaste!!!!
-LO SÉ!!
gritó ella de repente, eso sorprendió más al demonio que la bofetada que ella le había dado momentos atrás, entonces la vio romperse por completo, casi pudo jurar haber escuchado el sonido de su corazón ser roto en mil pedazos, todo a causa de él y sus crueles palabras.

Pero no le importaba estar mintiendo, no le importaba estar lastimandola en ese instante si después le ahorraba el sufrimiento de ser lastimada mil veces más a causa de las mentiras de sus compañeros.
-lo sé, lo supe aquel día... Cuando nos hechizaron a ambos. - dijo ella lastimosamente, el dayoukai la soltó y dejó que se incorporara. - esa noche yo.... Lo sorprendí junto con kikyo en uno de sus encuentros a pesar de que mis propios amigos trataron de distraerme para que no me diera cuenta de ello, aun así yo los busqué esperando no encontrar lo que finalmente vi, entonces salí corriendo de ahí y... Por azares del destino terminé en la trampa de la extensión de naraku.

Entonces ella ya lo sabía?!!!! Y aun así él había....

"maldición" se había dicho a sí mismo el albino mientras apretaba los puños, esa mujer... Todo este tiempo él no se había percatado en lo más mínimo de lo que ella sentía y acababa de hacerla sufrir todo aquello una segunda vez.
Le parecía imposible, ni una sola vez ella había llorado o demostrado algún signo de debilidad, sonreía como lo hacía cada que se topaba juntos por alguna razón, siempre luciendo amable y decidida a ayudar a los demás.

Aún recordaba todas las veces que su protegida, rin, había recibido obsequios de ella, dulces, ropa y alguno que otro adorno para el cabello, al principio le irritaba tenerla cerca pero luego fue de lo más común al ver que incluso les enviaba obsequios a su sirviente yaken y a él mismo, aunque no lo demostrara él siempre guardó cada uno de los presentes como cortesía hacia ella.

-pensé que tu no...
-no soy tan estúpida como todos piensan!! Por supuesto que lo sabía!! Hace mucho comencé a sospecharlo pero.... No quería creerlo, intenté justificarlo hasta que un día ya no pude, ese fue el comienzo de nuestras peleas, él quería que yo soportara cosas que simplemente iban más allá de mi tolerancia y me negué.
-es por eso que tú...?.
-todas las veces que casualmente me encontraba con ustedes... Era porque había huido de inuyasha, porque estaba segura de que si me quedaba terminaría purificandolo.
-por qué no los dejaste entonces?
-porque a pesar de todo, hacíamos un buen equipo al momento de pelear, ¿realmente crees que yo sola podría andar por este mundo que desconozco? No importa que tan fuerte sea, sigo siendo una chica de 17 años, no puedo purificar a los bandidos o a los violadores, tampoco puedo rastrear a naraku de manera eficaz, terminaría muerta antes de enfrentarme con él y ¿a quien se supone que debía acudir si los dejaba?!!

"a mi" pensó el dayoukai.

-ahora es diferente.
-si? Que es diferente?! Estoy sola! Y seguramente inuyasha se encargará de regar los rumores sobre lo que hice por todos lados!! Que crees que le hacen a una sacerdotisa que a traicionado a su especie para acostarse con un demonio?!!!
-nosotros no..
-no importa que eso no haya pasado!! Él irá gritándolo a los cuatro vientos como si fuera cierto! No entiendes en el grave problema que me acabas de meter!!
-ni tienes porque volver con ello ni viajar sola.
-no puedo simplemente volver a mi casa.
-me refiero a que viajes conmigo.
-contigo?! Sesshomaru ambos sabemos que odias a los humanos, hasta hace poco ni siquiera tolerabas mi presencia.
-déjame protegerte, soy mucho más fuerte que el híbrido, lo sabes,  además no es como si fuéramos a permanecer juntos toda la vida, solo hasta que el asunto de naraku termine, hasta que tu puedas regresar a tu mundo, hasta entonces, quédate conmigo.

Aquella declaración casi pudo ser tomada como una confesión de amor, de no ser él sesshomaru y ella kagome, podrían jurar que lo que estaban haciendo era una especie de reunión romántica entre amantes, una declaración de amor.

Menos mal que ambos sabían que eso no podía ser, ella era una miko y él un dayoukai, las caras opuestas de la moneda,

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