Especial Navideño.

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"Amor, tiempo, muerte. Empecemos por allí"


Noche buena estaba cerca y Alan necesitaba comprar la comida para la cena sobretodo los ingredientes principales que llevaba el pavo, ese año quiso hacerse cargo de todo porque antes lo hacía su madre ahora él tomó su lugar era triste que ella no estuviese presente pero la vida es así, unos se van y otros se quedan sintiendo su ausencia. Tendría la ayuda de su padre, pero se lo complicó por problemas de la empresa y no le quedó de otra que asistir.

Se encontraba en el supermercado que estaba a la vuelta de la esquina del departamento, el carrito estaba algo lleno ya que sus invitados eran varios incluso le dio tiempo de poder comprar los regalos de navidad, por un momento se quedó pensativo recordaba a su madre Alicia aún la extrañaba mucho sonrió y prosiguió en su compra de último momento. Finalmente pagó todo lo que compro y camino hacia la salida en donde tenía cerca su carro, una fuerte rafaga de viento golpeo su rostro era muy frío y logro sentir como pedacitos pequeños de nieve se pegaron a su rostro, pensó que debió haberse traído su bufando pero ya era algo tarde para quejarse.

El 2017 le trajo cambios positivos donde conoció por primera vez el amor, logró reconciliarse con su padre, fue admitido en el hospital psiquiátrico donde siempre quiso estar. Obviando las locuras de Cristina que les hizo pasar malos momentos, pero ese tipo de recuerdos se guardan y no se recuerdan tanto para no atormentarse por muy malos que sean, esa chica no tenía a nadie quizás en su momento fue feliz o tal vez nunca lo fue.

Vació el carrito de compras metiendo todo en la cajuela, la cerró para luego alejar el carrito del supermercado. Se subió a su auto para irse a su departamento en donde Camilo y Clarisa estaban arreglando y decorando con luces para que luciera muy navideño, cogió su celular y realizó una llamada para preguntar qué tal iba la decoración.

—Cariño, ¿qué tal va la decoración?

—Vamos bien, ya Clarisa y yo terminamos de decorar el árbol, estamos ahora con las luces. Es cuestión de ordenarlas bien y encenderlas.

—Maravilloso, voy en camino, solo es cuestión de minutos para que llegue.

—Esta bien, te espero.

Como eran muchas bolsas de compras tuvo que requerir ayuda y fue su mejor amiga en su ayuda, mientras iban en el ascensor ella le explicaba que le dolían los pies por estar tanto tiempo de pie sin descansar, que debía darle el mejor banquete navid...

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Como eran muchas bolsas de compras tuvo que requerir ayuda y fue su mejor amiga en su ayuda, mientras iban en el ascensor ella le explicaba que le dolían los pies por estar tanto tiempo de pie sin descansar, que debía darle el mejor banquete navideño que tenía pensado preparar, ambos rieron por ese chiste de ella. Al entrar al departamento todo estaba lleno de luces se podía sentir el espíritu navideño dentro, todas las bolsas la fueron desempacando unas lágrimas recorrieron su rostro, ambos se dieron cuenta de que estaba llorando aunque no eran de tristeza sino de felicidad, se limpia rápidamente para que no se den cuenta pero ya era demasiado tarde.

—¿Qué sucede?—Pregunta Camilo tocando su mejilla con ternura.

—Estoy un poco sentimental, ver todo esta decoración tan linda me recuerda a mi madre—responde sonriendo.

—Te quiero.

Se abrazan un rato y continúan con lo que estaban haciendo anteriormente, mientras estaban ocupados haciendo los preparativos se aparece Ricardo con su amigo Fernando no tuvo tiempo de preguntar el día anterior por eso aprovecho en ese momento para preguntarle si podía quedarse, aunque el chico estaba un poco nervioso porque sentía que estar ahí no era debido.

—Tengo una petición primo, ¿habrá problema de que Fernando pase la noche buena con nosotros?

—Claro que no, puede estar con nosotros.




Nueve de la noche todo estaba completamente listo solo faltaba que llegaran los demás invitados mientras que ellos se vestían, Alan estaba vestido solo esperaba que su novio y prima terminaran de arreglarse, estaba algo cansado por eso quiso tomarse unos minutos para luego preparar la mesa de la noche.

—¿Cansado?—pregunta Rodrigo.

—Un poco, desde la mañana llevo en la calle comprando todo para la nochebuena.

—Me hubieses pedido ayuda, mamá quizás se nos hubiese unido.

El timbre interrumpe su conversación Alan supuso que era su padre se levantó y fue así, como él vestía con suéter navideño con un pantalón casi del mismo color traía consigo una botella de vino y otra de champaña. Se saludaron y entraron al departamento, en cuestión de minutos llegaron los demás entre ellos estaban los abuelos de Camilo y Edgar el doctor del psiquiátrico.

Todos estaban comiendo y riendo sobre algunos chistes de Santino, en ese momento Alexander se levanta para decir unas palabras:—Buenas noches a todos, estas palabras a mi hijo Alan Paolo tenía tiempo que no te llamaba por tu segundo nombre, todo este año y parte del anterior estuve mal por la muerte de mi esposa pero tuve la fortaleza de remediar mis errores del pasado—toma aire—esta noche quiero hacer un brindis por mi hijo y su novio, estoy muy orgulloso de lo que has hecho hijo.

Aquellas palabras le tocaron el corazón a Alan se levantó de su silla para darle un abrazo y decirle:—Gracias papá, te quiero y amo mucho.

El intercambio de regalos estaba por empezar por eso todos comenzaron a sacar sus bolsas de regalo, todo era risas y abrazos en ese momento mientras todo estaban recibiendo regalos Alan se aleja un poco de ellos para salir al balcón y tomar un poco de aire fue entonces que miro el cielo para expresar algo que tenía un poco retenido:—Todo salió bien madre, te extraño mucho incluso mi papá también, supongo que debes estar sonriendo por la cena que hice. Gracias por darme la vida, por hacerme feliz cuando estuviste, te amo.

—¿Todo bien?—interrumpe una voz conocida.

—¿Edgar?—pregunta.

—Sí, noté que te saliste del departamento, pensé que ocurría algo.

—Estoy bien, solo necesitaba tomar un poco de aire.

Estuvieron hablando un poco y riendo sobre anécdotas del trabajo hasta que Camilo salió para interrumpirlos, el castaño sentía algo de celos cuando Alan estaba cerca de Edgar por eso decidió salir y marcar algo de territorio.

—¿Todo bien por aquí?—pregunta interrumpiendo su conversación.

—Si amor, solo estaba recordando un caso gracioso en el hospital—responde Alan.

—Bueno será mejor que entre al departamento, nos vemos al rato.

—Siento celos cuando estás con él—le habló al oído a su novio.

—Lo note desde hace tiempo, solo tengo ojos para ti. No te cambiaría por nadie.

Algunos fuegos artificiales invadieron el cielo dando entender que ya era navidad, ambos se quedaron un rato observando hasta que Alan le dijo:—Feliz navidad amor.

—Feliz navidad cariño.

Corren para entrar al departamento y dar el saludo a todos de feliz navidad, mientras celebraban a Alan se le ocurrió una idea de tomarse una foto grupal. Todos buscaron lugar para salir, sin duda fue una noche llena de alegría una que otra lágrima de felicidad lo importante de todo es que logro sentir felicidad de nuevo a pesar de la ausencia de su madre, porque lo importante es avanzar por más duro que sea la vida sigue y no se detiene por nadie. 

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora