Capítulo XXII: Rescate.

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Alexander estaba al borde de la locura porque recibió la peor llamada de su vida, su hijo estaba secuestrado y lo que pedían era un pago sumamente alto que podría dejar a la empresa en la quiebra. Caminaba por todos lados y rascaba la cabeza pensando que iba hacer, el padre de Clarisa le comenta que se calme que debe recordar que su salud también estaba en juego.

—¿Cómo me calmo James? Si mi hijo fue secuestrado, incluso una loca estuvo torturando, mientras hizo el intercambio con Samuel.

—Lo sé, pero lo que quiero hacerte entender es que no te exaltes porque eso le hace daño a tu corazón.

—Estaré tranquilo cuando tenga a mi hijo conmigo y a mi sobrino igual.

Él sabía que su estado de salud era crítico pero debían entender que ningún padre estaría tranquilo hasta ver a su hijo en casa, su celular suena al atender tienen la esperanza de escuchar la voz de Alan pero no fue así aquella voz masculina era la de Samuel, se reía de Alexander al nombrar a su hijo.

—Lamento decepcionarte Alexander, te llamo para decirte que sólo tienes veinticuatro horas para entregarme el dinero que te pedí, no hace falta que te recuerde que debes ir solo, si llego enterarme que la policía está contigo mato a estos tres muchachos.

—¿Por qué Samuel?—le pregunta.

—No te hagas el imbécil, la razón es una: Alicia tu mujer, me la quitaste sabiendo que yo intente conquistarla. Por eso tomé a tu hijo como rehén, incluso yo provoque  que estuvieras mal. Pendiente de tu celular, que te mandare foto de tu hijo.

—Espera.

Ya había colgado la llamada, debía tomar una decisión cuanto antes porque la vida de su hijo estaba en peligro, su hermano le pregunta qué sucedió le pregunta que si impuso alguna otra condición, este se negó aún seguía queriendo tener el dinero. La policía logró rastrear la llamada, se supo que estaban ubicados a las afuera de la ciudad. El comandante le explicaba que podría engañarlo, claro ellos no estarían a su lado solo estarían escondidos para luego hacerle una emboscada.

Su celular recibió una notificación al revisarlo vió a su hijo amarrado y amordazado al igual que su sobrino, en el pie de la foto explicaba la dirección y le recalcó sobre el tiempo de entrega del dinero. Alexander no quería esperar un día más por eso tomó la decisión de sacar del banco la cantidad que le pidió Samuel, su hermano no estaba de acuerdo con tal decisión no le quedó de otra que aceptarla porque la vida de su hijo también estaba en peligro.

Le dieron un chaleco antibalas en caso de que fuera a recibir un disparo por parte de Samuel, le dieron su maletín con el dinero le explicaban que no se lo diera hasta tener a su hijo y a los demás a su lado, asintió por lo que le dijeron y salió de la casa al entrar a su carro respiro profundo para luego arrancar y salir en busca de Alan. 

 

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ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora