I

1.9K 170 6
                                    


El ambiente pesado se sentía en toda la casa. No encontraba manera de calmar los mareos repentinos ni el sofoco que causaban tanto el calor como la anemia que la atacaba constantemente.

Qué mortal combinación. Sentía que en cualquier momento caería desmayada en los pasillos de esa fachada antigua que no contaba ni con un ventilador de techo... Pero tenía en claro que no era necesario eso allí, al menos no para los dueños de la casa; seguro que era la única que estaba sufriendo la muy adelantada llegada del verano.

"Ellos no tienen corazón..., no sienten el calor," recitó en su cabeza mientras se apoyaba en la pared nuevamente y tomaba su cabeza entre sus manos. Las punzadas cada vez más molestas.

Sin embargo, lo que les irritaba a los peculiares hermanos Sakamaki era la potente luz que se colaba entre las ventanas, las cuales siempre permanecían cerradas... Y era ella, de nuevo, la única que debía soportar las consecuencias de ello.

"Moriré si no respiro aire puro."

Con demasiado esfuerzo, al fin llegó al vestíbulo de la mansión. Encaminándose a la puerta principal, fueron solo unos pasos antes de sentir una mano en su hombro que la obligó a detenerse.

Volteó preocupada de su salud, perdiendo lentamente la fuerza que le quedaba y rindiéndose a lo que le deparaba.

─¿Subaru? ─murmuró, débil, esperando que su vista se aclarara para confirmar que esa cabellera blanca no era otro que el menor de los hermanos con los que convivía.

─¿A dónde vas? ─No fue la pregunta que se esperaba; más bien, ni siquiera esperaba que le preguntara algo, sólo se imaginó siendo aprisionada por esas pálidas manos mientras su cuello empezaba a doler.

Se obligó a contestar, forzando la voz para que salga comprensible y no causar molestias innecesarias.

─Afuera, no me siento muy bien. ─Se llevó la mano a la cabeza, esperando que se notara su malestar por si su cara pálida y su cuerpo tembloroso no dijeran algo.

Aún siguieron las sorpresas cuando el joven sólo se limitó a asentir, como si le diera permiso de continuar, pero antes de eso, continuó la conversación.

─Toma esto.

Yui reconoció rápidamente el familiar envase donde estaba su "jugo especial," el que le habían asignado a beber luego de hacer su rol de desayuno, almuerzo o cena de alguno de ellos.

"El alimento para el otro alimento." Suspiró, mientras lo tomaba sin muchos ánimos y sin decir gracias... Ellos no necesitaban que se les dijera eso, tampoco les importaba.

─Y has el favor de regar los rosales, ya sabes donde están las cosas para hacerlo.

─Está bien.

─Hazlo bien si no quieres problemas. ─Y solo le bastó parpadear para no ver más al chico frente a ella.

Soltó otro largo suspiro, sintiéndose aliviada porque tendría un solo momento de libertad, ya que era eso, un momento de paz para Yui, la cautiva fuente de sangre atrapada en las manos de seis vampiros sádicos y hambrientos.

She's Gold (Diabolik Lovers Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora