Capítulo 17.
Estofado de pescado.
Juraba poder oír el latido de su propio corazón, fuerte y acelerado, y probablemente Mauricio también lo escuchaba, porque le miró a través del espejo retrovisor y dijo con una sonrisa fraterna, —tranquilo, estará bien.
Jared asintió, obligándose a mantener la calma.
Minutos antes, Mauricio había intercedido por él, de manera que el lobo de Julián permitió que se acercase y tomará entre sus brazos a Duncan, quien permanecía en su forma canina, inconsciente. El joven médico había revisado rápida, pero minuciosamente, al cuadrúpedo, siendo su diagnóstico satisfactorio: Duncan sólo tenía una pata trasera herida y algunos rasguños superficiales, su "siesta" seguramente se debía al cansancio y estrés de lo ocurrido recientemente, pues Mauricio bien sabía que Duncan no había tenido apetito y no había podido conciliar el sueño en los últimos días. Ahora los cuatro iban en una camioneta, conducida por Mauricio, Julián con un semblante muy serio en el asiento del copiloto, mientras Jared se aferraba al lobo de Duncan en los asientos de los pasajeros. En cambio, Amín, Alex y Johan iban unos metros más adelante, en un auto más grande, donde trasportaban a los cuerpos de los coyotes: uno vivo, otro muy mal herido y el tercero muerto por arma de fuego.
Poco después de la media noche, Omar vio llegar la camioneta que le había asignado a Amín, pero al ver que de ella bajaban como pasajeros Alex y Johan, de inmediato el beta bajó los pocos escalones hacia el estacionamiento, y pronto una segunda camioneta aparcó, de donde descendió Julián, el hermano mayor de Bernardo, y su pareja. Antes de que siquiera pudiera solicitar más detalles de lo sucedido Amín le explicó de manera concisa los hechos, sin perder mucho tiempo, el primer beta ordenó a los demás miembros que le siguieron desde el interior del edificio que trasladaran los cuerpos y prisioneros donde correspondía, en el caso de Duncan no fue necesario asignar un grupo de apoyo, pues con Julián, Mauricio y Jared seguramente estaría bien atendido. Cuando el recuento de los hechos finalizó, Omar definitivamente pensó que había sido algo inesperado, pero por alguna razón, el comportamiento de Duncan no le sorprendió mucho.
Dispuesto a delegar las demás tareas que los hechos recientes implicaban, Omar se encaminó hacia la oficina principal, pero fue interrumpido por el más joven de la alineación.
—Señor, ¿puedo hablar con usted, en privado?
—Lo siento, ahora no— contestó e hizo amago de rodearle para continuar su camino.
—Es importante— Johan se interpuso.
—Estoy ocupado, hay que organizar la búsqueda del otro intruso, porque según los testigos existe uno más, y-
—¡Por favor!— interrumpió insistente en casi un grito.
Omar levantó una ceja y le dio una dura mirada.
El menor pareció darse cuenta de su osadía, pero no retrocedió, sólo reguló su tono de voz y bajó la cabeza, —por favor, es muy importante.
El beta suspiró, miró su reloj de pulsera y dijo: —sólo puedo ofrecerte un par de minutos— y continuó su camino hacia la oficina, seguido de Johan.
...
..
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Jared atravesó la puerta corrediza, ingresó al balcón y miró al horizonte, pronto los rayos de sol desaparecerían para dar paso a las estrellas, sin duda era una bonita tarde, desafortunadamente él no se sentía bien para disfrutarla. Suspiró y se apoyó en el barandal, pensando en el giro inesperado de la situación, en cómo todo había ocurrido y lo mucho que su desempeño dejó qué desear. Siempre se había jactado de su buena puntería, gran sentido de la responsabilidad y eficiente trabajo en el campo; pero cuando vio a Duncan en desventaja se paralizó, lo sabía, porque de otra manera, si él hubiera hecho bien su trabajo, Julián no hubiese tenido que intervenir; lo peor fue cuando el coyote sometió a Duncan, tuvo mucho miedo y rezó por no fallar el tiro debido al temblor de sus manos.

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Sunlight
WerewolfDespués de todo el revuelo que la boda arreglada de Julián causó, finalmente las cosas se resolvieron de manera satisfactoria: Julián y Mauricio viajarían a la capital para que este pudiera concluir sus estudios, eso era una exigencia por parte de A...