Prólogo: La Voluntad de Vivir

107 1 0
                                    



Es de mañana en la ciudad de Ma'adim. A medida que el Sol sube en el cielo, las personas comienzan a recorrer las calles apedradas de la metrópoli. Con una atmósfera arenosa, el planeta se levanta de su letargo nuevamente, gracias al Sol.

Con edificios montañosos, y torres azuladas por sus vidrios, los edificios comienzan a elevarse del suelo, donde eran guardados por compuertas, y extenderse a lo largo y ancho de espacios enormes.

Un par de niños, en el parque del centro del domo, vestidos de harapos de tela, se dedican a pedirle dinero a todas las personas que pasan.

—Gracias, señor. Mira, Nefraiot.

—Bien hecho —Le acaricia la cabeza— . Con esto tendremos un par de días más. —

Nefraiot y Raquel se conocían desde hacía mucho tiempo. Este sabía que tan impredecible era. Aún así, no pudo evitar ganarle cariño. Solo el apoyo mutuo los ayudaría a sobrevivir. Raquel sabía que, sin su ayuda, tal vez no podrían sobrevivir tan fácilmente.

Siempre que Nefraiot se esforzaba por dinero, la gente le daba mucho menos que a su compañera. A veces, tan solo anhelaba que tal trabajo terminara.

Disimuladamente, un señor pasa, tomando de la mano de Raquel la bolsa llena de pines de poco valor. Nefraiot se da cuenta, y Raquel se voltea.

—¡Hey, devuélvenos eso!

—Como sí lo necesitaran. Los que roban son ustedes.

—Señor, no queremos problemas. Raquel, déjalo.

—¡NO! ¡Es nuestro dinero! ¡Dánoslo!

Raquel se abalanza contra el señor, pero este la toma por el cuello. Nefraiot corre, intentando salvarla, pero es pateado hacia una fuente cercana. Raquel después es golpeada contra el piso. El hombre, enojado, se acerca hacia Raquel.

Para ella, quien intenta levantarse, este hombre es una enorme muralla. Aterrada, se arrastra lejos del señor. Nefraiot, aturdido, intenta levantarse para ayudarla.

—Por eso le llaman "marcianos". Son débiles.

—Yo no creo eso...

El hombre se voltea, para ver detrás de él a un señor mayor, cubierto por una capa rasgada y un bastón.

—¿Qué quiere anciano? U-

El anciano lo golpea con su bastón en las piernas, haciéndolo caer, toma la bolsa, se la devuelve a los niños, y luego toma su pierna, para lanzarlo de arriba a abajo, chocandolo contra la tierra repetida veces. Después de varias trapeadas, lo deja caer.

—....Usted....

—¿Quién es el débil ahora, cobarde? Quiero que hagas esto, consigue una vida, sigue tus metas, y nunca vuelvas a robarle a unos niños. ¿Entendido?

El señor sale corriendo. El demonio vino a acecharlo.

— ¿Qué tan mal están?

—He sufrido peores.... Gracias...

—¿Por qué nos salvó?

—Detesto que los humanos se traten mal entre sí. Pero detesto más aún que gente como él, que no tienen la voluntad de vivir, lastime a niños como ustedes.

Interstellar Jump (#BESTGOLDENAWARDS2018)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora