Había un perro acostumbrado a morder a las personas sin ninguna razón.
Entonces, su amo le puso una campanilla para que su sonido advirtiera a la gente de su presencia. El perro, pensando que la campanilla era un adorno, se fue a la plaza pública a presumir. Pero una perra sabia le dijo:
- ¿De qué presumes tanto? Si tú no llevas esa campanilla por tus grandes virtudes, sino para anunciar tu maldad oculta.
"Los presumidos se halagan a sí mismos, aunque sólo tengan defectos."
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Fábulas de Esopo
RandomUna recopilación de aproximadamente 100 fábulas con sus respectivas enseñanzas Los publico porque me considero un gran fanático de fábulas desde mi niñez, y ¿qué mejor que mantener estas pequeñas historias en pie? Esta más que claro que no me perten...