Tuvo antiguamente el milano otra voz, una voz penetrante. Pero oyó un día a un caballo relinchar admirablemente, y lo quiso imitar. Pero, a pesar de todos sus intentos, no logró adoptar exactamente la voz del caballo y perdió además su propia voz. Así, quedó sin la voz de caballo y sin su voz anterior.
"No debes imitar cualidades ajenas si no tienes las condiciones apropiadas para hacerlo."
ESTÁS LEYENDO
Fábulas de Esopo
LosoweUna recopilación de aproximadamente 100 fábulas con sus respectivas enseñanzas Los publico porque me considero un gran fanático de fábulas desde mi niñez, y ¿qué mejor que mantener estas pequeñas historias en pie? Esta más que claro que no me perten...