Cierta vez, en un río un poco profundo y turbulento, estaba un niño ahogándose y con grandes fuerzas de gritos, pedía auxilio.
En ese momento, pasó un viajero, y cuando el niño lo vio, le pidió ayuda para que lo saque de su terrible problema. Sin embargo aquel viajero solo se quedó de pie observándolo y se puso a regañarlo por ser muy imprudente y llegar a dicho estado.
El niño, haciendo un gran esfuerzo para mantenerse a flote, reunió nuevamente fuerzas, y pidió a gritos ayuda al hombre diciéndole: "¡Señor, por favor, deje de hablar, primero ayúdeme y luego me regaña todo lo que usted quiera!"
"No sirve aconsejar sin ayudar. Un buen consejo debe de ir acompañado de una mano."
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Fábulas de Esopo
De TodoUna recopilación de aproximadamente 100 fábulas con sus respectivas enseñanzas Los publico porque me considero un gran fanático de fábulas desde mi niñez, y ¿qué mejor que mantener estas pequeñas historias en pie? Esta más que claro que no me perten...