Path Of Destiny

Día 1 - Amanecer

«De algún modo esto, se siente un tanto nostálgico, como si ya hubiese pasado antes pero de algún modo no puedo recordarlo. Esta sensación de seguridad, calidez, ¿alguna vez he sentido esto con anterioridad? ¿donde? ¿cuando? ¿con quien?»

"-Realmente eres muy delgado, ¿estás comiendo apropiadamente?"

-La luna está hermosa esta noche ¿no lo crees?-comentó el hombre quién hasta ese momento había permanecido en silencio durante todo el trayecto.

-¿Realmente lo está?- preguntó el rubio haciendo caso omiso de su comentario, aunque ya sabía que la luna estaba más brillante de lo usual.

-Lo está- afirmó una vez más.

Ya era una considerable cantidad lo que habían avanzado así, el inicial miedo que Kei sintió fue suplantado por la vergüenza de hacer que un extraño lo cargue en brazos. Más sin embargo ambos, en silencio en medio de la oscuridad seguían avanzando hacía el palacio que parecía emerger desde las sombras.

-Oye...puedes bajarme ya, mis piernas ya pueden moverse...- susurró el rubio.

-Una damisela en apuros debe guardar silencio y dejar que su caballero la ayude.

Ese pequeño e insignificante comentario logro avivar el carácter que hacía algunos metros había dejado atrás. Con fuertes movimientos intentaba soltarse de los brazos de su acompañante.

-Creí que eras extraño cuando apareciste en este lugar en medio de la noche pero ahora confirmo tu locura al hacer dicho comentario. No soy una damisela en apuros ¿entiendes?

Lanzando un suspiró le dejó en el suelo, dejando que el rubio orgulloso caminara por su cuenta el poco trayecto que restaba. La conversación no parecía necesaria, a principio del camino fue claro que ambos se dirigían hacía el mismo lado, se distinguió la diferencias entre las habilidades de uno y la fortaleza del otro. La fuerza de su acompañante, así como su notable buena vista en la oscuridad, por todo el anterior recorrido parecía estar acostumbrado a caminar por terrenos montañosos, en conclusión con toda la poca información se podía ver a simple vista que esta persona era todo lo opuesto a Kei en muchos sentidos.

-Entiendo...pero con ese cuerpo tan delgado, realmente me preocupa que si no te cargo podrías terminar perdiéndote o hiriéndote y eso sería aún más fastidioso que el simple hecho de llevarte en mis brazos- susurró para sí mismo.

Unos metros más y el palacio era en su totalidad visible, sólo era necesario cruzar alguno de los puentes más cercanos para acceder. Pero antes de colocar un solo pie en el, Kei frenó en su totalidad, dejando que su acompañante pasará primero.

-¿Que sucede?- preguntó.

-¿No existe otro acceso al palacio?

-A menos que puedas volar, los puentes son la única vía terrestre que hay ¿Qué pasa?- tras no recibir respuesta un tono burlón si instaló en su voz- ¿No me digas que le temes a las alturas? -bufó

Kei guardo silencio. No, no eran las alturas en particular, puesto que su habitación se encontraba en una de las torres más altas de su palacio, aunque odiase admitirlo cruzar puentes le creaba un miedo irracional, aunque no sabe exactamente desde cuando inicio o como inició, no podía cruzarlos a menos de que Akiteru estuviese con él, con el pasar del tiempo al dejar de salir del palacio le fue innecesario enfrentar ese miedo, pero ahora una vez más se enfrentaba a eso.

-¿Te sucedió algo malo con ellos?- volvió a hablar sin sarcasmo en su voz.-los puentes...-aclaró.

-No me ha sucedido nada con ellos, simplemente no me agradan...-respondió el rubio con sinceridad.