Capítulo 25

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Siento algo escurriéndose en mi frente y percibo un olor a alcohol.

-Aum- me quejo.

-Ya está despertando-

Trato de levantarme pero me lo impiden.

-Renatta, primero despierta del todo- me sujeta los hombros.

-¿Qué pasó?- abro los ojos de poco a poco.

-Te desmayaste y nos diste un susto de muerte- me responde Mitch.

Dirijo mi vista hacia arriba y veo la cara de Erick, demasiado preocupado.

Y es ahí donde caigo en cuenta de que mi cabeza está sobre sus piernas; me enderezo lentamente hasta estar sentada.

-Pues, perdón por el susto-

-Está bien, ¿por qué te desmayaste?- inquiere Ann

-No lo se-

-¿Qué desayunaste?- pregunta Brent

-Cereal-

-¿Qué comiste?- pregunta ahora Carlos

-Por ahora nada-

-¿Cómo?- pregunta algo molesto Erick

-Pues así como suena, no comí nada porque no pude-

-Y eso fue por...-

-¡Estuve todo el maldito día en las cajas! ¡Siempre avisan cuando es el turno de alguien para comer!- exclamo y alzo los brazos -¡Y como dicen que soy buena ahí, no se les ocurrió que necesitaría un descanso! ¡Sino que se tomaron 40 minutos uno por uno! Abarcando así desde las tres hasta las ocho! ¡Sin pensar que faltó alguien por ingerir alimento!, ¿y que lugar de comida está abierto a estas horas?...¡Ninguno!- termino muy enojada, elevando mi tono de voz y dejando impactado a todos debido a que nunca me habían visto de esta manera.

-¿Entonces no has comido nada desde las ocho de la mañana?- preguntan a coro.

-¡No!-

-Lo sentimos, no nos dimos cuenta de ese detalle-

-Pues ya pasó-

-En verdad lo sentimos-

-No se apuren, gracias por preocuparse y asegurarse de que esté bien- digo más calmada

Nos levantamos y salimos de la librería.

-Nos vemos mañana-

Cada quien se va por su lado. Erick me abre la puerta y me subo al auto, segundos después entra Erick.

-¿Estás bien?- pregunta buscando mi cara pero estoy recargada en el asiento viendo fuera de la ventana.

-Si-

-¿Segura?-

-Solo estoy cansada-

-¿No quieres comer algo?-

-No, mis hermanos deben de estar esperándome-

-Estás molesta-

-No-

-No pregunté, fue una afirmación-

-Un poco-

-Te escucho-

-Si, estoy molesta con ustedes, pero también conmigo, no fui para decir un cúbranme que tengo hambre, no se me ocurrió por lo mismo de que nos avisamos, pero prácticamente fue mi culpa-

-No es cierto-

-Claro que si-

-No-

-El que seas mi novio no me hará cambiar de opinión-

¿Amarte? Ni de broma  -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora