Capítulo 26

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Ya pasó un día desde que me desmayé.

Un día en el que mis hermosos compañeros me tratan como si fuera de porcelana, se aseguran de que coma bien y no me dejan ni un minuto sola; lo entiendo, les preocupo pero estoy bien y el que me cuiden tanto me frustra.

-Reny es tu turno de comer- me avisa Mitch

-Enseguida voy-

-¿Te acompaño?-

-No, gracias-

-¿Segura?-

-Si-

Hace una cara extraña, salgo de la librería en busca de un lugar al que pueda comer tranquila. Al llegar me siento en una mesa algo alejada, pido mi comida y decido jugar algo en mi celular, cuando estoy a punto de ganar me arrebatan el celular, miro al frente y veo a Erick con mi celular en sus manos y sentado frente a mi con una sonrisa de estúpido en su rostro.

-¿Enserio jugabas esto?-

-Si-

-Es para niños-

-Ya se-

Me traen mi comida y agradezco.

-¿Sólo vas a comer eso?-

-Si-

-¿Bolitas de pollo y ya?-

-¿Qué tiene de malo?-

-Es muy poco-

-Para ti tal vez, para mi está bien-

-Para ninguno de los dos-

-Estas equivocado, ¿qué haces aquí?-

-Vine a acompañarte-

-No necesito compañía-

-¿Ni siquiera la mía?- finge estar dolido

-Ni siquiera la tuya-

-Ignoraré eso, come algo más-

-Estoy bien, eso es más que suficiente-

-Pero...-

-Mira, se que se preocupan, lo entiendo de maravilla, pero no pasa nada esto como usualmente, antier fue algo que no manejamos bien, tanto nervio nos impidió pensar con claridad al tener la tienda tan llena, sin embargo, es algo que no me pasará por ahora, te lo repito por millonésima vez, estoy bien, aprecio que me cuiden pero si siguen así me van a sacar de quicio-

-No queremos que algo así te vuelva a pasar, más yo-

-Ya lo se, no me mires así, no se que tramas-

-Entonces te trato como gente normal-

-¡Si!-

-De acuerdo- se encoge de hombros y empieza a comerse mi comida.

-¡Hey!-

-Tú lo pediste-

-Total, ni quería-

-Bueno, me voy solo venía a verte pero como ya no quieres... te veo allá- se levanta, deja mi celular en mis manos y me da un beso antes de irse.

-Adiós-

-Te veo allá-

En lo que termino mi comida siento una mirada en mi espalda pero decido ignorarla, pago y me voy de nuevo a la librería.

-Ann ya te toca- cuando se lo dogo brinca y deja de ver a los niños que están leyendo en una mesa cerca de ella.

-Oh, si, gracias- sin decir o hacer algo más sale corriendo escaleras arriba.

¿Amarte? Ni de broma  -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora