Capítulo 18

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Me despierto al sentir el flash de una cámara.

Abro los ojos y veo a Lari con una sonrisa enorme en su rostro, me le quedo viendo y ella señala con la cabeza, giro un poco la mía y veo a Erick igual que yo: despertándose.

-Hola- me dice sonriendo

-Hola- me enderezo, Lari sale corriendo a la cocina y veo a todos, papá con el ceño fruncido y mamá con una sonrisa burlona.

Mari, Lari y Sammy solo sonríen.

Regreso la mirada y recuerdo como me quede dormida, seguro Erick también, veo el reloj y son las diez.

Volteo hacia Erick y el hacia mi, nos sonreímos y nos levantamos del sillón.

-Buenos días,¿Erick gustas quedarte a desayunar?- pregunta mamá

-Hola, si no es problema, si-

-Para nada,- mamá me sonríe- solo acomoden lo que sacaron- finaliza

-De acuerdo, vamos-

Sacudimos la cobija y la doblamos, llevamos los trastes al fregadero, me doy cuenta que la tele esta apagada.

-Erick, ¿me ayudas a guardarla?-

-Si-

Tomo la cobija y subimos a mi cuarto, para mi buena suerte está todo ordenado, le indico que pase y veo el closet.

-¿Dónde va?-

-Ahí- digo señalando a una puerta qué hay arriba del closet.

-¿Tú no puedes?-

-Es más fácil sacar que meter-

-Eso si- se para de puntitas, la guarda y cierra la puerta.

-Gracias-

-No hay de que- Bajamos y vamos al comedor donde están todos.

Quedan dos asientos justos y tomamos asiento, estamos enfrente de las gemelas; logro notar como se miran, se les dibuja una sonrisa y voltean a vernos.

-Eny, ¿Te puedo preguntar algo?- pregunta Mari

Asiento poco convencida.

-¿Son novios?-

Lo siguiente qué pasa es papá atragantarse con leche, Sammy cruzarse de brazos y mamá aguantarse las ganas de reír.

-¿Qué?, ¡no!- decimos los dos al unísono

-Aaa-

-¿Por qué preguntas?-

-Curiosidad... curiosidad- dice ahora Lari

-Hum-

El resto del desayuno pasa en silencio.

Cuando acabamos recogemos la mesa.

-Bueno me tengo que ir, gracias por el desayuno- dice Erick algo nervioso.

-Cuando quieras- dice mamá

-Te acompaño a la puerta-

-Hasta luego familia Cornett-

Termino por acompañarlo a su carro.

-Nos vemos a las siete-

-Si, entonces ¿Cómo me visto?-

-Ayer te dije, ¿Qué no?-

-si, si-

-Entonces ya sabes, a las siete, nos vemos-

Veo como sale de la calle y entro a la casa.

¿Amarte? Ni de broma  -En edición-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora