Camuflados

Capitulo 6

Anoche acabaron distanciándose para no hacer sufrir a los de fuera. Pero ahora los que estaban sufriendo era ellos. Pero no querían dejar de hablar ni nada. Ellos creían que poner el termino "hermanos" a la relación, les ayudaría. Pero nada más lejos de la realidad.

- ¿Qué me vas a regalar por reyes? -le pregunto Aitana a Luis.

-Nada.

- ¿Cómo que nada? Si yo tuviese un hermano mayor me regalía algo. No sé. Dos entradas para un musical. Pero no para ir contigo, me refiero.

-Sí, pero no soy tu hermano.

Al decir esto, Cepeda se levantó y salió a la terraza a fumar.

- ¿Como es posible que me esté tratando de hermano mayor con todo lo que ha pasado? No lo entiendo.

En ese momento llego Noemi para darles unos juegos de cartas, los cuales habían estado pidiendo desde hace mucho. Luis intentaba no demostrar lo que estaba sufriendo por el comentario de Aitana. Y su mejor forma era hacer bromas.

-Que paciencia tiene que tener tu novia, Cepeda. -Le dijo Noemi.

Aitana al oír eso y ver como él se reía, no pudo detener los celos, mirarle y bajar la mirada a sus manos. Después de la conversación de anoche no había sido capaz de mirarle a los ojos ni una vez, y menos si estaba por medio su novia. ¿Por qué le habría detenido, si ella quería lo mismo que él?

No podía con ese sentimiento de culpa, y cuando se levantaron, fue directo a abrazarle.

-Perdón.

- ¿Por qué, Aitana?

-Por lo de anoche, no es lo que realmente siento.

-Luego hablamos.

Después de comer les abrieron las habitaciones para que pudiesen ducharse y ellos aprovecharon para poder hablar.

-Lo siento, Luis, no se como manejar lo que siento. Y estoy acojonada. Te quiero mucho y no quiero joder todo pareciendo una niñata tonta encaprichada contigo. Vicente ha sido mi primer novio y me da miedo perderle, mas por algo que es imposible.

-No es imposible.

-Sí, tú vives en Madrid, yo en Barcelona. Nos llevamos diez años, y aunque parezca que no importa, llegará un momento que tu quieras algo más serio y yo no estaré preparada para eso. No sé cómo se tomarían mis padres todo esto. Y no quiero decepcionarles.

-Creo que tus padres son maravillosas personas y te van a apoyar en todo lo que te haga feliz. No como los míos.

-Luis, no empieces, por favor. Me matas cuando hablas así. Veo tristeza en los ojos y no puedo verte así. Por favor.

- ¿Qué quieres hacer Aitana?

-No lo sé. Luis, no lo sé. Por una parte, creo querer a Vicente, pero cuando no estoy contigo estoy pensando en ti como una loca. Me siento tonta. Me siento mala persona. Porque parece que estoy jugando contigo y con él.

-Primero te tienes que aclarar tú. Yo tengo las cosas muy claras. Pero también te necesito a ti. Piensa que me pueden quedar dos días aquí, no los eches a perder.

-Luis, ¿pase lo que pase, tú me quieres?

-Siempre, pequeña.

Aitana se le tiró a los brazos. Sabía que le estaba haciendo daño. Pero es que no se entendía ni ella. Esperaba que esta noche pudiese tener las cosas un poco mas claras. Y solo había una forma. No era una buena idea. Pero necesitaba hacerlo. Quería ver como actuaba Luis cuando nombraba a Vicente. Y también como se sentía ella.