Capitulo 9

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Había pasado toda la noche soñando con él. No quería despertar. Sabía que en cuanto abriese los ojos, no le iba a tener más. Ana ya no estaba con ella. No quería llorar más. No tenía ya más lagrimas en los ojos. Pero cuando empezó a sonar "Con las ganas" no lo controló. Ana saltó de su cama y la abrazó. Roi entró por la puerta y viendo el panorama, pidió que cambiasen la música. Pero ya era demasiado tarde, ya se le había metido en la cabeza, y esa letra significaba tanto en ese momento... "Quiero que no dejes de estrujarme sin que yo te diga nada." "No sé qué acabó sucediendo, sólo sentí dentro dardos. Nuestra incómoda postura se dilató en el espacio. Se me hunde el dolor en el costado, se me nublan los recodos, tengo sed y estoy tragando, no quiero no estar a tu lado." "Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos."

Se había enamorado tan poco a poco, que ni ella se había dado cuenta.

-No puedo seguir sin él.

-Claro que puedes, Aiti.

-Ana, le quiero tanto. Quería que formase parte de todo este conmigo en el concurso. Quería que lo disfrutase hasta el ultimo día. Ha sufrido tanto por estar aquí. Se lo merecía.

-El también te quiere mucho. -afirmó Roi – Yo lo sabía todo y te juro que cada vez que te miraba se quedaba como hipnotizado. No tenía ojos para nadie más. No podía negarte nada. Y no podía estar ni dos segundos enfadado contigo. Pero no puede verte así. Y para ti tampoco es bueno estar así.

-Sabía que iba a ser duro, ¿pero tanto?

Ana la abrazó, como seguro la habría abrazado Luis si estuviese allí.

Durmió con el jersey abrazado, y pensaba ponérselo. Olía a él. Era como si la estuviese abrazando todo el tiempo. Sus compañeros estaban preocupados. Estaba ida. No hablaba. No sonreía. Casi no comía. Estaba destrozada. Y cuando vio su actuación en el repaso de la gala, sobró con que sonaran dos acordes para que rompiera a llorar. Pero ahí estaba Ana. Ella iba a ser su apoyo junto con Amaia y Roi en todo esto. Eran los únicos que sabían lo que había detrás de sus lágrimas.

- ¿Qué tal? -la pregunto Amaia.

-Bien...bueno, la verdad es que no. Hala, otra vez llorando.

-Tienes todo el derecho a estar así, y es normal. Piensa que te queda muy poco y fuera va a estar.

-Ya, si no me pongo así porque piense que no lo voy a ver más. Se que lo voy a ver. Lloro porque el no va a estar aquí más con nosotros.

-Ya, pero es que no puedo verte así.

-No te preocupes. Va a ser una semana difícil. Y sabía que hoy iba a estar peor que ayer. Porque yo no me doy cuenta de las cosas hasta el día siguiente.

-Ya, hoy es cuando se nota que no está.

-Y me da rabia estar llorando todo el rato.

-Pero tú, si tienes que llorar, llora. Y si necesitas desahogarte, aunque sean las cuatro de la mañana, llámame, por favor.

-Gracias, Amaia.

Las dos amigas se abrazaron. Amaia lo intentaba. Intentaba animarla. Pero no era lo suyo. Y cualquier cosa que dijese, aun lloraba más.

Aitana se fue a la sala del piano, donde tantos momentos había pasado con él. Cantando, ensayando, tocando. Se sentó y comenzó a tocar la canción que tantas veces habían cantado juntos. "Just the way you are". Estaba totalmente rota. Se le quebraba la voz, y pudo descargar un poco la rabia que tenía. Siempre terminaban cantando esa canción juntos, ella al piano y él a la guitarra. Cuando cantaban sentía su mirada por todos lados. Pero por miedo nunca conseguía mirarle. Había desaprovechado tantísimos momentos juntos que ahora se arrepentía de muchas cosas.

- "Y llegas tú... con tu luz, tu risa y ya da igual, iluminas todo de una vez con tus niñerías, respirarte me da la vida."

No pudo evitar recordar el trocito de canción que le había dedicado. Era lo único que tenia de él ahora mismo. Cantando su canción, con su jersey puesto. Se podía haber tirado allí todo el día. Solo quería llorar y llorar. Pero tenía que cortar el bucle o se hundiría para siempre.

Por la tarde comenzaron las clases para la siguiente gala, así que consiguió distraerse un poco. Pero en cuanto tuvo tiempo libre para pensar, volvió a caer. Esta vez estaban con ella Agoney y Nerea. Ellos no sabían nada de lo que pasaba. Y aunque los consideraba también amigos, no confiaba mucho en lo que pudiesen llegar a decir. Así que no les dijo nada. Se podía entender que, como en público habían dicho que eran como hermanos, que llorase tanto por él.

Lo poco que cenó, lo hizo en silencio. Mirando a la nada. Pensando en que habría dicho él ante cualquier comentario. Sus compañeros al verla así se preocupaban de que no sacase el tema de la semana. Pero también sabían que tenía que pasar por ello. Que tenía que soltar todo para poder levantar cabeza.

Esa noche se quedó con Amaia y con Ana tocando el piano.

-Toca "No puedo vivir si ti", por favor, Amaia.

-No te tortures más, Aitana.

-Es mi forma de tenerlo presente. Con música. Y esa canción es nuestra. Ninguna mejor que esa.

Amaia miró a Ana y poco podían hacer más que apoyarla en ese momento.

-"No puedo vivir sin ti, no hay manera. No puedo estar sin ti, no hay manera."

Aitana levantó la mano como habían hecho en aquella actuación. La sala se había convertido en un mar de lágrimas. Miriam entró y se sorprendía ante el drama que tenían las tres.

-Aitana. Que le vas a ver en un mes. No le vas a perder. Una amistad tan fuerte como la vuestra no se destroza en tan poco tiempo.

Aitana miro a sus compinches y se rió por el término "amigos".

- ¿Qué me he perdido? Pasáis del llanto a la risa con una mirada. ¿Qué está pasando?

-Miriam. Lo que yo siento por Luis y lo que él siente por mi, no es solo de amigos.

- ¿Cómo?

-Ay, Miriam, que están enamoraditos perdidos, ¿no lo ves?

-Pues no. Si que veía actitudes sospechosas, pero como ambos tenéis novios fuera...

Aitana perdió la sonrisa al instante y bajó la mirada.

-Ay, perdón, Aitana. Soy una bocazas, perdón.

-No, si tienes razón. Pero me niego a pensar en ello.

-Tú no te preocupes, que en estos temas, el que manda es el corazón. Si lo sigues nunca te vas a equivocar.

Esa noche volvió a dormir en su cama, con su jersey. Oliendo su colonia. Porque respirarle le daba la vida.

CamufladosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora