Cap. 4. Es mi sobrina Aveline

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Peter p.o.v

-Al parecer habéis desestabilizado emocionalmente a mi ama de llaves- dice el profesor Kirke preparándose una pipa de fumar.

-Lo sentimos señor, no volverá a suceder- digo agarrando a Susan del brazo.

-Es nuestra hermana señor- dice Susan librándose de mi agarre- Lucy. Está enfadada.

-Y llora por eso- dice el profesor Kirke.

-No, no es nada, podemos solucionarlo- digo mirando a Susan.

-Oh, ya veo- dice el profesor Kirke, mientras sigue preparando la pipa.

-Cree que ha encontrado un mundo mágico, arriba en el armario- dice Susan y el profesor nos mira sorprendido.

-¿Cómo dices?- dice el profesor acompañándonos a un sofá.

-Eh, en el armario de arriba, Lucy dice que hay un bosque dentro- digo sentándome al lado de Susan.

-¿Y cómo es?- dice el profesor extasiado.

-Es como hablar con una lunática- dice Susan desesperada.

-No, no, no, digo el bosque- dice el profesor moviendo la cabeza.

-¿No estará diciendo que la cree?- digo frunciendo el ceño.

-¿Vosotros no?- dice el profesor Kirke.

-Pues claro que no, por lógica es imposible- dice Susan.

-Edmund confesó que mentía- digo yo.

-¿Y él dice siempre la verdad no?- dice el profesor mirando por encima de sus gafas.

-No, esta sería la primera vez- confieso mirando al suelo.

-Pues si ella no está loca y Edmund suele mentir, por lógica, debemos suponer que dice la verdad- dice el profesor encendiendo su pipa.

-¿Insinúa que deberíamos creerla?- digo confuso.

-Es vuestra hermana, sois una familia, deberíais intentar comportaros como una- dice el señor Kirke.

Susan y yo nos levantamos del sofá y nos disponemos a irnos cuando me fijo en una foto de una niña, de unos 12 años, la reconozco perfectamente, es la chica de mi sueño, solo que, más pequeña y con el pelo por los hombros (multimedia) (Nota de la autora: Sí, ya sé que aquí Aveline no parece tener 12 años pero es para que os hicierais una idea de cómo es ella). Espero a que Susan se aleje y me acerco al profesor.

-¿Puedo preguntarle algo profesor?- digo un poco tímido.

-Adelante muchacho- dice el profesor sentándose en una butaca.

-¿Quién es ella?- digo señalando a la foto.

-Oh, es mi sobrina Aveline, me encantaría que la conocierais, pero, no creo que sea posible, ella...está en otro país- dice el profesor mirando a la foto.

-Oh, está bien, gracias por su tiempo profesor- digo echando un último vistazo a la foto y al collar de rubí que lleva en ella.

(...)

-¡Peter se dispone a lanzar!- digo lanzándole una bola de cricket a Edmund. Después de una larga noche, hemos decidido jugar un poco al cricket, Edmund que está distraído, se lleva un pelotazo.

-¡Ah!- grita frotándose el hombro.

-¡Huy va! Despierta que estás en las nubes- digo riendo. Susan me lanza la bola de vuelta.

-¿Estás preparado?- le digo a Edmund.

-¿Y tú?- dice desafiante. Lanzo la bola con todas mis fuerzas y Edmund la golpea, la bola vuela muy alto y rompe una ventana.

Subimos corriendo, hasta el lugar donde ha dado la bola, ha tirado una estatua de un caballero medieval.

-Oh, bien genial Ed- digo suspirando.

-¡La has lanzado tú!- grita Edmund.

-¿¡Qué demonios está pasando ahí arriba!?- grita Macready desde el piso inferior.

-Macready- dice Susan. Todos empezamos a correr, todas las puertas están cerradas menos una, la habitación del armario.

-¡Venga!- dice Edmund abriendo el armario.

-Supongo que estarás de broma- dice Susan mirando el armario y arrugando la nariz. Los pasos de Macready se oyen cada vez más cerca y sin dudarlo, agarro a Susan del brazo y nos metemos en el armario.

-Hacia atrás- digo empujando a mis hermanos.

-¡Ay! Mis pies.

-¡Yo no te estoy pisando!

-Ay ay ay ay.

-Dejad de empujar.

-Cuidado.

Susan y yo nos tropezamos y caemos en algo blando y frío, nieve. Apartamos las hojas de los pinos y nos levantamos corriendo.

-Imposible- dice Susan observando el enorme bosque nevado.

-Tranquila- dice Lucy con una gran sonrisa- seguro que son imaginaciones tuyas.

-Supongo que con pedirte perdón no es suficiente- digo acercándome a ella.

-No, no basta- dice Lucy antes de tirarme una bola de nieve- ¡Esto es mejor!

Empezamos una guerra de bolas de nieve hasta que una le da a Edmund y se queja.

-Ya vale- dice frotándose el brazo para quitarse la nieve.

-Pídele perdón a Lucy, dile que lo sientes- digo con un tono serio.

-De acuerdo- dice Edmund- lo siento.

-No pasa nada- dice Lucy- los niños pequeños nunca saben cuándo dejar de mentir.

-Ya deberíamos volver- dice Susan cortante.

-¿Qué tal si echamos un vistazo?- dice Edmund señalando el bosque.

(...)

Media hora después llegamos a la casa del fauno llamado señor Tumnus, pero la puerta está echada abajo.

-¡No!- grita Lucy y echa a correr.

-¡Lucy espera!- grita Susan.

La casa está destrozada, muebles rotos, comida por el suelo, papeles esparcidos. Me fijo que en una columna hay un papel, me acerco y lo leo.

"El fauno Tumnus ha sido acusado de alta traición a su majestad imperial, Jadis. Por ayudar a sus enemigos y confraternizar con humanos.

Firmado Maugrim; Capitán de la policía secreta

Larga vida a la Reina."

-De acuerdo- dice Susan cogiendo el papel- será mejor que regresemos.

-¿Y qué pasa con el señor Tumnus?- pregunta Lucy.

-Si lo han detenido por estar con un humano, nosotros no podemos hacer nada- dice Susan.

-No lo entendéis- dice Lucy- yo soy ESE humano, debe de haberse enterado de que me ayudó.

-Tranquila Lu, se nos ocurrirá algo- digo abrazándola.

Oímos un pájaro cantar para después dirigir su mirada hacia nosotros y trinarnos.

-¿Ese pájaro nos ha chistado?- dice Susan frunciendo el ceño.

Salimos de la casa del señor Tumnus y nos encontramos con un castor.


La maldición (Peter Pevensie y tú) Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora