Cap. 13. Te amo

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Se vienen varias fotos y gifs en este cap.

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Peter p.o.v

-¡Aveline!- grito corriendo hacia ella.

Edmund aparece y con un ágil movimiento, parte el bastón de la Bruja, produciendo un seco sonido y un destello. La Bruja le hace un corte en la pierna a Edmund y mi hermano cae al suelo. La Bruja se acerca a nosotros.

-Peter...- dice Aveline casi sin fuerzas, respirando dificultosamente mientras hace muecas de dolor. Me muerdo el labio y presiono sobre su herida para intentar frenar el flujo de sangre. Aveline hace otra mueca de dolor.

-Vaya par de tortolitos, al final sí que vas a conseguir uno de los propósitos Aveline, o debería decir, ibas- la Bruja prepara su espada y yo intento frenar el golpe, poniéndome en medio, pero la Bruja no llega a hacer nada ya que para mi sorpresa, Aslan aparece en lo alto de una roca (multimedia) y tras él, Susan, Lucy y muchos más narnianos.

Intento arremeter contra la Bruja, ella esquiva mi estocada y yo me agacho justo a tiempo para evitar que me rebane la cabeza.

Me levanto de un salto y estoy dispuesto a matar a la Bruja, pero ella es más rápida y me tira al suelo para después clavarme la espada en el antebrazo. De repente Aslan se abalanza sobre ella y caen al suelo, Aslan le dice algo y después, la mata de un zarpazo.

-Ya se ha acabado- me dice Aslan.

Corro hacia Aveline y me agacho a su lado.

-Está muerta, la Bruja ha muerto- digo sonriendo, ella sonríe como puede pero después hace una mueca de dolor- te quiero.

-¡Peter!- gritan mis hermanas corriendo hacia mí.

-Lucy ¿Tienes el jugo de la flor de fuego?- pregunto impaciente.

-Aquí está- dice Lucy, sacando el pequeño frasquito rojo.

-Úsalo con Avie, por favor- digo al borde de la lágrima.

Aveline p.o.v

Lucy se acerca a mí con un bote entre las manos.

-Pequeña- me intento incorporar pero el dolor vence y caigo al suelo de nuevo.

-Tranquila Aveline- dice Lucy abriendo el frasco rojo, después lo posa sobre mis labios y una gota entra en mi boca, pasando por mi esófago y acabando en mi estómago.

El dolor poco a poco se va sustituyendo por una sensación de alivio, y observo cómo la herida se va cerrando.

-¿Aveline?- dice Susan frunciendo el ceño.

-¿Qué ocurre?- digo tratando de incorporarme.

-Tu cuerpo...está cambiando- dice Edmund, que acaba de llegar.

-¡¿Qué?!- grito de sorpresa, me miro mis manos, que en vez de acabar en garras, acaban en uñas, mi pelaje desaparece, sustituido por una tez blanca, una cascada de pelo rubio cae hasta mi cintura, mi hocico se transforma en una nariz y mis colmillos empequeñecen, mis patas traseras se convierten en piernas y las delanteras en brazos, mi lomo y mi abdomen vuelven a tener forma humana y mi cuerpo normal se recubre de un vestido celeste y un collar con un pequeño rubí en él.

Los Pevensie me abrazan y después de que los demás se alejen a celebrar la victoria, Peter se queda conmigo, sentados en la hierba.

-No lo aguanto más- dice Peter sonrojado y antes de que pueda hacer nada, me empuja, haciendo que caigamos al suelo, él sobre mí, mis mejillas empiezan a arder y se tornan de un color carmesí. Peter acerca con una mano mi cara a la suya, posando sus labios en los míos, haciendo que mi cuerpo se revolucione.

El beso empieza tierno, pero poco a poco se torna salvaje, hasta que nos separamos por falta de aire. Peter y sonríe y me guiña un ojo.

-Cada día me sorprendes más Pevensie- digo mirando a sus bellos ojos.

-Te amo Aveline...espera ¿Cuál es tú apellido?- dice Peter riendo.

-Aveline Smith- digo orgullosa de mi nombre.

-Pues Aveline Smith, quiero que sepas que te amo- dice Peter, sonrío, vamos a volver a darnos un beso cuando nos interrumpe un carraspeo, Aslan. Peter se quita de encima y me ayuda a levantarme.

-Veo que os lo estáis pasando muy bien, pero debemos irnos- dice Aslan riendo levemente- además Aveline, deberás empezar tu entrenamiento como hechicera cuanto antes.

Aslan sopla y todas las criaturas convertidas en piedra, recuperan su forma normal.

-¿Puedes hacer eso pero no podías curarme?- digo frunciendo el ceño.

-En realidad sí que podía, pero probablemente si te hubiera curado, la profecía no se hubiera cumplido- dice Aslan, resoplo y voy hacia él para acariciar su suave melena.

(...)

Las trompetas suenan anunciando nuestra llegada, la llegada de los nuevos reyes de Narnia. Después de que Lucy curara a todos los heridos, nos llevaron a Cair Paravel y nos vistieron con ropas muy elegantes.

Aslan en el medio, a su izquierda Peter y Edmund, a su derecha Lucy y Susan, yo subida encima del Gran león, todavía me tengo que acostumbrar a volver a andar sobre dos patas y no a cuatro.

Ahora que soy mucho más alta, veo el mundo de otra manera la verdad.

A medida que avanzamos por el pasillo de centauros y por la alfombra roja de terciopelo, nos vamos acercando más a los cinco tronos, oh por dios, tengo 16 años, no sé si voy a ser una buena reina. Llevo un vestido de seda rosa pastel y una capa rosa pero más oscura, mi cabello rubio cae suelto, adornado con dos pequeñas trenzas. Miro a Oreious que me guiña un ojo, yo le sonrío y sigo mirando hacia delante. Observo los cinco tronos: Mármol gris y un cojín color granate para sentarse, cada trono tiene en la parte superior algo grabado: El primero tiene una espada grabada, el segundo un lobo, el tercero otra espada, el cuarto un cuerno y el quinto un frasco. Supongo que ya sé cuál es para cada uno. Todos nos posicionamos en nuestros respectivos tronos. Miro a Peter, él ha ocupado el trono del centro, este me mira y sigilosamente me da la mano.

La maldición (Peter Pevensie y tú) Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora