¡Feliz Año Nuevo! Aquí os dejo el primer capítulo de 2018 ;) Espero que todo os vaya genial y que este sea un gran año para todxs vosotrxs.
Gracias por leer y muchos besos! :D
**
Querida Annie,
¿Qué tal estás? ¿Cómo va el curso? Hace mucho que no me escribes y me tienes preocupado. Tengo muchas cosas que contarte. Para empezar, hemos decidido que estas Navidades tendrá lugar la fiesta en la que hagamos público nuestro compromiso. ¿No es genial? Tienes que decirme cuáles son tus flores favoritas. Mi madre quiere decorar la casa el día de la fiesta, me lo preguntó y me di cuenta de que nunca habíamos hablado de eso. Seguramente nos casemos en verano. En julio o en agosto, aún no está decidido. ¿Prefieres que esperemos a que cumplas los 18 años o te da igual? Están pensando en hacer una fiesta por todo lo alto, así que es mejor pensar estas cosas con tiempo.
Por cierto, ¡me han ascendido! Ahora podré ahorrar para tener nuestra propia casa. Tú no tendrás que preocuparte de nada. No tendrás que buscar un trabajo, será mejor porque cuando tengamos hijos no tendrás tiempo para nada más.
No veo el momento de que seas mi esposa, Annie. Tengo muchísimas ganas de verte, de hecho, iré a recogerte a la estación en diciembre, acompañando a tu padre y a tu hermano. ¿Cuándo te examinas de Desaparición? Dime si te ves con fuerzas de desaparecerte hasta Utrecht, si no es así pediremos un traslador en la oficina, por eso no te preocupes.
Siempre tuyo,
R. E.
Pd: Mis padres te envían recuerdos.
Había leído aquella carta media docena de veces, y cada vez que lo hacía se sentía peor. Era imposible que se le olvidase que estaba prometida con Ruud, ¡pero maldición! Creía que iba a tener más tiempo. El tiempo suficiente como para convencer a sus padres de que todo aquello estaba fuera de lugar, que ella era capaz de tomar sus propias decisiones y de que las tradiciones a veces estaban equivocadas. Pero al parecer, tenían mucha prisa, porque esas mismas navidades iban a anunciar su compromiso y ella sentía que el mundo se le caía encima.
- ¡Voy a matar a James! ¡Te juro que lo mato en cuanto lo encuentre! – Exclamó la voz de Lily a su espalda - ¿Crees que es normal que no aparezca en la reunión que teníamos con McGonagall? ¿Pero dónde tiene la cabeza? Como diga que estaba con Amanda...
Annie no apartó la mirada del otro lado del cristal. No lo hizo porque no quería que Lily adivinase la tristeza que sentía, porque tal vez si no se lo contaba a nadie no podía ser real, ¿verdad? Pero no, las cosas no funcionaban así. Daba igual si Lily lo sabía o no. Daba igual que quemase las cartas de Ruud. Eso no haría que sus problemas desapareciesen. Se dio cuenta entonces de que su amiga había dejado de quejarse.
- Annie, ¿estás bien? ¿Ha pasado algo? – Le preguntó desde un punto más cercano a ella del que había supuesto.
Al momento siguiente vio a Lily junto a ella por el rabillo del ojo. No sabía qué decirle, pero tampoco fue necesario abrir la boca, la pelirroja muchacha tomó la carta que Annie aún mantenía agarrada entre sus manos. Ella no opuso resistencia. Sería todo más fácil si leía la carta por sí misma.
Los ojos de Lily volaron de un lado al otro del pergamino. Annie se dejó caer en el asiento de la ventana, sobre la mullida tela granate. Al parecer, Lily también tuvo que leer un par de veces la misiva, porque tardó más de lo esperado en clavarle la mirada y alzar la carta en busca de respuestas.
ESTÁS LEYENDO
Memorias de Hogwarts
Fanfiction"La primera vez que Lily Evans cruzó su mirada con la de James Potter no sabía muchas cosas. No sabía que sería un calvario asistir con él a clase. No sabía que preferiría quemarse en el infierno a tener que entablar una conversación con él. Tampoco...