"Aquel que ose mirarte a los ojos sufrirá las consecuencias de sus actos."
[Peter Pevensie]
[Las crónicas de Narnia: el príncipe Caspian]
20/05/18 #1 en Crónicas de Narnia
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BIENVENIDO.
Mi entrenamiento solo consistió en la lucha cuerpo a cuerpo y con las armas, nunca me enseñaron acontrolar esos tales dones de los que me doto Aslan. Mi cabeza está hecha unlio porque aunque antes de que ellos murieran sabían de mi condición, nunca meexplicaron para que sería realmente. Por eso es quemientras trato de dormir, le ruego a las estrellas que me muestren cual es miverdadero propósito en este lugar.
...
Charlisse lleva sobre su lomo algunas de mis pertenencias como ropa, armas y comida. La tropa marcha a ritmo rápido por el bosque mientras esperamos llegar antes del anochecer al lugar donde se encuentran otros narnianos.
Mis piernas ya duelen y piden a gritos un tiempo libre para descansar, puedo asegurar que nunca antes había caminado tanto como lo estaba haciendo ahorita y estaba agotándome.
- Camina, Kassia, el camino es largo...
Corto a Caspian antes de que siga hablando.- Y las energías pocas.
Me detengo un momento a tomar un respiro hasta que veo por el rabillo del ojo como algo sale entre la vegetación sigilosamente. Frunzo el ceño porque es prácticamente un muchacho, alto, de cabellera rubia y lleva una espada en su mano, es casi imposible que salga ileso porque va directo a atacar a un minotauro que es tres veces más grande y fuerte que él.
Desenfundo mi espada rápidamente y me interpongo en su camino atacándolo antes, él parece reaccionar rápidamente igual y una batalla entre los dos comienza. Evito los golpes que lanza con su espada acertando en todos mientras me mantengo de pie, no sé qué sucedió pero creo que lo que me hacía falta era algo acción. Soltamos gritos de exasperación ante los movimientos erróneos de cada uno al intentar atacar al otro y cuando él se descuida, levanto mi pierna golpeándolo directamente en su muslo derecho.
Se aleja un poco ante el repentino golpe de mi parte y lo miro desafiante, él no espera más y vuelve a alzar su espada en mi dirección pero giro sobre mi eje rápidamente, su espada se clava en el tronco de un árbol y aprovechando eso, lo tomo por el cuello enrollando mi brazo izquierdo alrededor de este, impidiendo que vuelva a moverse y pongo el fino de mi espada sobre su garganta, dejándolo en jaque.
- ¡No peleen! –una voz femenina y algo chillona, hace que él deje de forcejear bajo mi agarre y se quede estático.
Nuestras respiraciones son aceleradas por los movimientos fuertes antes cometidos y puedo sentir mi corazón latir con frenesí dentro de mi caja torácica. Él se sale de mi agarre bruscamente haciendo que trastabille un poco y le dé una de mis tantas miradas matadoras.
