NIGHTMARE | P. PEVENSIE

17. THE TRUE.

17. 

LA VERDAD.

                  - Parece no estar mejorando –dijo en un susurro la joven Pevensie luego de darle unas cuantas gotas de su preciada bebida a Nightmare.

Susan la ayudo a levantarse y la mantuvo a su lado temiendo lo peor, temiendo por la vida de la chica que se había convertido en su gran amiga. Miro a su alrededor sintiendo la tensión de cada uno de los presentes.

- Su piel se está poniendo cada vez más pálida –menciono Nikabrik.

- Tal vez a lo mejor si preparo una de mis infusiones vuelva a la normalidad –propuso el tejón.

- No haremos nada.

- Peter, ¿acaso no vez que no reacciona?

- Lo veo, Caspian pero no creo en que unas infusiones la hagan volver a la normalidad.

- Su majestad, es una Kidemon es mas especial que nosotros y esperar no hará que se mejore –añadió el líder de los centauros.

- Déjennos solos.

- Peter, dudo que tengas alguna habilidad secreta para traerla de nuevo a la vida –se opuso Caspian, su mandíbula temblaba de la ira contenida.

Sabía una cosa y era que no dejaría a su amiga sola muriéndose.

- ¿Pet?

El gran Rey Peter levanto la mirada del rostro pálido de la Kidemon y Edmund pudo ser testigo del gran lio de sentimientos que mostraba su hermano en los ojos. No estaba bien y él lo sabía pero no podía dejarlo lamentándose por no salvar a la chica a tiempo.

Un fuerte relámpago los hizo sobresaltarse a todos de la sorpresa y a pesar de estar bajo tierra podían escuchar como la brisa pasaba fuerte sobre los arboles moviéndolos.

- Algo no va bien –dijo en un susurro el ratón sobre la mesa de piedra.-su majestad, sé que no debería decirlo pero no creo que haya algo mas por hacer.

- Lo debe haber, ella no puedo morir así de simple... no estaba preparada para esto.

Su pulgar se poso sobre la barbilla de la chica y retuvo el enorme nudo que se le había formado en la garganta. Aun no se había tomado el tiempo de admirarla, aunque era imposible no hacerlo porque la chica era completamente hermosa. Unas largas pestañas adornaban sus enormes orbes cafés y tocaban delicadamente las mejillas de ella pero ahora su piel con cada hora que pasaba se tornaba mas pálida y Peter temía que aquella chica que solía salirse siempre con la suya, lo dejara deseando volver a ver sus ojos.

Era verdad lo que se decía, con una sola mirada de aquellos ojos cafés y quedabas completamente hechizado, eso era lo que había pasado con Peter Pevensie quien recio a los encantos de la chica, termino cayendo como todos lo hacían.

- Kassia proviene de un antiguo poder que antes regia Narnia, tal vez en su hogar haya algo para evitar que muera –hablo Caspian viendo con recelo al rey.

Caspian había desarrollado un sentimiento de apego por la chica y era consciente de que eso era grave, la chica no le pertenecía a nadie y tenía un toque electrizante que lo inquietaba. Sabía admirarla de diferente manera, sabía que si te metías en territorio peligroso con ella, terminarías accediendo a todos sus caprichos pero retenía todo aquello, porque la reina Susan desarrollaba otra especie de sentimiento en él. La observo por unos lacónicos segundos y la reina sintió su mirada, la levanto y pudo ver el miedo en sus ojos.

- ¿A qué te refieres? –pregunto Susan.

- Había un hombre, Lucian Draconis, hermano de Aslan y Aurum, un antiguo hombre que gobernaba Narnia manteniéndola a salvo de los peligros pero cuando nació su hija su poder se debilito –hablo el líder de los centauros luego de un largo suspiro, no podía hablar de ello pero si eso ayudaba a que la joven se salvara, lo haría.

- ¿Hermano de Aslan? Eso es imposible –hablo Susan estupefacta.- ¿y qué tiene que ver con Kassia?

- Mucho.

- ¿A qué te refieres con que se debilito? –pregunto Caspian.

- Su esposa enfermo cuando iba a dar a luz, era la hermana menor de la bruja blanca y ella no permitiría que alguien tan poderoso como su hija tuviera vida pero Lucian no permitiría que su primogénita muriera a causa de la magia de Jadis.

«Todo comenzó en el palacio Cair paravel, el anuncio del nacimiento de la niña había puesto aquel castillo en movimiento, todos esperaban su nacimiento con ansias pero la alegría se vio opacada cuando la madre enfermo.

Sus gritos se escuchaban por todos los pasillos y eso alerto a Aslan y a Lucian.

- No puedo permitir que mi hija muera por culpa de esa mujer, Aslan.

- No lo hará, tenlo por seguro.

- Aun así no me puedo mantener tranquilo, debo hacer algo.

- Recuerda que hacer tratos con Jadis es entregarle algo que ella siempre ha deseado, poder.

- No me importa perderlo con tal de ver a mi hija crecer.

Lucian ese día salió en busca de Jadis, paso días tratando de encontrarla y cuando por fin lo logro, la mujer ya estaba esperándolo. A pesar de haber muerto aun mantenía un pequeño vínculo con sus antiguos seguidores. Ellos lo encerraron, debilitando el poder de Lucian que sirvió para darle un poco de vitalidad a la bruja, alimentándose de su sufrimiento, humillándolo y golpeándolo. Jadis venía de otro mundo, todos lo sabían y su deseo por poder la había llevado a ser enemiga de Aslan pero Lucian no pudo mantenerse lejos de la mujer, ya que había descubierto a su hermana quien le había encantado al segundo, desarrollando un amor prohibido.»

- ¿Qué hizo Lucian para librarse? –pregunto Trumpkin.

- Su poder se debilito pero pudo librar a su hija de Jadis, Aslan le ordeno quedarse en el bosque para que su hija pudiera crecer lejos de la magia de Cair paravel, esa niña es Kassia, mantiene viva una parte del poder de Jadis en su interior, eso es lo que hace que su presencia sea terrorífica para los hombres.

- Nightmare –musito el tejón entendiendo la historia del centauro.

- ¿Pero eso que tiene que ver ahora con salvar a Kassia? –pregunto Peter.

- Cada hermano tenía un ser que lo representaba, Aslan en un león, Aurum una serpiente dorada y Lucian un dragón. Mi gente siempre ha sentido la presencia de un enorme dragón bajo los riscos cerca del hogar de los Kidemones.

- Su padre murió –le recordó Caspian.

- Pero no su poder.