Camine junto a Hiroko alejándome de la habitación a varios metros de la puerta, se veía nerviosa y solo en pocas ocasiones dirigía la mirada hacia mí, un silencio incómodo lleno el pasillo entre ella y yo.
-Toshiya y yo estuvimos hablando con el médico y... bueno... decidimos que sería bueno...dejar descansar a Yuri...
-... ¿Cómo?...- le pregunte mirándole a los ojos, tenía un sabor amargo en mi boca.
-Ha pasado mucho tiempo...creo que es mejor dejarle descansar...
-No... no puede- pronuncie débilmente con la mirada en el suelo y lo ojos llenos de lágrimas, apretaba los puños aferrándome a mi propia ropa, no comprendía a que se debía esta decisión tan precipitada.
-Vicchan gracias por cuidar de mi pequeño pero...no debes preocuparte más y vivir por ti y por el...- su voz de gratitud se encontraba entre cortada, no podía más, sin Yuri, mi mundo terminaría.
Rendido comencé a llorar dejándome caer de rodillas al suelo, mi mundo se hacía pedazos, ya no había color en él.
-Por favor...no lo hagas...por favor-lloraba desconsolado pidiendo piedad por mi vida, no podía pasar algo así...era mentira.
-Vicchan calma...- menciono Hiroko dulcemente tocando mi mejilla de manera cuidadosa y amable.
-No me lo quites...no me quites...a mi razón...de vivir- no escuchaba razones, estaba haciendo un show mientras lloraba, doctores y enfermeras que pasaban por el pasillo se me quedaban mirando, pensando que quizás me había vuelto loco y tenían razón, estaba loco de soledad y de tristeza de no poder ver esos ojos cafés nunca más.
Parecía que había conmovido a Hiroko pero no parecía que fuera a cambiar de opinión.
-Yuri...no por favor...- levante el rostro con los ojos rojos e hinchados de tanto llorar, mire al médico entrar en la habitación, no podía creer lo que pasaba, no quería que nadie le tocara , corrí con los ojos llenos de lágrimas quedándome sin movimiento bajo el marco de la puerta sorprendido.
Imaginaba que el medico había entrado para desconectarle y que el momento en que lo viera el estaría dormido tranquilamente, pero, vaya sorpresa me lleve al ver a Yuri siendo revisado, esos lindos ojos color café me miraba de nuevo y esta vez volvía a llorar, no sabía si las lágrimas eran por felicidad o tristeza, en ese instante nuestras miradas se encontraron y sentí una calidez dentro de mi pecho que me había hecho sonreír, el me regreso la sonrisa extendiendo su delicada y delgada mano hacia a mí.
-Yuri...-murmure acercándome, pero me detuve cuando Hiroko le abrazo, en ese momento Yuri le aparto comenzando a llorar, parecía confundido y era un comportamiento bastante inusual.
Poco después de verle llorar desconsolado le abrace limpiando sus mejillas con cuidado, pero cuando le tuve entre mis brazos era como tener a un niño pequeño que lloraba por sentirse perdido y solo, con poco tiempo se relajó entando entre mis brazos y no entendía porque era posible después de lo que le hice, Hiroko salió con el medico dejándonos solos, por breve momento me senté en la cama sin alejarme de pues temía que como me alejara volviera a llorar, y al paso del tiempo ya nos habíamos logrado acomodar en la cama descostándonos en ella, tan estrecha para ambos por lo que le abrace contra mi pecho teniendo cuidado de no lastimarle y que no cayera por el otro extremo.
No podía creer que esto fuera real, parecía un sueño, uno del cual no deseaba despertar, mi mundo había tomado color de nuevo cuando vi esa hermosa sonrisa.
Con una expresión de alegría en el rostro jugaba con los mechones su pelo color azabache, adoraba verle de esta manera.
En eso nuestras miradas se volvieron a cruzar, fue un momento mágico, sentía como mi corazón se comprimía, dolía tanto pero era tan satisfactorio, de pronto mientras sus ojos se escabullían de los míos de me acerque a aquellos labios rosados y finos, rozándolos con los míos con lentitud sintiendo en un escalofrió en todo mi cuerpo.
Y de pronto en un abrir y cerrar de ojos me encontraba en un lugar lleno de árboles secos, en donde las ultimas hojas caían al suelo, ¿Qué había pasado?, me pregunte a mí mismo, al dar un paso el escenario en donde me encontraba había cambiado, habían muchas personas con vestidos y trajes negros rodeando algo, sus rostros me parecían conocidos. Estaba confundido, comencé a acercarme más y observe a Hiroko llorando en los brazos de Toshiya, mi cuerpo se estremeció en el momento en que mari se alejaba de un ataúd, mis piernas se movían solas.
Con un dolor en mi pecho miré la figura de Yuri, su piel era más pálida, el color rosado de sus mejillas y labios ya no estaban, se los habían robado, y de pronto me visualice a ahí parado inerte mirando el ataúd con una rosa blanca entre las mano.
Lleve mi mano hasta mi boca cubriendo está evitando gritar y llorando mi sufrimiento en silencio, mis piernas ya no podían sostenerme, negaba con la cabeza.- no por favor...a él no...- repetía en silencio con la intención de ser escuchado por alguien pero mis suplicas eran silenciadas cada vez más cuando dos hombres llenaban de tierra aquel elegante ataúd de madera de pino.
Mis ojos se abrieron de golpe, mis mejillas estaban mojadas cuando me senté sobre la cama jadeante, la habitación estaba en completa oscuridad era tan grande y espaciosa que estaba fría, tome el teléfono de la mesa de noche relamiendo mis labios secos, eran las 09:14 am del 24 de diciembre pase mi mano libre sobre mi pelo cuando mi teléfono sonó, conteste aun con el nudo en mi garganta.-si, diga-pronuncie bajo aclarando la garganta.
-Viktor debes de venir- escuche la voz de yurio al otro lado del teléfono.
-Ya le dije a Yakov que no tenía ánimos para una fiesta con prensa...-pronuncie irritado mirando al suelo.
-Se trata del cerdo- en ese momento me puse de pie de un salto tomando mi gabardina y las llaves de la casa.
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New Game // Victurii
FanficDespués del gran prix y de haber ganado el oro, Katsuki Yuri regresa a su hogar, después de incidente ocurrido al final de la competencia en donde anuncia su retiro del patinaje. Durante algún tiempo se aisla de todos aquellos que conoció incluye...