Cuenta regresiva. 16

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Tome a Melody de la cintura pegándola a mi cuerpo sus mejillas se pintaron de un color rojizo mientras una de sus manos se posaba sobre mi pecho su mirada me decía que estaba sorprendía por el acto que había hecho cuando ayer después de la practica le había alejado de mi por haberme besado en los labios, había sido cruel con ella por alguien que solo jugaba con los sentimientos, algo que aprendía continuamente de mis relaciones fallidas era que todos buscaban la figura de Viktor Nikiforov la leyenda viviente del patinaje artístico...nadie era capaz de buscar más de ello y creí que quizás Yuri podía ser diferente que su forma de mirarme era como si tratara de encontrar un tesoro dentro de mí que incluso yo estaba dando por perdido que frente a él no se paraba solamente un patinador con cinco medallas de oro sino que se paraba frente a él un hombre que había tenido de todo en su vida excepto un verdadero amor aquel amor que las historias y películas relataban en donde todo era posible estaba tan muerto antes de conocer esos ojos chocolate que me miraban con algo más...pensaba en que quizás nuestras historia si podía ser algo más apegado a las películas de Disney quizás y no acabar como una tragedia romántica como la de Romeo y Julieta...pero él me dio a entender este mismo día que no era así y que quizás para mí no había un final feliz que solo estoy destinado para ser el modelo de revistas y idol de muchas personas por mi patinaje e imagen que trato de guardar... nadie ha entendido que mi propósito no solo consiste en sorprender a mis fans sino también pedir ayuda a través de una secuencia de pasos y música que llevan al límite mi cuerpo y mis emociones...no se trata solo de competir sino buscar a alguien que pueda entenderme como un hombre...como a un niño y un humano...eso todo eso lo estaba viendo en sus ojos.

Sentí una punzada en mi pecho cuando le vi susurrar cerca del oído de ese desgraciado roba sueños en ningún momento cruzo la mirada conmigo mientras Yakov mantenía una conversación con ese tipo yo no tenía idea de lo que estaban diciendo o a que se referían mientras escuchaba esos murmullos mire como se alejaba de la conversación mirando la pista claramente me estaba ignorando y eso no me hacía gracia...solté a Melody dejándola a un lado mientras él seguía caminando adentrándose a los vestidores...mi oportunidad de arreglar lo que estaba pasando quizás o posiblemente de otra cosa...no sabía que estaba asiendo con exactitud...mi mente me pedía que me detuviera, que dejara de acercarme pero mi cuerpo y mi corazón se habían unido en uno solo haciendome avanzar detrás de el...yo simplemente quería abrazarlo y ocultarle del mundo.

Apresure mi paso entrando detrás antes de que cerrara la puerta él se giró un tanto sorprendido y de nueva cuenta nuestras miradas se habían encontrado, cerré detrás de mí la puerta con seguro sin apartar la mirada de sus bellos ojos suspire estrechando su pequeño cuerpo entre mis brazos respirando profundamente su aroma, el tiempo se había detenido mientras le abraza con posesión esta pequeña y frágil joya era simplemente mía y nadie podía tenerla como yo la tenía ahora.

Podía sentir como trataba de separarse de mi con fuerza pero entre más lo trataba yo más me aferraba a él, no pensaba en soltarle, no ahora que volvía a sentir como su calor se mezclaba con el mío.

Me separe mirándole a los ojos un poco más pasando mis manos a sus mejillas bese sus labios rosados, suaves y dulces como su hubiera sido el primer beso que le hubiera dando después de siglos, su sabor me envenenaba por poco que fuera...sentía miedo de perderle y dejarle ir, cerré mis ojos sin dejar de besarle de manera tierna y agresiva con deseos de decirle lo mucho que le extrañaba, mi amor por él era posesivo, egoísta pero más que nada verdadero.

Al principio trato de resistirse con sus ojos cerrados de manera violenta pero entre más pasábamos así se iba relajando y me deba más permiso de besarle con cuidado y con mayor suavidad, su cuerpo se había relajado por completo correspondiendo con la timidez que le caracterizaba al beso.

Me aleje despacio de sus labios para tomar aire pero yo no necesitaba aire ni nada solo le quería a el conmigo.

Le mire con una sonrisa en mis labios como si de un niño se tratase estaba tan lleno de felicidad que memorizaba esa hermosa expresión en su rostro, sus mejillas rojas y mirándome completamente tímido con un brillo en sus ojos que me pedía no irme de su lado, parecía un sueño, tanto que estaba olvidando que estábamos en los vestidores de la pista y que habían más personas afuera que quizás se preguntaban el por qué había ido a los vestuarios con tanta prisa.

Acaricie sus mejillas con mis pulgares de la manera más delicada que pudiera para no dañarle ni lastimarle...ya estaba olvidando de que tenía un nuevo entrenador...eso ya estaba en segundo plano.

-Debo regresar...- pronuncio de manera baja volviendo a apartar su mirada de mí, claro ya estaba cansado de mi...pero yo no de el...no quería dejarle ir por nada del mundo aunque solo fueran breves minutos a su lado quería seguir soñando despierto a su lado.

-¿Estás cansado de mí?- pregunte sin intención alguna de que respondiera a mi pregunta claramente no quiero saber la respuesta.

-No...digas eso.- pronunció como si le incomodara lo que estaba pasando en ese momento entre ambos, él quería salir y me lo decía su comportamiento a cada momento se comenzaba a poner nervioso como si trata de ocultar algo.

-¿Por qué me has cambiado?- quería respuestas a las preguntas que estaban causando una tormenta en mi mente y una lucha entre mi corazón y mi mente.

-Yo no te he cambiado-sentía como me comenzaba alterar mientras mi corazón dolía.-por qué...-antes de que terminara de decir algo volví a besarle con cariño, no quería escuchar la respuesta mi corazón había ganado la pelea contra mi mente.

No tenía idea ni como pero ambos nos habíamos acomodado en el suelo de los vestidores que normalmente permanecían para las visitas, acomodamos unas toallas sobre el suelo dejando debajo su chaqueta para que el frio del azulejo no nos resfriara mientras que mi chaqueta del equipo nos cubría a ambos para mantener el calor le mantenía abrazado junto a mi pecho, no sabía cuánto había pasado desde que ambos desaparecimos pero nos importaba el tiempo en ese momento ni quien nos esperaba...mi cómplice ya se había encargado de aquellos que pudieran molestarnos y cuando me refiero a mi cómplice me refería al adolescente ruso Yuri Plistesky le pedí que le digiera a todos de que me había retirado al igual que Yuri mientras ocultaba nuestras cosas.

Podía pasar horas mirándole mientras acariciaba su pelo color azabache con cuidado sintiendo su fragancia junto a la mía, hace meses que no me sentía tan bien con alguien tenía que volver a mi apartamento con mi amigo que me esperaba en casa y dudaba en llamar al final un can no contesta los teléfonos y no era muy justo dejarle solo todo el tiempo yo era su única compañía y el la mía...había conseguido un amigo que no me quería por mis medallas.

-Yuri...vamos a mi apartamento...-susurre cerca de su oído para que el silencio de la pista nos diera la tranquilidad que tanto había pedido sin dejar de acariciarle con cuidado jugando con su pelo entre mis dedos.

-si...- menciono con un susurro mientras se pegaba cada vez más a mí, la pista ya se había vaciado por completo y se sentía el ambiente cada vez más frio...la noche en san Petersburgo era hermosa pero bastante fría y lo entendía...mi adorable cerdito apenas podía acostumbrarse a climas tan fríos como el de Rusia pero no se quejaba de ello...más bien buscaba con más prisa mi calor.

Teníamos que ir al departamento pero no quería levantarme...quizás no era lo más cálido que había o lo más cómodo pero sí que era especial era como un pequeño nido que habíamos construido ambos para refugiarnos.

New Game // VicturiiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora