Capítulo I

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POV BANG YONGGUK.

-Señor Bang -dijo mi secretaria por el intercomunicador-. El abogado del señor Kang está aquí y exige hablar con usted.

-¿Ya le dijiste que estoy ocupado? -dije con impaciencia.

-Es urgente -dijo una voz masculina.

-Déjalo entrar -respondí.

Inmediatamente después la puerta de mi oficina se abrió, un hombre de aproximadamente cincuenta años elegantemente vestido entró y me miró molesto.

-Pensaba que los asuntos del señor Kang tenían prioridad -dijo altivamente.

-Solo si el señor Kang es quien viene a verme -dije tranquilamente.

-Arrogante como siempre -respondió el abogado Seo.

-Por si no lo escuchó estoy ocupado, así que si va a decir algo hágalo rápido.

-El señor Kang me pidió que viniera a buscarlo para que vaya a su casa, necesita hablar con usted inmediatamente.

-¿Por qué no me llamó? -dije sorprendido.

-Sus médicos le tienen prohibidas las llamadas de cualquier tipo, el mensaje que estoy dándole me lo ha dado su ama de llaves.

-Está bien, iré esta noche.

-Lo siento pero es urgente, debe irse conmigo en este momento. Además puede delegar, es el presidente -dijo venenosamente.

-Algo que usted quería ser -respondí riendo-. Lamentablemente aparecí yo en la escena y sus sueños se arruinaron.

El hombre se puso rojo de furia, disfrutaba hacerlo enojar, yo era consciente de que me odiaba por haberme convertido en el presidente del Grupo K pero no me importaba en lo absoluto. Yo merecía este puesto y un pedante abogado no me iba a convencer de lo contrario.

-¡Eres un advenedizo! -gritó furioso.

-Puede decir lo que quiera -dije tranquilo-. Mi nombre es el que está en este escritorio.

El hombre salió de mi oficina echando chispas, yo lo seguí. Era consciente del poder que tenía pero también reconocía quién me lo había dado y no iba a hacerlo enojar.

Además no iba a durar mucho tiempo aquello, a Kang JinGuk lo único que no le sobraba era tiempo.

-No creo regresar a la oficina hoy -le dije a señora Han, mi secretaria-. Envíeme los pendientes más urgentes.

-Claro señor Bang -dijo ella sonriendo.

-Gracias -sonreí.

Bajé al estacionamiento, un auto negro estaba esperándome, subí de inmediato y el chofer arrancó.

Comencé a sospechar lo que el señor Kang iba a pedirme, su enfermedad ya estaba demasiado avanzada, quería verla antes de irse e iba a enviarme a buscarla.

Lo cierto es que temía un poco volverme a encontrar con ella, mientras estuvimos juntos removió ciertas fibras en mí que pensaba muertas. Sin embargo, la alejé como era el plan, el nuestro debió ser el matrimonio más corto de la historia.

Kang Yoo Jung, la hija del señor Kang, era una chica linda cuando la conocí, inocente, tierna y adorable. Lamentablemente para ella también un peón en mi juego y en el de su padre, por eso había salido huyendo.

No sabía dónde estaba y siempre me decía que no me importaba, obtuve lo que quise de aquel matrimonio y ahí se terminaba mi interés en ella. Suena frío pero así soy, en eso me convertí cuando mi corazón murió hace ocho años.

Damn Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora