Capítulo VII

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POV YOO JUNG.

Me senté en uno de los bancos y me puse a pensar en el tipo de vestido que debía comprar. Hacía mucho que no iba a ese tipo de eventos y la verdad me puse nerviosa.

Justo en ese momento YongGuk regresó, comenzó a tomar galletas de la charola y lo detuve, necesitaban estar frías para que se las pudiera comer. Le di un plato con las que ya estaban frías.

Lo miré salir, metí la última tanda de galletas al horno y esperé a que se hicieran.

Al terminar me fui a mi habitación. Al día siguiente tenía que comprar el vestido e ir con una estilista que me ayudara a peinarme.

Desperté algo tarde, desayuné con mi padre y le hablé del baile.

-No te preocupes por nada -dijo sonriendo-. Ve a la boutique de Sofía y ella va a ayudarte con todo.

-¿Sigue trabajando? -pregunté sorprendida.

Sofía era una modista italiana que se había casado con un coreano que había terminado en Milán durante la Guerra de Corea, al término de la Guerra volvieron a Seúl, ella se dedicó a lo mismo que hacía en Italia, ganó fama porque hacía cosas diferentes a toda la moda asiática. Vistió a mamá y a mí también durante los años que acompañé a papá a los eventos. Sus manos hacían magia con las telas. Estaba tan sorprendida porque era mayor y supuse que ya se había retirado.

-Claro que sí -papá se rió-. Ya sabes que Sofía es una mujer igual o más terca que yo. Sus hijos le han pedido que deje el negocio pero ella dice que solo podrán sacarla muerta de ahí.

-¿La sigues viendo? -pregunté sorprendido.

-Ella es de mis pocas amigas, nunca dejé de verla y cada que lo hacía me regañaba por la manera en que te traté -dijo tosiendo.

-Será mejor que te dejé descansar -dije preocupada-. Iré a ver a Sofía en un rato.

-Antes de que te vayas al baile ven a mi habitación, quiero ver el vestido que te dio.

-Claro que sí -le di un beso en la frente-. Ahora descansa.

Salí de la habitación con un nudo en la garganta. Me dolía ver a mi padre así, saber que pronto se iría y que no volvería a verlo. Me alegraba un poco que estuviera al pendiente de mí y que pasáramos tanto tiempo juntos, no obstante toda aquella alegría se ensombrecía con el hecho de que papá había decidido cambiar hasta que estuvo a punto de morir.

Pedí un auto para ir a la boutique de Sofía, había un hombre en el asiento del conductor.

-No serán necesarios sus servicios hoy -dije con una sonrisa.

-Pero el señor Kang... -dijo el conductor preocupado.

-No se preocupe por mi padre, le diré que fue una orden mía.

-Está bien, señora Bang -dijo bajándose del auto.

Quería estar sola, no me gustaba estar rodeada de guardaespaldas.

Llegué a boutique de Sofía, seguía exactamente igual a como la recordaba, ella también había hecho mi vestido de novia, no pude evitar sonreír con tristeza.

Entré y una linda chica me recibió con una sonrisa.

-Bienvenida -dijo amablemente.

-Hola, vengo a ver a la señora Conti, ¿se encuentra? -pregunté sonriendo.

-¿Tiene una cita?

-No, pero ¿puede decirle que Kang Yoo Jung quiere verla?

-Permítame un momento.

Damn Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora