✞ Capítulo 3 ✞

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Laito tan solo veía con deseo a la pobre Yui, quien sigue cubierta con las sabanas tratando de no lucir "Deliciosa" frente a aquellos ojos esmeraldas, los cuales muestran un gran destello, eso tan solo aumento mas la lujuria del Sakamaki, ríe suavemente y con facilidad hace esas sabanas a un lado, la Komori abrió sus ojos con sorpresa, la vista del castaño se fue hacia aquellas piernas blancas, pronto las mejillas del vampiro se tiñeron de rojo, la mano fría del contrario se poso en una de estas, la rubia sintió escalofríos, sabía que detenerlo o defenderse solo significa divertir a Laito. —P-Por favor... —Aunque a veces no podía evitar decir que parará, sería un milagro si lo hace, aunque bueno esa vez que se desmayo lo hizo, después de todo no tiene gracia atormentar a su presa si esta no lo siente y vive.

La Komori llevó su vista hacia otro lado, vio que de nuevo Frederica ha desaparecido pues ya no esta en la puerta, pero ve hacia otro lado y allí puede ver a la azabache parada en el pequeño escritorio blanco, puede notar como la mirada de la oji-gris esta lleno de temor, y es que para ella es revivir cosas del pasado, recuerda esta escena aunque muy borrosa solo sabe que no le gusta. —¿Que pasa?~ duele que me ignores.—La voz de Laito hace volver a la rubia, quien ya ve como él Sakamaki acerca su boca a la piel suave y blanca, olfatea un poco antes de degustar.

—No...—Esa no fue la voz de Yui, si no la de la fantasma quien bajo su mirada, la vista de la azabache es cubierta por su fleco. —¡No!.—Grito fuertemente, la Komori se sorprendió ante eso y de repente los libros cayeron al suelo, y la luz del candelabro empezó a fallar parpadea en varias ocasiones, aquella cosa llamo la atención del castaño quien se detuvo al instante, llevando su vista hacia los libros tirados, arqueo una ceja confundido tanto que se alejo de la rubia, cosa que le alivio por completo, pero la dejo con la incógnita de porque esa reacción tan fuerte de Frederica, ella seguía allí con sus ojos desorbitados jadea y la mirada de temor se convierte en una de desprecio y asco al ver a Laito tan cerca suyo, aunque él no la ve.

—Mmm. Que raro.—Comento él Sakamaki, para así sostener un libro en sus manos y dejarlo en el escritorio.

—Vete.—Murmuró la azabache, cuando de repente la puerta fue cerrada de golpe tan solo causando sorpresa en él vampiro, pues Yui sabía quien hacia todo eso.

—Pero que...—Laito fue a la entrada de la habitación, creyó que se atoro o algo pero giro la perilla y se abrió por completo, la Komori dirigía su vista hacia la alarmada Frederica quien tiembla, pero ya se ha calmado. —Ah. Se fue mi apetito.—Pues aquello raro que ha pasado no le gusto a Laito, así que suspiro no sin antes dirigirle una mirada coqueta a la rubia. —Pero mañana no escaparás de mi Bitch-Chan.~—Guiño su ojo y así salio de la habitación, cerrándola a su vez, Yui apenas le prestó atención al Sakamaki pues aun nota como la fantasma parece estar mal.

—Frede-Chan...—Musito bajo, la azabache reaccionó ante la voz suave y dulce de la rubia, tan sólo la miró, ella tiene una expresión de tristeza y dolor, muerde sus labios evitando llorar, si sintiera algo seguro le dolería y mucho, antes de que pudiera decir algo mas la fantasma atravesó una pared para irse, dejando a la rubia confundida y preocupada. ¿Que le habrá hecho Laito para reaccionar así?, solo espera no sea lo que esta pensando.

†††

La mañana paso normal, o bueno si eso le puede llamar normal, como siempre uno de los hermanos entraba a su habitación sin permiso, venía a beber su sangre, después de eso se alistaba para salir de allí ir a desayunar y después vagar un poco por la casa, no importa si se encierra o no, ellos vendrán a buscar lo que reclaman como suyo, a la Komori se le ocurrió ir a donde están las muñecas de Kanato, pues Frederica no la volvió a ver después de aquel suceso que la dejo con dudas, mas debía de ser precavida al menos que ningún de los hermanos sepa que va a ese lugar, pues les resultaría extraño que quiere entrar a un lugar que siempre evita y le da miedo. Mas antes de ir allá, iría a los jardines quería traerle unas rosas a la fantasma pues notó como le encantaron la ultima vez, esta segura que eso la hará sentir mejor y tal vez se quiera abrir con ella, Yui tan sólo quiere ser buena con su amiga, pues después de todo ella la hizo sentir mejor cuando Kanato la encerró.

Había quitado las espinas, las amarro en un listón rojo, dio unos últimos detalles y quedaron muy bien presentables, Yui sonrió orgullosa ante su arreglo tan improvisado, se trata de una combinación de rosas rojas y blancas. Antes de ir allá, buscó una señal de un vampiro cerca pero no haya nada, aparte no siente escalofríos tal vez hoy tenga suerte de poder ir con la azabache sin ser interrumpida por un vampiro, dio pasos rápidos casi iba corriendo abrazando fuertemente el ramo lo esconde entre sus brazos, cuando llego la vio estaba sentada en una banca de piedra, un perfecto lugar para poder admirar a todas las novias, pero ella mantenía su mirada baja esta vez no sonreía y solo se limita a balancear sus pies. —¡Frede-Chan!.—Exclamo, la mencionada vio a Yui con sorpresa casi confundida al verla aquí, la azabache se quedó quieta sin poder responder nada.

—Yui...—Musito su nombre. —¿Q-Que haces aquí?. —Le cuestionó, la Komori no esperó tal reacción, su leve sonrisa desapareció, la intención de Frederica no era hacerla sentir mal pero lo hizo.

—Yo... Te vine a visitar... Te traje esto.—Extendió el ramo hacia la fantasma quien vio maravillada las rosas, aceptó el presente y las olfateo emanan un aroma dulce.

—Gracias...—Dijo. —No pensé que querías verme de nuevo.—Se lo hizo saber. —Ya sabes después de lo que hice, me salí de control, creí que te daba miedo.—La Komori se sentó al lado de ella para así negar repetidas veces.

—No... Sólo me sorprendí, es increíble lo que puedes hacer, me salvaste de Laito.—Dice la rubia para así volver a sonreír, Frederica volteo a verla e igualmente sonrió.

—Ah. Hablas en serio... Que tonta, yo pensé mal, es que vi tu rostro y automáticamente pensé que me temías. —Declaro, avergonzada, cubriendo su rostro con el gran ramo, reía de la vergüenza no se podía controlar, a Yui le pareció tierno aquello y tan sólo se limito a mirarla.

—Um. Frede-Chan... Disculpa si pregunto, pero, ¿que te paso?.—Musito, esperando no incomodar a la contraria con sus palabras. —N-No tienes que contestar si no quieres.—La risas se habían detenido, hubo un silencio en ese lugar, Yui pudo sentir como la atmósfera se apagó de repente.

—Simplemente no me gusto como te estaba tratando, si tu no querías se debió detener ¿no?.—Respondió la fantasma.

—Oh. ¿No te recordó a algo?.—La Komori esta interrogando de mas, por una parte es curiosidad y por otra parte saber que cosas vivió su amiga.

—No lo se. —Se encogió de hombros, para así pasar sus manos sobre las rosas. —Te confieso algo... Mi memoria es pésima.—

—Uh.—Ladeo la cabeza.

—Tengo lagunas en mis recuerdos, algunas cosas recuerdo muy bien pero las otras no... Ni siquiera se quien de los hermanos acabó con mi vida.—Por unos momentos vio a la rubia, quien quedo sin habla, arrepintiéndose un poco al indagar de mas. —E igual siento que tengo algo pendiente en este mundo, pero no se que es... Por eso es que no he podido irme. —

—Ah.—Al fin entendía el hecho de porque ella es la única novia que es una fantasma. —¿Si puedes acabar con tu asunto pendiente y descubrir quien te asesino podrás descansar en paz?.—La azabache asintió ante la respuesta.

—Es posible, pero ya lo intente y nunca he llegado a nada... Tan solo mis recuerdos son mas borrosos, si no fuera por los hermanos ya no recordaría nada.—La Komori sintió pena por ese espíritu, tan amable y dulce y terminó así, su alma amarrada a este mundo. —Ni siquiera se donde esta mi cuerpo. —Los ojos rosados empezaron a buscarla, pero no, ella no esta aquí cosa que le parece extraño, pues él mismo Kanato ha dicho que todas las novias están aquí.

—Te ayudaré. —

—¿Eh?.—

—Yo te ayudare Frede-Chan, juntas encontraremos las respuestas, podrás descansar en paz.—La de orbes grises quedo pasmada ante lo que dijo, pero sonrió en grande, apenas y la conocía pero parece ser que la rubia haría lo que sea por ella, lágrimas se empezaron a frotar en sus mejillas, sin duda Yui es la persona mas buena y amable que haya conocido, le recuerda a alguien, seguramente a su madre.

Memorias de una novia [ Diabolik Lovers ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora