✞ Capítulo 18 ✞

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Yui no paraba de llorar, los cabellos albinos no dejan de caer, el cuerpo de Karl era más pequeño, la ropa le quedaba algo grande, en ese momento la Komori le abrazo con todas sus fuerzas. —¡Que alegría!.—Estaba tan feliz que no podía dejar de llorar.

Frederica apenas podía procesar lo que pasó, ahora ella se había convertido en algo "inmortal", siempre y cuando esté poder no la rechacé, pues por lo que entendió tenía conciencia, se pregunta de dónde habrá venido este, y porque Karl siempre dijo que era suyo, aunque puede entender más o menos lo último, si alguien más cruel se enterará este mundo no sería como lo conoce. —He vuelto.—Al fin reaccionó, abrazando a Yui.

Duraron un gran tiempo así, hasta que vio a los demás hermanos, estos no parecían tristes por la muerte de su progenitor, aunque tampoco estaban festejando, para bien o para mal el fue su padre, y aunque siempre mostró un lado frío ante ellos, no podían evitar sentir algo de dolor al perderlo. —El murió feliz.—Dijo de la nada Frederica, llamando la atención de todos.

—¿Así que tú eres ahora?...—Reiji le cuestióno, ella miro sus manos que estaban cubiertas por esos guantes blanco, después miro el cabello albino en el suelo, perteneciente a Karl.

—Soy la amiga de Yui.—Contesto.

Con un simple chasqueo de sus dedos todo empezó volver a la normalidad, Yui vio con asombroso, al igual que los demás hermanos aunque no tan impresionados.

Decidieron dejar descansar a la Komori, lo necesitaba después de todo, y Frederica se reunió con los hermanos, ella misma la convocó, aunque podía notarse el rechazo que sentía por Laito, y también como tenía miedo de acercarse a Kanato y Subaru, tuvieron historia pero quiere dejarla atrás, vivir este presente, además duda enamorarse nuevamente. —Yo pienso quedarme con el poder de su padre.—No sabía cómo decir la verdad, además duda que importe. —Asi que ustedes pueden vivir vidas tranquilas si quieren, yo me encargaré de todo.—

—¿Conoces la existencia de los Mukami?.—Reiji dijo.

—Las memorias más importantes de Karl están conmigo, no te preocupes yo me encargaré de todo eso... Así que dejen esa tontería de Adán y Eva.—Suspiro, ese proyectó que costó la vida de muchas seguramente, aún no se cree que las otras solo fueran meros sacrificios, y si es así que crueles todos, quisiera sentir pena y lástima por Karl pero le es casi imposible.

—¿Tu que harás, nos dejarás?.—Kanato pregunto, viéndose desesperado por saber la respuesta.

—Claro que no... Quiero seguir viendo a Yui, y a ustedes...—Si la Komori ama a Ayato es seguro que deberá seguir viendo a los demás hermanos. —Kanato toma en cuenta esto, no soy humana ni vampiresa... Además has visto que me puedo salir de control.—Solo añade eso para hacerle ver al Sakamaki que ella no es una buena opción para "pareja" y no empiece una rabieta.

Quién sostenía su peluche no dijo nada más, solo se escucha como se queja, Frederica después miro a Subaru, él entendió su mirada y no dijo nada, ese amor que le tenía también acabo. —¿No tienes nada que decirme a mí?.—Escucho la voz de Laito, y lo miro de mala gana. —Hmm. Entiendo.—Una sonrisa relajada hizo el castaño.

—Como ahora soy un tipo de matriarca los necesitaré para que me ayuden en ciertas cosas de su mundo... Desde hoy todo tomará un rumbo diferente, se que deberé tener cuidado al principio, gente vendrá a por mi, pero está bien yo lo manejaré.—Todo sea para que ninguna chica tenga que vivir lo que ella, no, lo que tantas vivieron.

Termino la reunión y fue a dónde estaban las muñecas, había regresado el tiempo para la casa así que todo otra vez esta intacto, observo a tantas chicas, pero no a los maniquíes, si no aquellos espíritus que lloran en silencio, que no se mueven un centímetro de su cuerpo esperando algún día poder despertar, cerro sus ojos por esa triste escena. —Momoka...—Dijo el nombre de una de ellas. —Pinku, Isabella, Inés, Hana, Lulú...—Podia seguir un buen tiempo nombrando aquellas que murieron, pero todas las chicas fantasmas la voltearon a mirar, sorprendidas de verla, pero a la vez alegres, eso significa que pudieron ayudar a Yui. —Lo siento por lo que les sucedió.—Se acercó a un maniquí que estaba recostado, apoyo su frente sobre este, y guardo un minuto de silencio. —Pero por favor sean libres, les prometo que en su siguiente vida no habrá dolor...—En ese momento aquellas chicas empezaron a solo ser pequeños puntos de luz que Frederica reunió, eran cálidas, observo muchas memorias, felices, tristes, horribles, pero todas con esperanza.

Memorias de una novia [ Diabolik Lovers ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora