✞ Capítulo 11 ✞

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Entonces despertó, aunque en realidad se encontraba en un lugar diferente, en el pasado, podía ver a Frederica, llorando afuera del jardín, lamentándose en silencio, la Komori se acercó a ella, pudo notar que lucía una linda pulsera de gato en su muñeca, pero ella siendo fantasma no tiene ninguna... Llevó su mano a la azabache, la cuál alzó su rostro entre un montón de lágrimas. —Subaru me odia por culpa de Laito.—Creyo que la había notado, pero no es así. —No quiere hablar conmigo ya... Quiero irme a casa.—Volvio a llorar, Yui realmente la quería consolar pero no sé podía cambiar el pasado.

Pronto vio como Frederica veía con ternura aquella pulsera tan importante, por un momento notó algo de esperanza en esos amables ojos grises... Todo cambio cuando Kanato llegó para así jalarla del brazo con fuerza. —¿Es cierto?...—Le pregunto entre gruñidos, la humana se vio confundida y asustada.

—¿Ah?...—

—Tu... Cómo te atreves a amar a alguien que no sea yo.—Los ojos de Frederica se abrieron en grande, mostrando un enorme miedo, Laito tan solo empeoró todo, ella trato de decir algo pero fue lanzada al suelo con fuerza, debe llorar en silencio, si no lo quiere provocar más.

Yui se acerca, se sentía tan impotente ante está situación, Frederica la salvo y ella no es capaz de hacer nada.

Kanato empezó a llorar, dando pasos hacia la humana que intenta guardar silencio, hasta respira profundo para calmarse, pero después vio como él se arrodilló hasta su altura, limpió sus lágrimas con ternura, no hizo nada, conocía bien lo que haría después. —Me perteneces, haré que lo recuerdes.—Sudo frío, arañó el piso con fuerza, tanto que se rompió la uñas.

—Kanato... Yo.—Fue silenciada por el vampiro que la tomo de los hombros con fuerza, para así hacerla caer completamente en el suelo.

No valía la pena forcejear lo sabía, por eso se quedó quieta, pronto sintió los colmillos de él perforando su cuello, tan doloroso y asqueroso escuchar como su sangre es drenada.

Cuando sintió los colmillos fuera de su piel creyó que el sufrimiento ya había acabado, pero tan solo empeoró, el descubrió uno de sus hombros. —Me voy a desmayar...—Suplica.

Yui solo mira. —Basta ya.—Es cómo verse a si misma, la Komori camina hacia la escena, se pone a un lado de Frederica que derrama lágrimas.

—P-Por favor...—Alza su mano pero recibí un manotazo de Kanato, eso hizo que la pulsera saliera volando, hasta la tierra del jardín.

—Shh. —La calla mientras sonríe. —Solo quiero oír tus gritos mientras me súplicas perdón por hacerme daño.—Ella perdió el color en su rostro, entonces de nuevo sintió dolor pero demasiado insoportable, alza sus manos queriendo hacerlo parar, Kanato la sujeta de las muñecas y Frederica aprieta los dientes con fuerza, rompe en llanto, su piel está siendo desgarrada la sangre la empapa un poco se marea con el aroma. 

—Voy... A morir.—Dice con una voz quebrada, Yui cierra sus ojos ante la horrible escena.

Al menos quiso apoyar su mano en la de Frederica. —Lo siento.—Murmuro para ella, quien ya rompió en llanto, pidiendo que Kanato la perdona.

—S-Solo te amo a ti lo juro.—En su desesperación dice esas palabras, pero el no se detiene en cambio hay más presión.

De nuevo para Yui todo se volvió oscuro, lentamente abrió los ojos, había una clara luz, estaba en su habitación, extrañamente sola. —Frede-Chan.—La llama posando su mano en el pecho. —Acaso Kanato fue quien te asesino...—

—No lo sé...—Volteo a ver a su lado, allí estaba ella, acostada en la cama, viendo a la ventana. —Esa pulsera, me gustaba mucho pero la perdí.—Lloro.

La Komori la consoló acariciando su cabeza, Frederica cubría su rostro con las manos. —Lamento tanto lo que hice, no se lo que ocurrió, yo no quiero hacerle daño a nadie...—

—Lo se.—La mira con tristeza.

—Pero estoy tan enojada, Yui estoy podrida.—

—¡No digas eso por favor Frede-Chan!... Tu eres amable, dulce.—Y tal vez en el pasado fue así, pero tantos años hizo que se pudra, se contaminó.

—No. Tu eres todo eso... Yui por favor.—La escucha. —Quiero que acabe esto, acaba conmigo, desaparece mi existencia para siempre.—Los ojos de la rubia se abren en grande para así recostarse con ella y abrazarla, no sabe que decir, después de todo esté lugar es capaz de acabar con la esperanza y fe en un abrir y cerrar de ojos.

—Por favor promete que lo harás...—

—No puedo, quiero salvarte.—

—Ya no hay salvación, solo me queda desaparecer... Yui te lo ruego, solo acaba conmigo, no tengo a nadie a quien pedírselo, estoy sola.—Los ojos de Yui se cierran con dolor.

Y la imagen de esa pulsera vino a su mente. —No... Tu, seguramente hay alguien que espera tu regreso.—Se levantó.

La fantasma controlo sus lágrimas para poder oírla, es muy posible, además su familia podría estar relacionada con su  pendiente, aunque a estas alturas ya no sirve, pero al menos quiere cerrar esto, tal vez eso ayude a su alma corrompida. —¿Y si no lo hay?.—Es inevitable pensar lo peor.

—Lo habrá, te lo prometo.—Yui dio una de sus mejores sonrisas, no se rendirá. —Busquemos esa pulsera, está podría contener recuerdos...—El optimismo de la rubia vuelve, Frederica duda, quiere ser valiente pero es tan difícil. —Ahora que los hermanos no están, vamos Frede-Chan, hagámoslo juntas.—

—S-Si...—Y sonríe de nuevo, Yui de cierta manera es su razón de seguir adelante, para no convertirse en un horrible ser... Quiere ser igual de amable como ella.

Cuando toma sus manos tiembla, sigue teniendo dudas de esto.

Y aún así sale de la cama, junto con la rubia, no entiende porque su corazón tiembla, le pide que pare, ¿Será mejor no recordar?, Se pregunta mientras corre con Yui. —Estamos cerca, cayó por aquí.— 

Por un momento se queda estática, una enorme oscuridad la envuelve, cómo la Komori está ocupada buscando la pulsera entre la tierra no se da cuenta de la situación, Frederica siente un horrible pesar, su corazón se acelera de tan solo pensar que la pulsera la hará recordar, diría que es feliz viviendo en la ignorancia, pero no es así, tan solo tiene miedo del pasado tener que vivirlo de nuevo, enfrentarlo y así seguir adelante.

Además de todos modos ya no debe importar ¿No?, Esta condenada, y aparte ni siquiera sabe si eso ayudará para apaciguar su sed de venganza, que tal... Si aquellos recuerdos empeora todo, si no es capaz de perdonar a quien la asesino. —Frederica...—Esa comprensiva voz la hace volver, levanta la mirada y después mira las manos de Yui, le sorprende que la haya encontrado, aunque está algo oxidada, el dije ya está medio roto. —Debes de tocarlo.—Su mirada muestra su miedo, aunque acerca su mano, no lo suficiente para tocarla. —Esta bien, yo estoy aquí contigo.—Y entonces un leve rozón basto para que todo el entorno cambié, una escena empezaba a aparecer frente a ellas.

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Taran! (๑•﹏•) Lamento mi ausencia :') por aquí, es solo que no había podido escribir antes... Bueno espero les haya gustado, agradezco su enorme paciencia ୧(^ 〰 ^)୨ prometo no tardar con el siguente 💕

Memorias de una novia [ Diabolik Lovers ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora