- ¿Dakota Britt? - susurro en su oído, rozando con mis labios su lóbulo.
- Si – contesta ella ruborizándose.
- Buenas noches, me llamo Eithan Russell. – digo mientras beso su mano suavemente.
- Lo sé – dice mientras me muestra el colorado de sus mejillas.
- ¿Me acompañarías a por algo de beber?-pregunto con una cara a la que nadie podría decir que no.
- Claro- me contesta ella sonriente
- Bueno, Dakota – digo mientras la cojo del brazo. - ¿Puedo llamarte así, verdad?
- Claro. . . – contesta embobada.
- ¿Vamos? –le sonrío nuevamente.
Nos colamos entre el montón de gente y llegamos al patio trasero de la casa donde no había nadie ya que este permanecía siempre cerrado y vacío especialmente para mí y mis "compañeras" en las fiestas de Dylan.
El patio trasero de Dylan consiste principalmente de, una mesa con dos sillas, una manta tendida en el césped y una caseta para el perro de Dylan que actualmente no estaba en casa. En la mesa había unas velas y una botella de alcohol.
Señalé la mesa mientras decía – ¿Nos sentamos? – sonriendo.
- Vale – me contestó devolviendo la sonrisa.
- Escucha, Dakota – le dije mientras la sujetaba una de sus manos. –La verdad es que... pienso que tú y yo nos atraemos mutuamente y estaba pensando si tu........ si tú quisieras algo conmigo. Ya sabes, yo no suelo buscar a las chicas, sino que ellas me buscan a mí pero contigo es distinto . . .de verdad quiero algo contigo . . .
Me miro con los ojos abiertos como platos y muy emocionada, con una sonrisa de oreja a oreja y deseando decir que sí.
-La verdad es que. . . A mí también me gustas pero tú solo deseas algo físico. Yo quiero más...
- Yo – dije con ojos de cachorro – no confío en nadie. Solo podrás tenerme físicamente si quieres por ahora. . . lo siento por no poder ofrecerte más. – dije pretendiendo llorar aunque de verdad me quería reír, soy un actor buenísimo.
- Es que... la verdad es que. . . – dijo tratando de decidir si contarlo o no.
- Aceptaré todo lo que venga de ti – dije deseando que esta mala película romántica terminara ya.
- Soy virgen. – soltó al final. – si no es un problema para ti... -continuó.
- Como ya dije, aceptaré todo de ti. –Dije mostrando mis hermosos dientes.
- ..... – sonrió mientras yo me acercaba lentamente.
La empecé a besar suavemente, lentamente fui bajando hasta sus pechos, deshaciéndome de su vestido azul cielo, después de llegar a su zona intima, empecé a quitarle las bragas mientras le seguía besando. Ella soltó un gemido, continué metiendo un dedo en su interior mientras soltaba varios gemidos.
Después de besar todo su cuerpo, procedí a continuar, estaba completamente desnuda mientras que yo solo me había quitado la camiseta. Me quité todo, quedando al igual que ella, desnudo. Había empezado nuestro acto cuando fuimos interrumpidos por un "Aham".
- Perdonen por molestarles – soltó una chica de estatura normal, melena negra y un vestido de color negro apretado a su cuerpo.Impresionante.
- Desaparece – contesto molesto mientras me abrocho los pantalones.
- ¿Y si no quiero? – contesta utilizando un tono de voz superior y un poco molesta.
- Como si me importara –suelto mientras me dirijo a la puerta.
- Dakota, amor, eso estuvo muy bien. – continuo sonriendo
- Gracias – contesta ella sonrojada.
Salgo del jardín y la chica de antes me sigue.
- ¿Deseas algo? – pregunto indignado.
- Puede. – sonríe
- ¿Y? – continuo mientras me dirijo a una "amiga" y esta me sigue.
Me coge la camiseta haciendo que me dé la vuelta y suelta
- Me gustas, Eithan Russell. – continua mientras se acerca a mis labios para besarme...
La miro indignado y me acerco a ella susurrándole
- No me gustan las chicas fáciles, los rumores sobre mí no eran verdad, en cambio los que trataban sobre ti Rachel Moore . . . – le contesto mirándola de nuevo de pies a cabeza y sonriendo.
- Bienvenida de vuelta – continuo mientras la abrazo.
- Estoy de vuelta, amor. - me contesta abrazándome.
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Eithan el playboy.[+18]
General FictionEithan Russell es un egocéntrico, narcisista que nunca confió en una mujer. Lo único que hizo fue jugar con ellas, apostar con su amigo a ver quién sería la siguiente que caería en su juego, en su cama. Pero apareció ella. ¿ Será capaz de domar al...