El reloj digital de la mesita de noche de Carina marcaba las cinco y media de la tarde y ella no había vuelto todavía. Me prometió que intentaría volver hasta las tres y todavía nada. Además la casa está vacía ( o eso creo yo ) porque no se escucha ningún ruido, ni siquiera una voz.
Salgo al balcón y cojo el móvil. Mientras me siento en la silla, enciendo un cigarrillo y marco el número de Carina. Ya estoy harto de esperar y además estoy enfadado y si está con su padre da igual porque podrá decir que soy una amiga o algo así. Si he dicho "amiga" ya que el padre es tan estricto.
Coge el teléfono al tercer pitido.
- ¿ Carina ? - pregunto al ver que no dice nada.
- Si - dice esta entre sollozos.
- ¿ Qué pasa ? - gritó rápidamente.
- Es mi padre ... - consigue decir.
- ¿ Dónde estás ? - pregunto
- En el Hospital Universitario JC - dice.
- Ahora voy. - contesto y cuelgo.
Tiro rápidamente el cigarrillo por el balcón y corro hasta el salón para cambiarme corriendo. Me pongo unos vaqueros, una camisa blanca y una americana, los zapatos y salgo corriendo.
En 30 minutos llego gracias a que el maldito taxista se ha metido en un atasco. Entro corriendo a urgencias y consigo encontrar fácilmente a Carina.
Nada más verme se levanta del asiento y corre a mí. La cojo en brazos y la abrazo. Esta me agarra con fuerza como si no quisiera dejarme nunca.
Le acaricio la cabeza y esta empieza a llorar como una niña pequeña. Todas las personas presentes nos miran, hasta unos doctores se han parado y se nos han quedado mirando pero eso ahora no importa. Lo único importante es que ella esté bien y cualquier idiota puede ver que no lo está.
Todavía con ella apretándome contra su cuerpo coloco mis manos en sus muslos y la levanto para llevarla a un lugar con menos gente.
Esta no dice nada, sigue llorando. Una enfermera nos ha visto y ,gracias a Dios, nos ha llevado hasta una habitación vacía.
- Os dejo un rato aquí, pero cuando la chica esté mejor - dice señalando a Carina - tenéis que salir ya que esta es una habitación para pacientes y no visitantes. - dice antes de salir y cerrar la puerta.
- Gracias - contesto y dejo a Carina sobre la cama. Esta me agarra por el cuello y hace que yo me siente a su lado.
- Eithan - dice mientras hunde su cabeza y sollozos en mi pecho - gracias por venir - murmura.
- No me des las gracias - digo y le vuelvo a acariciar el pelo - ¿ Puedes decirme lo que ha pasado ? - susurro.
- Es horrible - contesta ella. - estábamos en una cafetería tomando café y pastelitos y me dijo que quería más café así que me levanté a comprar uno más. Su voz sonaba rara pero lo deje pasar ya que mi padre desde siempre ha sido muy raro. Al volver mi padre estaba apretando las manos contra su pecho. Le pregunté que pasaba pero no le dejé contestar sino que simplemente cogí el móvil y llamé a la ambulancia. Está llegó rápido y desde las cuatro de la tarde no dejan de hacerle pruebas. Estaba muy preocupada pero no lloré, decidí ser fuerte por el pero al escuchar tu voz no aguanté más y empecé a llorar. Lo siento Eithan. - dice
- No lo sientas - dije despegandola de mí y cogiéndola en brazos como a una niña pequeña. Me senté en un lado de la cama y la coloqué encima mío pasando una pierna por el lado derecho y la otra por el izquierdo de tal forma que los dos quedáramos cara a cara. Cogí su cara entre mis manos y me acerque. Planté un beso en sus labios y dije - No te preocupes, seguro que tu padre estará bien - digo - Necesitan hacerle pruebas para poder dejarle irse pero ya veras como enseguida sale y te regaña por haber llorado. - continué.
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Eithan el playboy.[+18]
Ficțiune generalăEithan Russell es un egocéntrico, narcisista que nunca confió en una mujer. Lo único que hizo fue jugar con ellas, apostar con su amigo a ver quién sería la siguiente que caería en su juego, en su cama. Pero apareció ella. ¿ Será capaz de domar al...