- Yo no bebo - me contestó ya con un tono más tranquilo.
- Chica buena ¿eh? - dije - ¿ de verdad que no bebes nada?
- Nada- respondió ella dándose la vuelta para no mirarme
- ¿Por que te das la vuelta? - pregunté
- No quiero ver tu cara - me contestó con un tono borde
- ¿ Porque? - continué yo preguntando
- Porque no me apetece. - respondió ahora mirando el cielo oscuro que brillaba gracias a las muchas estrellas que se podían contemplar desde donde estábamos.
- Deja de actuar, se que no eres tan buena como pareces. Dime, ¿ cual es tu secreto ?
- Nunca he dicho que sea buena o mala ni que tenga secretos.
Me senté a su lado y la miré a la cara mientras ella continuaba mirando las estrellas.
- Todo el mundo tiene secretos- le susurré al oído.- ella se ruborizó y se alejó un poco de mí.- No te voy a comer - comenté al verla alejándose.
- Ya lo se, pero no me gusta que estés tan cerca. - dijo sincera.
- ¿porque? -pregunté mirándola a los ojos.
- Simplemente no me gusta - contestó sin mirarme,
- ¡ Mírame cuando te hablo ! - grité. Carina se asustó un poco pero después me miró con rabia.
- ¿ Que quieres ? - gritó de vuelta - ¿quieres acostarte conmigo? ¿quieres hacerlo al igual que lo haces con las demás ? ADELANTE, venga cumple tu deseo y déjame en paz de una vez - gritó mientras bajaba la cremallera delantera de su vestido.
- NO - grité y volví a subir su cremallera rozando suavemente después su cuello.- No quiero nada, solo quería hablar con alguien y pensé que tu me escucharías pero no, eres como las demás - dije y empecé a reírme - solo piensas en TI y no escuchas nada si no es sobre TI o no te afecta a TI - grité y le tiré la llave- Vete - volví a gritar. Ella cogió la llave pero se quedó sentada
- Vete -volví a gritar - desaparece
- No puedo irme - me contestó muy bajo
No le había devuelto el móvil. Se lo tiré sobre la hierba con cuidado para que no se rompiera.
- Ahora te puedes ir - volví a gritar.
- No- dijo y pude notar como le temblaba la voz.
Levanté la vista de la hierba y la dirigí a ella, fue entonces cuando vi que estaba temblando por el frío ,aunque también por miedo, y llorando por el miedo. Levanté la mano para acariciar su cara y fue entonces cuando observe que tenía miedo de MI ya que como acto reflejo esa cerró los ojos y los apretó. Mi mano volvió al suelo
- Lo siento, no pretendía asustarte. - dije con un tono suave, sincero. Por primera vez en años, utilizaba este tono con una chica que no era Rachel.
- No te preocupes - dijo esta abriendo los ojos - no es culpa tuya, es que soy una llorica - continuo, esta vez mirándome para luego volver a bajar la mirada a la hierba.
- Lo siento - volví a decir mientras me levantaba y me acercaba más a ella para ofrecerle mi mano.
Aunque dudó varios minutos, al final cogió mi mano para levantarse.
Al ponerse de pie observé lo frágil que estaba y fue entonces cuando la vi desmayarse. Suavemente la cogí en brazos y la coloqué tumbada sobre una manta que había tendida sobre la hierba, suavemente cogí sus piernas y las levante. En poco tiempo Carina estaba consciente de nuevo.
- Perdón por causarte tantas molestias - dijo esta
- No te preocupes. - contesté sonriendo al ver que estaba bien.
Intentó levantarse pero estaba muy débil, así que la cogí en brazos. Esta se sonrojó y yo sonreí ante tal reacción. Cuidadosamente la llevé a la habitación de los invitados ( dando gracias a Dios de que la casa de Dylan fuera tan grande y tuviera tantas habitaciones) que tenía una puerta que daba al jardín donde estábamos. Al entrar la deje sobre la cama,
- ¿Estas mejor? - pregunte
- Si, gracias - contestó ella.
- Por ahora quédate aquí, voy a cerrar la puerta que da a la casa para que no entre nadie. Ahora vuelvo, voy a coger algo de la nevera. ¿ Quieres que te traiga algo ?
- Un vaso de agua - contestó ella
- Vale - dije mientras cogía las llaves y salia por la puerta. Cerré la puerta y me abrí paso entre la gente que se encontraba en la casa de Dylan. Al llegar a la cocina me encontré con .......
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Eithan el playboy.[+18]
Ficción GeneralEithan Russell es un egocéntrico, narcisista que nunca confió en una mujer. Lo único que hizo fue jugar con ellas, apostar con su amigo a ver quién sería la siguiente que caería en su juego, en su cama. Pero apareció ella. ¿ Será capaz de domar al...