Sé que no tengo ninguna excusa para justificar el no haber actualizado hace 84 años y también sé que posiblemente nadie en este momento lea mi historia debido a todo el tiempo transcurrido, pero créanme que así como dije en algún momento, no dejaré esto a medias y aunque me tomó mucho tiempo retomarla, tengo absolutamente toda la intención de volver a escribir.
Espero les guste, comenten y voten.
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Después de que sus compañeros le dijeron que el famoso Matthew ya iba a recogerlo a la escuela, solo pudo agradecerles aun un tanto serio por su conversación anterior, no era como si le ofendiera el rechazo que estos tenían hacia los homosexuales, tan solo era su forma de expresarlo, lo que hizo que reaccionara de esa forma.
Al recoger su mochila, Andrew fue el único que lo acompaño al estacionamiento donde esperarían al susodicho, ya que aunque el resto no lo mencionase frente a Chris, la actitud de este les molestaba de sobremanera.
El silencio que había entre el rubio y Christopher, era sumamente incómodo y por ello el ojiazul pensó que lo correcto era aclarar las cosas. –Gracias Andrew, por todo, en serio. –Mencionó con inseguridad poco característica de Christopher, mientras una de sus manos acariciaba repetidamente su nuca. –Soy muy malo con esto de las palabras, pero... eres genial.– Andrew se sorprendió ante esas simples palabras, nunca esperó escuchar del ojiazul algo tan amigable y sincero.
Una amplia sonrisa se extendió en el rostro del rubio, dejando atrás la incomodidad y el mal humor causado con anterioridad. –No es nada, eh, pero me debes una. –Le guiñó un ojo en dirección al ojiazul, dándole un afable empujón, manteniendo una sonrisa simpática en su rostro.
Un auto se estacionó frente a ellos y un chico bastante sexy según Christopher bajó de él, era rubio al igual que Andrew y tenía algo de barba, llevaba una camiseta negra y unos jeans del mismo color algo desgastados. "Por alguien como él, hasta me volvería pasiva" Pensó Christopher formando así una sonrisa lasciva, mientras observaba cada movimiento que hacía ahora el culpable de sus malos pensamientos.
–Hey, Andy, tiempo sin verte. –Saludó el dichoso Matthew a su primo con un grácil golpe en el hombro.
–Matt. –El nombrado simplemente levanto un poco su rostro en forma de saludo. –Este es Chris, por favor ayúdalo, no te lo estaría pidiendo si no fuese importante y si no fueses la única persona libre en este momento. –Aclaró el rubio, presentando a un desnudo Christopher.
–Wow chico, debes estar en serios problemas entonces. –Mencionó Matthew con sorna en su voz, observando por completo el cuerpo desnudo del ojiazul.
–Si, lo estoy. ¿Podrías hacerte pasar por mi conductor y hablar con el director? –Su tono de voz fue suplicante, no tenía más opciones y no quería estar tan pronto en problemas con sus padres.
–¿Yo?
–Si, por favor, el tiempo se me acaba. –Chris sacó su móvil notando como quedaban menos de cinco minutos para que su castigo fuese extendido.
–Bien, bien, pero realmente ustedes me deben una muy grande y créanme que la cobraré. –Declaró, señalándolos a ambos, enfatizando así sus palabras.
Los tres chicos se dirigieron nuevamente dentro del instituto, dejando por el camino a Andrew con los demás, luego hablaría con ellos, por el momento tenía que salir de aquel problema del que no era culpable en lo más mínimo.
–Tú solo di que eres Peter, que le comunicaras a mis padres lo sucedido y listo, ¿estamos? –Habló con severidad antes de entrar a aquella oficina donde Mr. Satan estaba a la espera de impartir castigos a todo aquel que rompiese las reglas, como claramente Christopher había hecho.
–En primer lugar, chico, tú no me mandas, estoy aquí porque le estoy haciendo un favor a mi primo, entonces bajale a tu arrogancia, que perfectamente me puedo ir de aquí y te puedo dejar metido en el lío. –La seriedad de aquel chico, impresionó al ojiazul, muy pocos lo enfrentaban de esa forma y más extraño aun, no le desagradó la forma en que le habló.
–Ya, calma. –Chris hizo un ademan con sus manos, tratando de apaciguar el temperamento de Matthew. –Solo, demuestra tú magia. –El contrario simplemente se dedicó a sonreír mientras negaba con la cabeza.
La charla con el director había sido más intensa de lo que esperaba, nuevamente le había gritado por su indiscreción, nombrándole incontables normas del reglamento estudiantil, manifestando su terrible comportamiento... bueno en fin, para Christopher eran palabras vanas que no poseían significado alguno, al fin y al cabo, seguramente en algunos meses estaría en otra ciudad, en otro instituto, hablando con otro director desagradable.
Después de firmar el reporte que inevitablemente quedaría en su expediente estudiantil y asegurarle al director que todo esto iba a ser comunicado a sus padres, pudieron irse, quería salir rápidamente de allí.
–Gracias. –Dijo en un susurro el ojiazul, últimamente estaba agradeciendo mucho y eso definitivamente era poco común en él.
–No es nada, igual me debes una. –Rió el rubio, mientras se dirigían hacia el estacionamiento, después de todo, se tenían que ir juntos. –Vamos, creo que tengo algo de ropa en el auto. –Mencionó con una sonrisa lasciva en sus labios. –Tienes que contarme como es que terminaste en ropa interior caminando por los pasillos del instituto.
–Si quieres vamos a comer algo. –Se encogió de hombros, tratando de restarle importancia al asunto.
–Bien, tengo clase a las 2, así que aún tengo tiempo. –El rubio al llegar al auto, saco del maletero ropa deportiva y se la extendió a Chris. –Es la ropa con la que voy al gimnasio, puede servirte.
Al subir al auto, Christopher coloco sobre su cuerpo la ropa que el rubio le había prestado. Matthew puso en marcha el auto, dirigiéndose hacia algún restaurante cercano. Al llegar a este y ubicarse en una mesa libre, por fin Christopher pudo liberar por completo su odio contra Taylor, contándole absolutamente todo lo ocurrido, proclamando a su paso una sarta de insultos dirigidos de igual forma al culpable de su mal humor.
–No sabes cuantas ganas tengo de arruinarlo. –Comió algunas patatas que habían ordenado junto a dos hamburguesas y un par de sodas.
–Definitivamente no me esperaba algo así, pensé que eras de esos chicos que le gustaba exhibirse. –Se burló el rubio, negando con la cabeza con humor. –No creo que le importe mucho el hecho de que estés con su hermana. –Y si, también le había contado sobre su estúpido plan de hacerlo sufrir mediante su hermana. –Aparte la chica no tiene la culpa de que su hermano sea un imbécil.
–Lo sé. –Dijo por lo bajo, alguien por fin había logrado hacerlo caer en cuenta de su inútil plan. –Igual eso no quiere decir que la dejaré, no soy idiota y la chica tiene lo suyo. –Se encogió de hombro, mientras seguía comiendo.
–No te estoy diciendo que tienes que dejar a la chica, por el contrario, tienes que seguir teniendo a alguien cercano a él de tu lado. –Mencionó Matthew acariciando su barbilla como si estuviese pensando en algo muy importante.
–Realmente no sé qué más podría afectar a alguien como él.
–Y si... Y si intentas enamorarlo.
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¿Sabes que Te Odio? (Gay)
RandomChristopher es nuevo en la ciudad, por ende también lo es en el instituto. Al ser el chico nuevo, algunos creen poder burlarse de él, en especial Taylor. Lo que ellos no saben es que Christopher no es el típico chico que deja que lo humillen o intim...