-¡Llámalo!
-Lleva dos días mirando esa tarjeta con el celular en la mano.
-Louis, ¿qué esperas? ¡Sólo hazlo!
-¡Esta puede ser tu oportunidad!
-¡Chicos, basta!
Troye y Clevon miraron a su amigo. Él estaba viendo el suelo, parecía que tenía una idea. Ellos sabían que su amigo tenía que hacer la llamada, algo bueno se sacaba con las cosas. Ese hombre no lucía del tipo loco, pero nunca habían escuchado hablar de un tal Derek Argent. Ese apellido no le sonaba en nada. Todos se conocían en el pueblo, las personas incluso sabían quién era el chef en la casa de Louis.
Troye llegó esa mañana con su conductor a la panadería de Clevon y su familia. Y sorprendido de que Louis estaba ahí, también quiso quedarse, una hora le dieron, tenía más cosas de gente rica que hacer en su casa: aburrirse. Sus amigos le informaron sobre lo sucedido hace dos días. Troye siempre admiró a Louis por su forma de tocar el piano, incluso le daba celos a veces porque él nunca pudo. Sin embargo, sabía muy bien como tocar el violín, sabía dirigir un orquesta perfectamente y Clevon tenía una voz tan increíble. Él, Clevon y Louis habían hecho unos pequeños shows impresionantes.
-Lo llamaré. - dijo de repente y marcó su número. Sonó una vez, después otra y otra y otra y no contestaba nadie. -Chicos, el hombre no contesta.
-¿La tarjeta no tiene alguna dirección?
Louis la miró bien otra vez, le dio la vuelta y describrió la dirección. Sólo se había quedado con la parte donde está su número telefónico, nunca la volteó.
-No está tan lejos.
-Genial, ¡vamos!
-Espera Clevon.
-¿Qué pasa?
-Su casa es pasando la mía. No puedo pasar por donde mis papás.
-Hay que hacer un plan.
-Bueno, podemos rodear el río.
-¿Lo dices en serio? El río termina en el mar.
-Bueno, a pensar.
Louis suspiró y se recostó en la fuente de la primera vez que huyó. Troye se sentó en el suelo frente a él, Clevon se quedó de pie pensando junto a ellos.
Louis estaba pensando, tenía que haber algún modo de pasar el puente y llegar donde el señor Argent sin tener que pasar por enfrente de su casa. Empezaba a formularse algo, buscar trajes o disfraces para que los guardias no lo vieran y no le dijeran nada a su papá... pero no podía concentrarse. Troye estaba frente a él, y Troye tenía un cabello rojo rizado que siempre le dio de que pensar. Era tan divertido y genial. Él sólo tenía un cabello rubio y liso, muy aburrido y normal. Clevon también tenía el cabello oscuro, pero su piel era también oscura y se veía tan genial, porque también tenía rizos. Él era el único aburrido y corriente. Amaba la piel de Clevon, era tan suave y diferente a cualquiera y había visto en su vida y el cabello de Troye, era tan esponjoso y loco, parecía un incendio... o al vez ramas.
Y le dio una idea.
-Ya sé que hacer.
-¡Sí!
-¿Qué es?
-Bueno, primero necesito que tus padres te den más tiempo, ya hemos gastando casi toda la hora.
-Puedo hacer un llamada, saben que estoy contigo y con Clevon, no creo que me digan que no.
-Genial. Ahm... nadie le tiene miedo a las alturas, ¿verdad?
Clevon y Troye se miraron con el ceño fruncido.
El plan era fácil, a la par del puente habían árboles que crecían a la orilla del rió, todo lo que tenían que hacer era sujetarse firme de una rama, balancearse, saltar y agarrarse de otra y así hasta llegar al otro lado. Claro que primero tenían que caminar un poco para no salir en la inmensa casa de Louis. Si no, el plan se echaría a perder.
-¿Están seguros de esto?
-¡Claro!
-¡Louis y yo ya lo hemos hecho y es seguro!
-Pero nosotros nunca...
-¡Solo lánzate y sujétate! ¡Tú puedes, Troye!
Troye se lanzó y cayó al otro lado del rió. Clevon sonrió y se sujetó a una rama, se balanceó y cayó en un árbol, Louis se preparó y siguió justo detrás de sus amigos.
-No fue tan difícil.- dijo Louis mientras empezaban a caminar los tres.
-Tú no fuiste el que se ensució el trasero. ¿Ahora que les voy a decir a mis papás?- decía Troye.
-Que te tiraste de un árbol. Fácil.
-Oh, sí. Y entonces ellos sonreían e iremos a cenar juntos... Como si alguna de esas cosas pasaran.
-No te pongas así, amigo.- Louis puso un brazo alrededor de sus hombros. -Algún día va a ser diferente. Y sino, puedes hacer como yo hice.
-No creo que los papás de Clevon les guste que haya tanta gente en su casa.
-Saben lo mucho que me gustaría que se quedaran conmigo. Vivir con mi familia y ayudar en la panadería. Ustedes son muy divertidos.
-Somos grandiosos.
-Es increíble que ya estemos tan viejos.
-Solo no quiero que seamos como nuestros padres, mucho menos como el papá de Louis. Sin ofender, hermano.- dijo Troye poniendo su cabello en la cara de Clevon. Él lo quitó y se adelantó unos pasos.
-No te preocupes. Es uno de mis mayores miedos.
-Si algún día llego a ser tan gruñón como el papá de Louis, por favor, golpéenme.- Clevon rió. -¡Ya casi llegamos!- decía mientras empezaba a correr.
-¡Hey!
-¡Esperen!
Empezaron a correr y llegaron al frente de la casa de Derek Argent. Había un portón negro con un hombre con traje y anteojos oscuros cruzado de brazos frente a él. Los detuvo cuando llegaron a la propiedad.
-¿Louis Rêve?- preguntó inclinándose y bajando un poco sus lentes mientras veía a Troye.
-Soy yo.- dijo Louis.
-El señor Argent te está esperando. - dijo y abrió el portón.
Los muchachos se sorprendieron al ver un jardín y césped tan limpio y verde, con flores tan coloridas. Asintieron al hombre y entraron. Había un sendero que se dividía en cuatro, un camino a unas mesas con sombrilla en el jardín, otro a la puerta principal, el otro al garaje y la última a la parte de atrás. Siguieron el camino a la puerta de entrada. Un poco temerosos de arruinar algo del jardín y ser echados por algún tipo.
Al llegar al porche, Clevon le asintió a Louis y Troye también lo hizo. Louis tocó el timbre. No pasó nada. No había ruido de nada. ¿Realmente le estaba esperando? Pensó en irse. Era una idea humillante, pero buena.
-Tal vez él...
La puerta se abrió y los hizo callar. Se miraron y esperaron al hombre. Cuando se terminó de abrir, se asomó una linda niña de cabello rubio y una muñeca en la mano. Lucía entre feliz y confundida. Parecía de unos cinco o siete años. ¿Qué estaba pasando?
-¿Tú eres mi nuevo niñero?
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KISS THE RAIN
MaceraDicen que la familia es lo principal... Louis Rêve es rechazado por sus padres al rehusarse seguir una vida que no es la él desea, deberá valerse por sí mismo para cumplir lo que quiere, aunque podría perder lo que le queda.