Dicen que la familia es lo principal...
Louis Rêve es rechazado por sus padres al rehusarse seguir una vida que no es la él desea, deberá valerse por sí mismo para cumplir lo que quiere, aunque podría perder lo que le queda.
Era el día más esperado por Louis. Se había levantado a las cuatro de la mañana a preparar su atuendo, a darle brillo a sus zapatos, a revisar por millonésima vez su lista de pistas, se había escabullido a la sala de música del señor Argent para practicar una que otra canción. El señor Argent fue muy listo en ponerle unos aparatos en las paredes que hacía que la música no saliera de la habitación y así no despertar a nadie.
Cuando eran las siete dejó el lugar como estaba y fue a la cocina a preparar un desayuno especial, pues el señor Argent y su hija habían hecho todo eso posible, sino fuera por ellos, no estaría tan emocionado ahora mismo.
Mientras caminaba por la sala, escuchó unos golpes en la pared y después el periódico y unas cartas cayeron por la rendija de la puerta. Louis caminó hacia ahí y los agarró. En la portada del periódico estaba escrito en rojo "'HIJO' DE DEREK ARGENT DARÁ SU PRIMER ESPECTÁCULO EN EL CENTRO DE LA CIUDAD". Y había toda una página sobre él, había una fotografía donde estaban ellos dos sonriendo a la cámara después de su show en la subasta. Louis nunca pensó aparecer en el periódico. El periódico se distribuía en toda Francia, muchas personas que conocían ahora a Louis deberían estar sorprendidos y tal vez emocionados.
¿Irían a su primer espectáculo? El señor Argent sólo le había dicho que vendiera los asientos de las primeras tres filas, pero a Louis no le importaba mucho eso, si fuera por él, ¡que todo fuera gratis! Pero siguió la opinión del señor Argent porque era un hombre muy inteligente. Sin embargo, Louis no quiso que Clevon, Troye y sus familias pagarán, aunque de la familia de Troye nada más él vendría, sus papás estaban muy ocupados en sus asuntos como para prestarle atención a lo que él estaba diciendo. Así que sólo dijo que iría a casa de Clevon a pasar la noche.
Le había prometido a Clevon guardarle un campo en la primera fila de sus espectáculos, y este iba a ser el primero.
¿Vendrían muchas personas? Todos los amigos del señor Argent habían confirmado que sí, los hombros con los que hacía reuniones también dijeron que sí, incluso las muchachas que él conoció en el baño cuando estaba limpiándole la cara a Emma habían dicho que irían. Y probablemente muchos de los que vivían alrededor del centro estarían curiosos y también se asomarían. Así que irían muchas personas. El señor y la señora Rêve habían comprado los últimos boletos, compraron los últimos tres, así que también iría su hermano Philipp.
Las cartas eran para el señor Argent, así que las dejó sobre la mesa de centro junto al periódico. Fue a la cocina y empezó a preparar el desayuno.
-¿Emocionado?
Louis levantó la mirada y vio al señor Argent entrar con una sonrisa.
-Por supuesto que sí. Todo gracias a usted.- sonrió y puso el plato frente al lugar del hombre.
-Tú eres un buen muchacho. Atento y muy inteligente.
-Muchas gracias, señor Argent.
-Estuve viendo el periódico y el correo. Estamos en la portada. - dijo mostrándole.
-Le eché un ojo esta mañana. ¡Es increíble!
-Te dije que con paciencia y dedicación podía hacer cualquier cosa.
-Todo se lo debo a usted.
El señor Argent sonrió y le entregó un par de cartas. Louis las tomó y las abrió.
-Son invitaciones y peticiones para que toques en las bodas de Mark Morgan y su esposa en América, y también de Nancy, la hija de Sophia Mayhew en Irlanda. Estoy muy orgulloso de ti.
-Wow...- levantó la vista de las cartas. -No puedo creerlo, señor Argent. Esto es... tan... wow... Vaya, no sé qué habría sido de mi vida sin usted y su hija.
-Y no creas que se me olvidó. - Louis lo miró confundido. El señor Argent sacó una caja envuelta en papel de regalo de la silla donde estaba y se la dio. -Feliz cumpleaños.
-Oh, Dios... Señor Argent, no debió...
-Pero lo hice. Ábrelo.
Louis puso la caja sobre la mesa, con cuidado de no arruinar el desayuno. Quitó el papel y abrió la caja, quitó el papel corrugado que tenía dentro y finalmente lo vio. Era un traje. Se veía tan impecable y costoso. Era algo que jamás había visto antes. No era como los caros trajes de su padre o los elegantes y a la medida de Derek Argent. Era único.
-Era mío. Di mi primer show con él. Mi padre me lo dio antes de morir de cáncer, recuerdo muy bien ese día. Ahora es tuyo.
-Señor Argent... Esto es simplemente... no sé qué decir. Muchas gracias.
-Ven aquí.- abrió los brazos y Louis caminó hacia él y lo abrazó. -Estoy muy orgulloso de ti y todo lo que has hecho. Pase lo que pase esta noche, seguirás teniendo mi apoyo y ayuda en todo. Te ayudaré a ser mejor cada bien y estaré a tu lado simpre que lo necesites.
-¡Mil gracias, señor Argent! Usted me a dado todo lo que necesité en todo. Ni siquiera mi familia me escuchaba y usted... usted es muy asombroso. Es muy importante para mí.
-Sabes que puedes quedarte todo lo que quieras y...- lo agarró de los hombros y lo miró a los ojos -eres como un hijo para mí. Eres como un hermano para Emma. Gracias a ti por ayudar a mi familia. Ahora, a comer, cumpleañero. Hoy es tu gran día.
Mientras Louis caminaba al cuarto de la niña para despertarla y llevarla a desayunar, se dio cuenta que había olvidado por completo que hoy era su cumpleaños, estaba tan emocionado por su espectáculo, que olvidó su propio cumpleaños. Pero el señor Argent no.
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One-Shot
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